Yoga Sūtras

Aforismos sobre Yoga de Patañjali

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Actualizado: junio, 2022

Pātañjalayogaśāstra (kleśakarmavipākāśayair aparāmṛṣṭaḥ puruṣaviśeṣa īśvaraḥ)

25. ¿Quién es īśvara que no es ni pradhāna ni puruṣa? Īśvara es un aspecto diferente de puruṣa no afectado por los kleśas, las consecuencias del karma o sus acumulaciones latentes.

26. Los kleśas son avidyā y los demás. El karma puede ser bueno o malo. Sus consecuencias son los resultados que proporciona. Las acumulaciones latentes de estas acciones son los vāsanās. Todo esto solo existe en manas pero se atribuye a puruṣa porque es el que experimenta sus resultados. Es como cuando la victoria o la derrota en el campo de batalla son atribuidas al soberano. Īśvara, que es un aspecto de puruṣa, no resulta afectado por esas experiencias. ¿Es īśvara alguien que ha alcanzado el kaivalya, como creen algunos? Otros puruṣas han alcanzado el kaivalya cortando los tres nudos, pero para īśvara no hubo ni habrá nunca esclavitud de la que liberarse. Los yoguis liberados han pasado antes por un estado de esclavitud, pero éste no es el caso de īśvara. Los prakṛtilayas pueden volver al estado de esclavitud en el futuro, pero este no es el caso de īśvara. Īśvara es siempre libre, es el ser supremo. Su perfección eterna procede de sattva. ¿Esta perfección se puede probar de alguna forma? Su prueba está en los śāstras. ¿Y cuál es la prueba de la autenticidad de los śāstras? La prueba se halla constatando la perfección de sattva, la causa instrumental inteligente. Entre ambos, los śāstras y el sattva divino, existe una relación sin comienzo. Por esta razón, īśvara siempre es el ser supremo y siempre es libre. Su divino poder no conoce igual ni superior. No puede ser superado por ningún otro poder, pues cualquier poder que lo sobrepasara no sería otra cosa que él mismo. Allí donde se haya la cima del poder está īśvara. Y no puede existir ningún poder semejante al suyo. ¿Por qué razón? Supongamos que existieran dos seres supremos de igual poder y que ambos desearan el mismo objeto. Si uno de ellos lo consiguiera, el otro quedaría rebajado por la frustración de su deseo. Dos seres no pueden poseer el mismo objeto simultáneamente. Eso sería imposible. En consecuencia, solo el que posee el poder que no puede ser igualado ni superado es īśvara. Y es un aspecto de puruṣa.

 

Vyāsa Yoga-Bhāṣya (s. V.)

1.24(25): atha pradhāna-puruṣa-vyatiriktaḥ koyam īśvaro nāmeti?

¿Quién es īśvara que no es ni la naturaleza (pradhāna) ni puruṣa?

De acuerdo con G.M. Koelman, si admitimos que īśvara no responde a ninguna necesidad lógica en el yoga de Patañjali, tampoco podemos mantener que Patañjali mismo o los yoguis en general tengan que ser devotos de īśvara. Lo único que puede afirmarse es que toda la filosofía del yoga y toda su técnica de liberación psicológica tienen una naturaleza atea. Si algún yogui, incluso si todos los yoguis, admiten a īśvara como algún tipo de Dios, esto no sería debido a la doctrina del yoga, sino a las disposiciones religiosas particulares de los yoguis. Podría afirmarse que la técnica del yoga de Patañjali prescinde de que alguien admita o niegue a Dios (Feuerstein, Georg "The Philosophy of Classical Yoga").

 

क्लेशकर्मविपाकाशयैरपरामृष्टः पुरुषविशेष ईश्वरः॥२४॥

kleśakarmavipākāśayair aparāmṛṣṭaḥ puruṣaviśeṣa īśvaraḥ ||24||

El ser supremo es un aspecto diferente del sí-mismo-esencial no afectado por las causas de aflicción, las consecuencias de las acciones o las impresiones residuales resultantes

(Traducción propia)

(Otras traducciones)

Vyaas Houston

Īśvara es una distinción del puruṣasi-mismo, no tocado por las acumulaciones de la fruición del karma-acción (que surge) de los kleśasobstrucciones básicas (causas de dolor)

Georg Feuerstein

El Señor (īśvara) es un Si-mismo especial [porque a Él] no le afectan las causas-de-aflicción (kleśas), la acción y su fruición, y los depósitos (āśaya) [en la memoria profunda que origina los pensamientos, deseos, etc.]

Christopher Chapple y Yogi Ananda Viraj

Īśvara es un puruṣa distinto no tocado por aflicciones, acciones, fruiciones o sus residuos

P. V. Karambelkar

Īśvara (es) un (caso) especial de puruṣa no afectado en absoluto por los kleśas, los karmas, su maduración y su almacenaje

James Haughton Woods

No tocado por los obstáculos, karmas, fruición o por los depósitos-latentes, Īśvara es un tipo especial de Si-mismo

Pandit Usharbudh Arya

Dios es un puruṣa especial no manchado por aflicciones, acciones, fruiciones y la esfera de sus tendencias acumuladas

Fernando Tola y Carmen Dragonetti

El Señor (Īśvara) es un espíritu (puruṣa) particular no afectado por los kleśas, ni por las consecuencias, ni por las acumulaciones (āśaya) de las acciones

Emilio García Buendía

Īśvara es una clase especial de consciencia pura no afectada ni por las causas del sufrimiento, ni por las acciones, ni por los resultados de ellas, ni por los restos pasados de dichas acciones

Oscar Pujol

El Señor es un puruṣa especial que no se ve afectado ni por las aflicciones ni por sus actos; ni por la fructificación [de las acciones] ni por el depósito kármico [de las impresiones latentes]

Shriram Lele

Īśvara es puruṣa, el principio personal y vivificante en el ser humano y en otros seres, el yo, con cualidades distintivas, que no es afectado siquiera por las causas del sufrimiento, las consecuencias de las acciones, sus frutos, o las impresiones residuales resultantes

Chip Hartranft

Īśvara es una clara e incorruptible forma de la pura conciencia, totalmente independiente de la causa y el efecto, y carece de cualquier impresión latente

 

Vocabulario

kleśa-karma-vipākāśayair aparāmṛṣṭaḥ puruṣa-viśeṣa īśvaraḥ

īśvaraḥ (el ser supremo es) puruṣa-viśeṣaḥ (un aspecto diferente del sí-mismo-esencial) aparāmṛṣṭaḥ (no afectado) kleśa-karma-vipāka-āśayaiḥ (por las causas de aflicción, las consecuencias de las acciones o las impresiones residuales)

 

kleśa-: aflicción, dolor, pena, angustia; 1) en sentido general es todo aquello que, adherido a la naturaleza humana, restringe o impide la manifestación de su auténtica naturaleza; obstrucción básica; 2) específicamente, son las cinco causas de aflicción que impiden el conocimiento trascendente y la liberación (avidyā, asmitā, rāga, dveṣa, abhiniveśa).

karma-: acción, ocupación, actividad; 1) acción o actividad consciente; 2) acción de depósito (karmāśaya); 3) resultado de una acción, es decir, el efecto o fruición (karmavipāka) que la sigue.

El término karman tiene tres connotaciones que son diferentes pero relacionadas. En primer lugar, es una acción del sujeto o "actividad volitiva". Cualquier actividad realizada a través de los instrumentos de acción (karmendriya) se refiere a este sentido de karman. Significa un "acto ritual", pero más específicamente "se refiere a la dinámica moral detrás de las intenciones, voliciones, pensamientos y comportamiento de uno". En segundo lugar, se refiere a la acumulación de karman que es como un 'āśaya', (derivado de ā y la raíz 'sī' 'acostarse o descansar'), un 'asiento', 'depósito', 'lugar para dormir' es decir, karmāśaya o 'depósito de acciones' y, en tercer lugar, karman también se refiere a los resultados o fruto de las acciones (karmavipāka) (Pattni, Ramesh A Psychological Understanding of the Yogasūtra of Patañjali (sūtra 1 to 6) with a Comparative Phenomenology of Samādhi and Flow, pag. 87).

vipāka-: maduración, fruición; 1) decadencia, deterioro, 2) efecto o resultado de las acciones.

āśaya (āśayaiḥ): (m, ins, pl) 1) por las acumulaciones, con los depósitos o conjuntos, mediante los depósitos subconscientes; por los residuos o rastros.

aparāmṛṣṭa (aparāmṛṣṭaḥ): (m, nom, sg) no tocado; 1) no afectado; 2) no verse perjudicado o dañado.

puruṣa-: hombre, humano, el sí-mismo-esencial; 1) se asimila al observador o sujeto de las experiencias (dṛṣṭa), a la auténtica naturaleza o naturaleza humana esencial (ātman), a la conciencia-energía o poder que subyace a la conciencia (citiśakti) y al ser interior (adhyātma); 2) lo que permanece consciente reflejándose a sí mismo (pratisaṃvedin) en el intelecto (buddhi).

Puruṣa es el sujeto del conocimiento. El puruṣa encarnado en un individuo entra en contacto con el mundo material exterior, a través de la mente y de sus funciones o procesos. El puruṣa encarnado en el yoguín como en todo hombre es el veedor (dṛṣṭa). En rigor, el término veedor sólo puede emplearse respecto del puruṣa, antes de su aislamiento. Una vez producido el aislamiento sólo puede emplearse el término puruṣa (F. Tola y C. Dragonetti "Yogasūtras de Patañjali", págs. 44 y 86).

viśeṣa (viśeṣaḥ): (m, nom, sg) rasgo distintivo; 1) distinción, cualidad específica, diferencia, característica, especialidad, categoría, peculiaridad, particularidad; 2) particular, determinado, concreto, diferenciado, manifestado, extraordinario, especial, peculiar, "sui-géneris"; 3) aquello que permanece para resolver la ambigüedad.

īśvara (īśvaraḥ): (m, nom, sg); el veedor último, dios, el ser supremo, el señor.

 

Vyāsa Yoga-Bhāṣya (s. V.)

1.24(26): avidyādayaḥ kleśāḥ |

Las causas de aflicción son la ignorancia esencial (y las otras kleśas).

1.24(26): kuśalākuśalāni karmāṇi |

1.24(26): El karma puede ser bueno o malo.

1.24(26): tat-phalaṃ vipākaḥ |

Sus consecuencias son los resultados que proporciona.

1.24(26): tad-anuguṇā vāsanā āśayaḥ |

Las acumulaciones latentes de estas acciones son los impulsos potenciales (vāsanās).

Toda acción (karma) no se agota ni concluye en sí misma, sino que deja un residuo, un rastro (mental, generalmente). Estos residuos o rastros se acumulan, forman un depósito (āśaya), un conjunto de potencialidades. Estos residuos o rastros en un determinado momento, en esta vida o en otra, se actualizan, fructifican o maduran (vipāka), producen un resultado bueno o malo, según la naturaleza moral de la acción realizada. Para el Señor no se dan ni acumulaciones ni fructificaciones de las acciones que pueda llevar a cabo (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de Patañjali", pag 132).

Aunque ambos términos se suelen utilizar de forma intercambiable, los vāsanās parecen referirse a los saṃskāras en estado latente generados en vidas pasadas, los cuales permanecen dormidos, aunque de forma subconsciente moldeando la personalidad, los hábitos y los gustos, mientras que los saṃskāras son las impresiones activas generadas en esta misma vida, a cada momento (Bryant, Edwin F, "The Yoga Sutras of Patañjali", pag 88).

1.24(26): te ca manasi vartamānāḥ puruṣe vyapadiśyante | sa hi tat-phalasya bhokteti |

Todo esto solo existe en la mente pero se atribuye a puruṣa porque es el que experimenta sus resultados.

1.24(26): yathā jayaḥ parājayo vā yoddhṛṣu vartamānaḥ svāmini vyapadiśyate |

Es como cuando la victoria o la derrota en el campo de batalla son atribuidas al soberano.

1.24(26): yo hy anena bhogenāparāmṛṣṭaḥ sa puruṣa-viśeṣa īśvaraḥ |

Īśvara (el ser supremo), que es un aspecto de puruṣa, no resulta afectado por esas experiencias.

En vista de que el yoga brahmánico desde hacía mucho tiempo había visto en la concentración en un dios supremo un medio esencial para alcanzar la paz del alma, el sistema clásico del yoga no podía abstenerse del concepto de dios. En una doctrina que le niega a los liberados toda actividad y hace remontar todos los cambios en el cosmos y en la vida humana a una sustancia primordial que actúa inconscientemente de acuerdo con leyes que le son inmanentes, no había lugar para un creador del mundo, para un juez del mundo, para un regente del mundo, por eso dios solo podía ser concebido como un alma diferente del mundo, eternamente liberada, que sirve de modelo a aquellos que buscan la salvación (Glasenapp, H.V. "La filosofía de los hindúes" pag. 88).

Las características señaladas por Patañjali en este sūtra son propias de todo puruṣa liberado. Lo especial de īśvara, de acuerdo con Vyāsa, consiste en que él nunca ha sido, es, ni será afectado por los kleśa, las consecuencias y las acumulaciones de las acciones (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de Patañjali" pag. 132).

Uno, permaneciendo intacto por la tensión, la acción nacida de la tensión, el fruto nacido de la acción y la acumulación nacida del fruto (que todos juntos forman la psiquis condicionada) se convierte en puruṣa en un sentido especial. Esto especial en el hombre es Dios (Desphande, P.Y. "El auténtico Yoga").

Dios se define como un si-mismo sui generis, y su separación del si-mismo-trascendental "ordinario" o puruṣa se explica en términos negativos: lo absoluto no resulta afectado por ninguna de las modificaciones a las que se somete el puruṣa en base a su implicación con el mundo objetivo y sus productos. Por decirlo de otra forma, īśvara no ha perdido, ni perderá, su condición de trascendencia como pura Conciencia-Existencia. A causa de su "inactividad", que no significa simple abstención de la acción sino quizás la clase de condición que el Bhāgavad Gītā denomina "carencia de acción" o naiskarmya, no se le acumula ningún vipāka (fruto del karma), y por esta misma razón nunca está sujeto a las causas de aflicción que son los concomitantes naturales de cualquier implicación en la existencia fenomenal (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de Patañjali").

1.24(26): kaivalyaṃ prāptās tarhi santi ca bahavaḥ kevalinaḥ |

¿Es īśvara alguien que ha alcanzado la soledad trascendental, como creen algunos?

Īśvara tiene solo funciones religioso-éticas, pero en cambio nada tiene que hacer con el gobierno del mundo, la retribución de los actos buenos y malos, etc., ya que todo esto funciona de por sí, sin intervención divina, en razón del eterno ordenamiento cósmico (Glasenapp, H.V. "La filosofía de los hindúes").

En los aforismos no se encuentra ninguno de los elementos con los cuales ordinariamente se caracteriza el pensamiento de la India y que se hallan, por el contrario, en el Gītā: dioses, ritos, castas, divinización del hombre, irrealidad del mundo, monismo con relativa aniquilación de yo individual. Aparece īśvara, el señor, pero ocupa un lugar secundario. No es creador, ni conservador, ni transformador según la doctrina tradicional del hinduismo. Es un simple maestro (guru). La entrega a él, recomendada cuatro veces, es facultativa ("se puede"). Probablemente se trata de una interpolación (Gardini, Walter "Yoga clásico y psi").

1.24(26): te hi trīṇi bandhanāni chittvā kaivalyaṃ prāptāḥ | īśvarasya ca tat-sambandho na bhūto na bhāvī |

Otros (puruṣas) han alcanzado la soledad trascendental cortando los tres nudos, pero para īśvara no hubo ni habrá nunca esclavitud (de la que liberarse).

1.24(26): yathā muktasya pūrvā bandha-koṭiḥ prajñāyate, naivam īśvarasya |

Los (yoguis) liberados han pasado antes por un estado de esclavitud, pero éste no es el caso de īśvara.

1.24(26): yathā vā prakṛti-līnasyottarā bandha-koṭiḥ sambhāvyate, naivam īśvarasya |

Los que se han fundido con la naturaleza pueden volver al estado de esclavitud en el futuro, pero este no es el caso de īśvara.

1.24(26): sa tu sadaiva muktaḥ sadaiveśvara iti |

Īśvara es siempre libre, es el ser supremo.

1.24(26): yosau prakṛṣṭa-sattvopādānād īśvarasya śāśvatika utkarṣaḥ, sa kiṃ sa-nimitta āho svin nirnimitta iti?

Su perfección eterna procede de la pura luminosidad (sattva). ¿Esta perfección se puede probar de alguna forma?

Según Patañjali, el īśvara es algo similar al Buda del Hīnayāna, que entró en el nirvana sin aditamentos y no interviene de ningún modo en lo que sucede en el mundo, aunque él conduzca a los devotos hacia la salvación por el hecho de que les sirve de objeto de contemplación. Esta concepción de un dios inactivo, que sólo actúa como modelo no podía tampoco con el tiempo satisfacer a los adeptos del Yoga. Los comentaristas, cada vez en mayor grado, modifican esta concepción al incorporar en el concepto de īśvara rasgos que son ajenos al sūtra. Vyāsa, por eso, describe a Dios como un portador de salvación que se envuelve temporalmente en materia sutil de sattva, la cual le sirve de órgano de pensar y de cuerpo, para comunicar a los seres (en el comienzo de un nuevo período cósmico) enseñanzas religiosas. El īśvara puede hacer fluir su gracia sobre el creyente, de modo que se le facilite la obtención de la liberación. Mientras que la actividad del īśvara queda restringida en Vyāsa al ejercicio de funciones soteriológicas, Vācaspatimiśra convierte a Dios también en aquel que produce el surgimiento periódico del mundo a partir de la naturaleza primordial y su reabsorción en la prakṛti, en el conservador del ordenamiento físico y moral del mundo y en el autor de las escrituras reveladas sagradas. Boja ve en el īśvara el gobernante todopoderoso del mundo, del cual depende todo lo que ocurre. Está unido a materia sutil de sattva con una unión que no conoce principio y está en permanente actividad. Él une a los puruṣa con la prakṛti y los separa nuevamente; elimina, para aquellos que han obtenido su gracia con una devoción llena de fe los obstáculos de la liberación y provoca la concentración mental (Glasenapp, H.V. "La filosofía de los hindúes").

1.24(26): tasya śāstraṃ nimittam |

Su prueba está en las sagradas escrituras.

1.24(26): śāstraṃ punaḥ kiṃ-nimittaṃ? prakṛṣṭa-sattva-nimittam |

¿Y cuál es la prueba de la autenticidad de tales escrituras? La prueba se halla constatando la perfección de la mente divina (causa instrumental inteligente).

1.24(26): etayoḥ śāstrotkarṣayor īśvara-sattve vartamānayor anādiḥ sambandhaḥ |

Entre ambas, las escrituras y la perfección divina, presentes en el divino sattva, existe una relación sin comienzo.

1.24(26): etasmād etad bhavati sadaiveśvaraḥ sadaiva mukta iti |

Por esta razón, īśvara siempre es el ser supremo y siempre es libre.

1.24(26): tac ca tasyaiśvaryaṃ sāmyātiśaya-vinirmuktam |

Su divino poder no conoce igual ni superior.

1.24(26): na tāvad aiśvaryāntareṇa tad atiśayyate |

No puede ser superado por ningún otro poder,

1.24(26): yad evātiśayi syāt tad eva tat syāt |

pues cualquier poder que lo sobrepasara no sería otra cosa que él mismo.

1.24(26): tasmād yatra kāṣthā-prāptir aiśvaryasya sa īśvaraḥ |

Allí donde se haya la cima del poder está el ser supremo.

1.24(26): na ca tat-samānam aiśvaryam asti |

Y no puede existir ningún poder semejante al suyo.

1.24(26): kasmāt? dvayos tulyayor ekasmin yugapat kāmiterthe navam idam astu purāṇam idam

¿Por qué razón? Supongamos que existieran dos seres supremos de igual poder y que ambos desearan el mismo objeto.

1.24(26): astv ity ekasya siddhāv itarasya prākāmya-vidhātād ūnatvaṃ prasaktam |

Si uno de ellos lo consiguiera, el otro quedaría rebajado por la frustración de su deseo.

1.24(26): dvayoś ca tulyayor yugapat kāmitārtha-prāptir nāsti |

Dos seres no pueden poseer el mismo objeto simultáneamente.

1.24(26): arthasya viruddhatvāt |

Eso sería imposible.

1.24(26): tasmād yasya sāmyātiśayair vinirmuktam aiśvaryaṃ sa eveśvaraḥ |

En consecuencia, solo el que posee el poder que no puede ser igualado ni superado es īśvara.

1.24(26): sa ca puruṣa-viśeṣa iti ||24||

Y es un aspecto de puruṣa.

Según Vācaspati, Dios es un alma particular que carece por completo de toda clase de defectos o deficiencias, y posee, en cambio, todos los atributos de la perfección y todos los poderes. Él es como un padre para las criaturas. Dios es el sostén, por así decirlo, del karma, en cuanto vela para que éste alcance la propia madurez en el momento oportuno. Dios es la causa eficiente de todo y, en cuanto tal, el presupuesto de las otras causas (samavāyin y asamavāyin), la causa material propiamente dicha, la materia, los átomos y su combinación en los productos que de ellos derivan, del mismo modo que el algodón es la causa eficiente de la tela, y los hilos y su cohesión son necesariamente samavāyikāraṇa y asamavāyikāraṇa. No hay necesidad de una demostración particular para afirmar la existencia de Dios, porque cuando se ha demostrado que él es la causa primera, implícitamente se ha demostrado también su existencia. No se puede dudar de que él sea la causa eficiente absoluta, porque los otros principios afirmados por algunas escuelas, como el tiempo, la naturaleza (prakṛti), el karma, los átomos, etc., no son inteligentes. Nosotros observamos en la misma experiencia ordinaria, que ningún objeto o instrumento ininteligente viene a ser causa de algo, de no ser empleado por un hacedor inteligente; del mismo modo, estos principios postulados por otras escuelas, al no ser inteligentes, podrán ser la causa material, pero no la causa primera, la cual no puede no ser inteligente. Causa primera es aquella cuya presencia implica la actividad de la causa material y cuya ausencia lleva aparejada la inactividad de dicha causa material. Y no se puede decir que si esta inactividad se manifiesta, sea debido a algunos impedimentos sobreañadidos. Tampoco es justo objetar que Dios no puede ser el hacedor por cuanto ser hacedor implica un movimiento, y en Dios, en cuanto incorpóreo, no puede darse movimiento alguno y, por tanto, ni siquiera acción. No es justo, se dice, porque la acción puede entenderse en el sentido expresado por el verbo, y, en tal caso, el argumento de los negadores de Dios es necio, porque en toda expresión se halla implícito un agente, el sujeto, y una acción, es decir, el verbo: Dios crea. Si luego se entiende la acción como movimiento, el argumento es inconcluyente, porque pueden existir causas en movimiento y causas inmóviles. Algunas causas crean un nuevo orden de cosas, apenas ha cesado su movimiento, en el sentido de que las cosas que éste ha colocado juntas se combinan hasta el punto de formar un nuevo objeto. Pero igualmente se dan causas móviles, como sucede cuando un objeto se mezcla con otro y de este modo se pone en estado de reposo y crea en aquél una nueva situación. Los ateos pueden preguntar si Dios, en cuanto hacedor, es determinado por algún estímulo o es autónomo, porque si es determinado, por ejemplo, por el bien o por el mal, por el karma en suma, entonces no es el hacedor de aquello con lo que crea; si, por el contrario, es autónomo, el karma es ineficaz. Pero entonces, ¿por qué crea? Porque este impulso hacia la creación constituye su propia y esencial naturaleza. Dios es una sustancia que tiene por cualidad la inteligencia, sin que ello signifique que es un alma entre tantas, porque posee otra propiedad que no tienen las almas humanas: sus pensamientos son eternos, a diferencia de los de las almas corrientes, que son transitorios. Son eternos en cuanto no los suscita ningún objeto externo, como les sucede a los pensamientos de las otras almas, alumbrados en virtud de un estímulo exterior. El pensamiento de Dios comprende, por tanto, el presente, el pasado y el futuro; es absoluta contemplación, no es inductivo. Por esto está libre de sensaciones y pasiones, y no puede tener deseos. De él no puede decirse que esté ligado, como las almas que transmigran en el saṃsāra, porque en él no hay sombra de pasión. Ni siquiera es un alma que se pueda decir liberada, porque nunca estuvo ligada al saṃsāra (Tucci, Giuseppe "Historia de la filosofía hindú").

 

Bhoja Rāja-Mārtanda (1018-1060)

||1.24|| kliśnantīti klēśā avidyādayō vakṣyamāṇāḥ. vihitapratiṣiddhavyāmiśrarūpāṇi karmāṇi. vipacyanta iti vipākāḥ karmaphalāni jātyāyurbhōgāḥ. ā phalavipākāccittabhūmau śērata ityāśayā vāsanākhyāḥ saṅskārāstairaparāmṛṣṭastriṣvapi kālēṣu ca saṅspṛṣṭaḥ. puruṣaviśēṣaḥ -- anyēbhyaḥ puruṣēbhyō viśiṣyata iti viśēṣaḥ. īśvara īśanaśīla icchāmātrēṇa sakalajagaduddharaṇakṣamaḥ. yadyapi sarvēṣāmātmanāṅ klēśādisparśō nāsti tathāpi cittagatāstēṣāmapadiśyatē. yathā yōddhṛgatau jayaparājayau svāminaḥ. asya tu triṣvapi kālēṣu tathāvidhō.pi klēśādiparāmarśō nāsti. ataḥ sa vilakṣaṇa ēva bhagavānīśvaraḥ. tasya ca tathāvidhamaiśvaryyamanādēḥ sattvōtkarṣāt. tasya sattvōtkarṣaśca prakṛṣṭājjñānādēva. na ca anayōrjñānaiśvaryyayōritarētarāśrayatvaṅ, parasparānapēkṣatvāt. tē dvē jñānaiśvaryē īśvarasattvē vartamānē anādibhūtē, tēna ca tathāvidhēna sattvēna tasyānādirēva sambandhaḥ prakṛtipuruṣasaṅyōgaviyōgayōrīśvarēcchāvyatirēkēṇānupapattēḥ yathētarēṣāṅ prāṇināṅ sukhaduḥkhamōhātmakatayā pariṇataṅ cittaṅ nirmalē sāttvikē dharmātmaprakhyē pratisaṅkrāntaṅ cicchāyāsaṅkrāntē saṅvēdyaṅ bhavati naivamīśvarasya, tasya kēvala ēva sāttvikaḥ pariṇāma utkarṣavānanādisaṅbandhēna bhōgyatayā vyavasthitaḥ, ataḥ puruṣāntaravilakṣaṇatayā sa ēvēśvaraḥ. muktātmānāṅ tu punaḥ klēśādiyōgastaistaiḥ śāstrōktairupāyairnivartitaḥ. asya punaḥ sarvadaiva tathāvidhatvānna muktātmatulyatvam. na cēśvarāṇāmanēkatvaṅ, tēṣāṅ tulyatvē bhinnābhiprāyatvātkāryasyaivānupapattēḥ. utkarṣāpakarṣayuktatvē ca ēvōtkṛṣṭaḥ sa ēvēśvarastatraiva kāṣṭhāprāptatvādaiśvaryasya.

Las imperfecciones naturales son aquellas que afectan la existencia. Son la ignorancia, etc., que serán descritas más adelante. Las acciones se refieren a lo que es conforme a las normas y a lo que va en contra de ellas, así como a sus formas mixtas. Los frutos (vipāka) son el resultado (phala) de las acciones, su maduración; y son el nacimiento, la duración y el goce de la vida. Lo que queda depositado en la mente hasta su maduración como frutos, constituye la acumulación, es decir, impresiones residuales (vāsanā) e impresiones latentes (saṃskāra). Inafectado, quiere decir, no tocado por esto, en los tres tiempos. Ser espiritual (puruṣa) especial, es el que se diferencia de todo otro ser espiritual. Tal es el sentido de la palabra distinción. Ser supremo (īśvara), es aquél cuya naturaleza esencial es la potestad; es aquél por medio de cuyo solo deseo el mundo entero alcanza la liberación. Y aun cuando el contacto con las imperfecciones naturales no afecta a todas las almas, sin embargo, hay indicios de éstas en toda mente, tal como atañen también al jefe, las victorias y las derrotas obtenidas por los combatientes. En el caso de este Ser Espiritual, no hay ningún contacto con las imperfecciones naturales en los tres tiempos, por lo que el ser supremo (īśvara) es de manera eminente el Santo Señor (Bhagavant). Su poderío, que adopta toda forma, se debe a la predominancia inmemorial de la cualidad pura (sattva). Esta predominancia de la pureza proviene, ciertamente, de su suprema capacidad de conocimiento (jñāna). Estas dos cosas, el conocimiento y la potestad, habitan eternamente en la pureza del ser supremo. Y su relación con esa pureza es eterna, porque la unión y la separación de la naturaleza primordial (prakṛti) y del sí-mismo-esencial (puruṣa), no es posible en contra del deseo del señor de los yoguis (yogeśvara). Para los demás seres vivientes, la mente, sometida a las modificaciones debidas al placer, el dolor y la confusión, se vuelve conocedora sólo al ser alcanzada, en el cuerpo del yogui, por el reflejo del sí-mismo-esencial. Pero no, por cierto, en el caso del ser supremo. En él permanece sólo un proceso caracterizado por la pureza, originado por la unión sempiterna con la idea de la fruición. Por eso, porque es diferente de los otros puruṣas, es el ser supremo. Por otro lado, en el caso de las almas liberadas, la dependencia de parte de las imperfecciones naturales es eliminada por medio de las enseñanzas de los tratados. Pero no hay similitud en su caso con las almas liberadas, pues él ha sido siempre de tal condición. Y no hay múltiples señores, incluso proponiendo su similitud, porque esto implicaría la destrucción de la diferencia, no existiendo la posibilidad de tal acción. Si tenemos en cuenta las ideas de supremacía y de abatimiento, es la supremacía la que le corresponde al ser supremo, porque en él logra la potestad su más alto grado.

 

Śaṅkara Bhagavatpāda Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)

El efecto fundamental del karma es la experiencia del nacimiento y la vida humana. Las causas de aflicción, las acciones y sus consecuencias permanecen latentes (pero dinámicas y efectivas) hasta que son totalmente disueltas y constituyen las acumulaciones (āśaya) de las que habla el sūtra.

 

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