Yoga Sūtras
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sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado: abril, 2022
Pātañjalayogaśāstra
(tadā draṣṭuḥ svarūpe’vasthānam)
7. Cuando
citta se encuentra en
el estado de yoga, debido a la ausencia de objetos, ¿cuál es la naturaleza de
puruṣa,
el conocedor de buddhi? Entonces en el estado de yoga, se produce el
establecimiento de draṣṭ
en sí mismo. Entonces, citiśakti
queda establecida en su naturaleza esencial, es decir, en el estado de kaivalya. Sin embargo, en el
estado mental ordinario citiśakti
no aparece como se describe aquí, aunque su estado real sea ciertamente así. La
explicación se da en el siguiente sūtra.
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
1.3(7): tad-avasthe cetasi viṣayābhāvād
buddhi-bodhātmā puruṣaḥ kiṃ-svabhāvaḥ?
iti—
Cuando la mente se encuentra en tal estado, debido a la
ausencia de objetos, ¿cuál es la
naturaleza de puruṣa, el conocedor
de la función intelectiva (buddhibodhātmam)?
तदा द्रष्टुः स्वरूपेऽवस्थानम्॥३॥
tadā draṣṭuḥ svarūpe’vasthānam ||3||
Entonces (en el estado de yoga), [se produce] el establecimiento
de “lo-que-observa” en sí mismo
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas Houston |
Entonces, la permanencia del veedor
(draṣṭṛ) en (su) propia naturaleza (svarūpa) |
Georg Feuerstein |
Entonces el Veedor [es decir, el
Sí-mismo transcendental] permanece en [su] forma esencial |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
Entonces hay permanencia en la
propia forma del veedor |
P. V. Karambelkar |
Entonces el veedor restablecerá su
propia forma |
James Haughton Woods |
Entonces el Veedor [es decir, el
Sí-mismo] permanece en sí mismo |
Pandit Usharbudh Arya |
Entonces (con la disolución de los vṛttis) el veedor descansa en su
propia naturaleza |
Fernando Tola y Carmen Dragonetti |
Entonces (se produce) el
establecimiento del veedor (draṣṭṛ) en su propia
naturaleza |
Emilio García Buendía |
En ese caso, la situación del que ve
(consiste en reposar) en su propia naturaleza |
Oscar Pujol |
Entonces, el testigo se establece en
su propia naturaleza |
Shriram Lele |
Entonces, el Veedor comprende su
esencia |
Chip Hartranft |
La pura conciencia puede entonces
morar en su propia naturaleza |
Vocabulario
tadā draṣṭuḥ
svarūpe avasthānam
tadā (entonces,) avasthānam (el establecimiento) draṣṭuḥ (de “lo-que-observa”) svarūpe (en su propia naturaleza)
tadā: (indecl.)
entonces, en ese caso, en ese momento, de esta forma, de acuerdo a algo,
además; 1) hace referencia a algo anteriormente citado.
—Dado
que el aforismo precedente no habla de la restricción de toda actividad de la
conciencia, la palabra “entonces” (tada) no puede hacer referencia a
la condición de vṛttinirodha.
Pues el sí mismo no se revela en su propia esencia como conciencia pura hasta
que toda la actividad de la conciencia (no solo las fluctuaciones) se suspende
por completo (Feuerstein, Georg “The
Yoga-Sūtra of Patañjali”).
draṣṭṛ
(draṣṭuḥ): (m, gen, sg) del espectador, del
observador; 1) propio del sujeto o conocedor que recibe las impresiones; 2) propio
del “si-mismo-esencial” (puruṣa), de la auténtica naturaleza o
naturaleza humana esencial (ātman), de la conciencia-energía o poder
que subyace a la conciencia (citiśakti) o del ser
interior (adhyātma).
—El veedor es el puruṣa. En rigor el término “veedor” solo puede emplearse respecto del puruṣa, antes de su aislamiento. Una
vez producido el aislamiento sólo puede emplearse el término “puruṣa” (Tola y Dragonetti, “Yogasutras de Patañjali”, pag 86).
—Draṣṭā es el ser interior. La palabra draṣṭā procede de la raíz dṛś —ver, percibir, observar,
contemplar. El uso de esta raíz revela dos aspectos de nosotros mismos
interrelacionados: (1) una dimensión interior que es absoluta (draṣṭā), llena de conocimiento y
beatitud, que percibe y experimenta. (2) un nivel relativamente externo que se
manifiesta como cuerpo, mente y psique (dṛśyam)
(Bouanchaud,
Bernard “The essence of Yoga”).
—Puruṣa, por su propia naturaleza, no puede hacer nada. No puede
percibir y, por tanto, no sería correcto considerarlo perceptor o veedor, es
decir, draṣṭā. Realmente la entidad que
percibe es citta y por tanto debemos entender
que el auténtico draṣṭā es citta. Pero citta es una evolución de prakṛti y, por tanto, no puede
percibir por sí misma. Es solo cuando está presente puruṣa que citta resulta estimulada o iluminada y se vuelve capaz de
percibir y de actuar de alguna forma. En este sentido, puruṣa es la fuente última de donde citta obtiene su potencialidad, se vuelve consciente y puede
percibir. Entendido de esta forma la potencialidad o principio veedor último es
puruṣa. En el presente sūtra la
palabra draṣṭā se utiliza en este sentido y
hace alusión a puruṣa.
En resumen, podemos afirmar que la palabra draṣṭā
indica una errónea identificación de puruṣa, la causa última de la potencialidad consciente, con citta, la entidad perceptora realmente consciente (Karambelkar,
Dr. P.V. “Pātañjala Yoga Sūtra”, pag 11).
svarūpa
(svarūpe): (n, loc, sg) en la identidad, esencia, forma o condición
propia.
avasthāna
(avasthānam): (n, nom, sg) residencia,
permanencia; 1) estar o permanecer aparte de algo o de una situación anterior;
2) aparecer, mostrarse.
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
1.3(7): svarūpa-pratiṣṭhā
tadānīṃ citi-śaktir yathā kaivalye |
Entonces, la conciencia-energía
(citiśakti) queda establecida en su naturaleza esencial, es decir, en
el estado de soledad trascendental (kaivalya).
—Vyāsa
refiere implícitamente el término tadā, “entonces”, a la etapa de represión absoluta y
total en que se produce el aislamiento, a pesar de que en su comentario al sūtra I.2
considera que la represión a que se refiere el sūtra I.2
comprende no solo la represión total sino también la represión parcial (Tola y
Dragonetti, “Yogasutras
de Patañjali”,
pag 45).
—Estrictamente
hablando, el veedor siempre “reside” en su auténtica naturaleza, pero
cuando se silencia la mente el espíritu “se
muestra”
en su auténtica naturaleza ante la mente. Mediante la liberación trascendental,
es decir, cuando ha desaparecido el cuerpo-mente (según la metafísica dualista
de Patañjali), el veedor “reside”, igual que siempre lo ha hecho, en la
máxima pureza, no cubierto por la naturaleza (prakṛti). Mientras exista en alguna medida
identificación con el cuerpo-mente (de nuevo, según la metafísica dualista) el
espíritu “se
muestra”
como el veedor, es decir, el testigo de todo. Por ello, actualmente, traduzco avasthāna (“estado, condición, manifestación”), como “se muestra, aparece”, a fin de justificar el hecho de que
el espíritu (puruṣa) siempre se encuentra “en verdad” o “realmente” libre del mundo en todos sus estados
y aspectos. En los estados mentales de extrema tranquilidad (como en la
meditación profunda), podemos captar un reflejo del espíritu. Esta experiencia
sugiere al experimentador que el espíritu es un (o el) testigo, denominado aquí
veedor (draṣṭṛ). Esta apariencia es lo que, según
creo, Patañjali trató de
enseñar con la palabra avasthāna. En el sutra I.4
Patañjali contrasta svarūpa (literalmente “su propia forma”, esencia, estado natural) con sārūpya, que he traducido como “conformidad”. Específicamente, si no se capta un
reflejo del espíritu a través de la meditación profunda, se experimenta el
espíritu como mostrándose conforme a las fluctuaciones mentales. Por tanto,
este es otro tipo de avasthāna, es decir, la apariencia de “conformidad con las fluctuaciones” (vṛttisarūpya). Esto último es lo que nos hace
creer que somos nuestros pensamientos, emociones, cuerpo, etc. (Feuerstein,
Georg –Konchog-
http://www.yrec.info/posts683-45.html)
1.3(7): vyutthāna-citte tu sati tathāpi bhavantī na
tathā ||3||
Sin embargo,
en el estado mental ordinario, (la conciencia-energía) no aparece como se
describe aquí, aunque su estado real sea (ciertamente) así. (La explicación se
da en el siguiente sūtra).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||1.3|| draṣṭuḥ
puruṣasya tasminkālē svarūpē
cinmātratāyāmavasthānaṅ sthitirbhavati. ayamarthaḥ
-- utpannavivēkakhyātēścitsaṅkramābhāvāt
kartṛtvābhimānanivṛttau prōcchannapariṇāmāyāṅ
buddhau cā.tmānaḥ svarūpēṇāvasthānaṅ
sthitirbhavati.
En este momento, deviene firme la
permanencia de “lo-que-observa”, del sí-mismo esencial (puruṣa), en
su propia forma, bajo el solo aspecto de inteligencia pura. El sentido es el
siguiente: al surgir la lucidez del discernimiento, una vez que el intelecto (buddhi) se vuelve apto para alcanzar el estado de liberación (mukta), y al quedar eliminada toda consideración acerca de la actividad (del
sí-mismo), y en ausencia de nuevos pensamientos que afecten la inteligencia,
entonces se vuelve firme la permanencia del sí-mismo (ātman), por medio de su propia forma.
Śaṅkara Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
Puruṣa (“lo-que-observa”) es el conocedor de la función intelectiva (buddhibodhātmam), en el
sentido de que es consciente de las transformaciones de buddhi en las distintas formas de los
procesos mentales. La naturaleza de puruṣa es simple conciencia de esas transformaciones;
en este caso, el ser consciente no es distinto de la conciencia misma. Si el
ser consciente fuera distinto de la propia conciencia, sería cambiante y no
podría ser el mero testigo de los objetos que se manifiestan ante él.
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