Yoga
Sūtras
Aforismos sobre Yoga de Patañjali
Inicio-Home | Āsanas | Prāṇāyāma | Meditación | YOGA SŪTRAS | Darśana
SAMĀDHI PĀDA | Sādhana Pāda | Vibhūti
Pāda | Kaivalya
Pāda | Vocabulario
| Bibliografía
Actualizado:
agosto, 2022
Pātañjalayogaśāstra (tatra niratiśayaṃ
sarvajñatvabījam)
29. Además,
en īśvara la potencialidad de omnisciencia es
insuperable. Todo conocimiento cierto, pasado, presente, futuro, o
procedente de la percepción extrasensorial, sea colectivo o personal, contiene
la potencialidad de omnisciencia; el que lo posee en máximo grado es
omnisciente. La potencialidad de omnisciencia puede alcanzar el máximo nivel
porque se desarrolla de forma gradual, es algo mensurable capaz de aumentar
indefinidamente.
30. Īśvara en quien jñāna alcanza el máximo
nivel, es omnisciente. Y
es un aspecto de puruṣa. Mediante anumāna se puede llegar a conocimientos universales, como que un
ser omnisciente puede existir y llegar a su fin; pero no puede pronunciarse
sobre datos concretos acerca de dicho ser. Los datos concretos acerca de īśvara, solo son conocidos mediante āgama. Īśvara no tiene ninguna necesidad especial; lo
que motiva su acción es la compasión por los seres vivos.
31. En su deseo por salvarlos mostrándoles jñāna y dharma, en la disolución del fin de los
tiempos, en la gran disolución, īśvara decide: "los salvaré, atrapados como están en el saṃsāra". En este sentido, Pañcaśikha dice: "el primer liberado, Kapila, asumió
por compasión un estado mental como supremo sabio, a fin de revelar la doctrina
a su discípulo, Āsuri".
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
1.25(29):
kiṃ ca,
Además,
तत्र निरतिशयं
सर्वज्ञवीजम्॥२५॥
tatra niratiśayaṃ
sarvajñatvabījam ||25||
En él (en el ser
supremo) la potencialidad de omnisciencia es insuperable
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
Allí (en
īśvara), la semilla de
omnisciencia es insuperable |
Georg
Feuerstein |
En Él la semilla de omnisciencia es
insuperable |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
Allí la semilla de omnisciencia es
insuperable |
P.
V. Karambelkar |
En él (īśvara) está la insuperable fuente de (todo) sarvajña (individual omnisciente) |
James
Haughton Woods |
En éste [Īśvara] el germen omnisciente
alcanza su mayor excelencia |
Pandit
Usharbudh Arya |
En Él la semilla de omnisciente es
última e insuperable |
Fernando
Tola y Carmen Dragonetti |
En Él se da en sumo grado la semilla
(bīja) de omnisciente (sarvajña) |
Emilio
García Buendía |
En éste (Īśvara) la semilla de la omnisciencia (es) insuperable |
Oscar
Pujol |
En Él se encuentra en grado sumo la
semilla de la omnisciencia |
Shriram Lele |
El origen de la omnisciencia, de
todo el conocimiento que no puede excederse o superarse, reside en este puruṣa-viśeṣa,
īśvara |
Chip Hartranft |
Su independencia hace que esta pura
conciencia sea una incomparable fuente de omnisciencia |
—Es probable que Patañjali solo se refiera aquí al
hecho de que, a diferencia del conocimiento del puruṣa ordinario, el conocimiento de īśvara
es perfecto y
continuo, es decir, ininterrumpido por prakṛti,
puesto que īśvara en ningún momento,
ni siquiera por un solo instante, cae víctima de la nesciencia (avidyā).
Puede ser que este aforismo tenga que ver, no tanto con una clasificación de la
conciencia, lo cual tendría poco sentido, como con la afirmación de que lo que
constituye un potencial para el ser ordinario es permanente actualidad para īśvara
(Feuerstein, Georg
"The Philosophy of Classical Yoga").
—Cuando puruṣa está vinculado con prakṛti, el puruṣa es el que conoce y la prakṛti el objeto de su conocimiento; cuando
el puruṣa se encuentra en el estado de kaivalya, no se da ningún conocimiento para
él, pues está más allá de todo conocimiento ya que esta desvinculado de la prakṛti, la cual constituye el único objeto
posible de su conocimiento. Pero siempre existe en él la posibilidad de
conocer, que constituye la cualidad esencial de su naturaleza y que se
reactualizaría si entrara nuevamente en contacto con ella. Si el puruṣa entra en contacto con la prakṛti, tiene la posibilidad de conocer,
pero su conocimiento estará limitado a una porción o aspecto de la prakṛti, precisamente por las limitaciones
que la propia encarnación produce en él. Īśvara, en ese caso, tendría la posibilidad
de la omnisciencia, es decir, conocería la prakṛti en su totalidad (Tola y Dragonetti,
"Yogasutras de Patañjali").
—Según Boja, en la experiencia
habitual captamos las cualidades de modo limitado; así, lo pequeño tiende a lo
ínfimo: el átomo; y lo grande tiende a lo máximo: el espacio infinito. Por
ello, debe concebirse también que la inteligencia tiende de modo constante a la
superación y al acrecentamiento, requiriéndose como término absoluto una
inteligencia máxima que solo puede concebirse como īśvara
(Font, J.G. "Dioses, ideas y
símbolos de
Vocabulario
tatra niratiśayaṃ sarva-jñatva-bījam
tatra (allí) sarvajñatva-bījam (la potencialidad de omnisciencia) niratiśayaṃ (es insuperable)
tatra: (indecl) ahí, en aquello, en eso, allí, en ese caso, en
esa ocasión, de acuerdo a algo.
niratiśaya
(niratiśayaṃ):
(n, nom, sg) insuperable, en
sumo grado, excelente.
sarvajñatva-: que todo lo conoce, omnisciente.
bīja (bījam): (n, nom, sg) semilla,
origen, germen; 1) causa,
fuente; 2) posibilidad, potencialidad.
Otras variaciones
del texto original:
tatra niratiśayaṃ sarvajña-bījam
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
1.25(29): yad idam atītānāgata-pratyutpanna-pratyeka-samuccayātīndriya-grahaṇam
alpaṃ bahv iti
sarvajña-bījam etad dhi vardhamānaṃ
yatra niratiśayaṃ sa sarvajñaḥ |
Todo
conocimiento cierto, pasado, presente, futuro, o procedente de la percepción
extrasensorial, sea colectivo o personal, contiene la potencialidad de
omnisciencia; el que lo posee en máximo grado es omnisciente.
1.25(29): asti kāṣṭhā-prāptiḥ
sarvajña-bījasya sātiśayatvāt
parimāṇavad iti |
La
potencialidad de omnisciencia puede alcanzar el máximo nivel porque se
desarrolla de forma gradual, es algo mensurable capaz de aumentar
indefinidamente.
—Patañjali no dice que el Īśvara del Yoga es omnisciente, ya que esa
omnisciencia supondría un constante contacto con la prakṛti, que por su naturaleza es el objeto
de todo conocimiento; y supondría, por consiguiente, que nunca se da para el Īśvara el estado de aislamiento. Es por esta razón
que Patañjali solo afirma la existencia en el Īśvara de una semilla o posibilidad de omnisciencia
(Tola y Dragonetti, "Yogasutras de Patañjali", pag 136).
1.25(30): yatra kāṣṭhā-prāptir
jñānasya sa sarvajñaḥ |
Aquello (īśvara) en que el conocimiento alcanza el
máximo nivel, es omnisciente.
—Los puruṣas,
si entran en contacto con la prakṛti,
tienen la posibilidad de conocer, de ser sujetos del conocimiento, pero su
conocimiento será un conocimiento limitado a una porción o aspecto de la prakṛti, precisamente por las limitaciones
que la propia encarnación produce en ellos. El Īśvara,
si entrase en contacto con la materia, tendría la posibilidad de la
omnisciencia, de ser sujeto de un conocimiento de todo, es decir que su
conocimiento sería el conocimiento de la prakṛti
en su totalidad, sin limitación de ninguna especie (Tola y Dragonetti,
"Yogasutras de Patañjali", pag 135).
—Hay un impulso muy poderoso para
sobrepasar las enseñanzas, las ideas recibidas, los prejuicios, para retornar
al origen, al descubrimiento del sentido inmanente que hay en todas las
doctrinas o, si se quiere, un impulso para captar que no hay ningún origen
histórico, ningún secreto, sino que hay algo así como un "No
comienzo" fundamental que da su medida al resto, y a partir de ahí aparece
como una especie de "Sin precedente", de límite "No
sobrepasable". Así, Dios parece ser un Principio, una Ley, como la del
"movimiento continuo" del pensamiento. Evidentemente esta ley no
puede traducirse en fórmulas como "Esto", sino más bien como una
"Persona" que entrega por si misma o mediante algunos
"profetas" un mensaje que se puede formular. Por eso el aforismo no
habla directamente de Dios diciendo: "Dios es la fuente inconmensurable de
todo conocimiento". Sino que dice: "En Él está el Origen
inconmensurable, incognoscible (niratiśaya), del conocimiento", puesto que
Él está siempre más lejos, trascendente, más allá incluso que la omnisciencia.
Al mismo tiempo, no es verdad que Dios sea la fuente de todos los conocimientos,
sino que es el principio del conocer (Geenens, Philippe "Viniyoga").
1.25(30): sa ca puruṣa-viśeṣa
iti |
Y es un aspecto de puruṣa.
1.25(30): sāmānya-mātropasaṃhāre
ca kṛtopakṣayam anumānaṃ
na viśeṣa-pratipattau samartham
iti |
Mediante la
inferencia se puede llegar a conocimientos universales, como que un ser
omnisciente puede existir y llegar a su fin; pero no puede pronunciarse sobre
datos concretos acerca de dicho ser.
1.25(30): yasya saṃjñādi-viśeṣa-pratipattir āgamataḥ paryanveṣyā,
Los datos concretos
(acerca del ser omnisciente), solo son conocidos mediante las escrituras
sagradas (āgama).
1.25(30): tasyātmānugrahābhāve’pi
bhūtānugrahaḥ prayojanaṃ,
(Īśvara) no tiene ninguna necesidad especial; lo que motiva su
acción es la compasión por los seres vivos.
1.25(31): jñāna-dharmopadeśena
kalpa-pralaya-mahā-pralayeṣu saṃsāriṇaḥ puruṣānuddhariṣyāmīti
|
En su deseo por
salvarlos mostrándoles el conocimiento y el dharma (la acción correcta), en la disolución del fin de los tiempos, en la gran disolución, (īśvara) decide: "los salvaré, atrapados como están en el saṃsāra".
1.25(31): tathā coktaṃ—ādi-vidvān nirmāṇa-cittam adhiṣṭhāya
kāruṇyād bhagavān
paramarṣir āsuraye
jijñāsamānāya tantraṃ provāca iti ||25||
En este sentido, (Pañcaśikha) dice: "el
primer liberado (Kapila) asumió por compasión un estado mental como supremo sabio, a fin de revelar la doctrina (tantra) a su discípulo (Āsuri)".
Bhoja —
Rāja-Mārtanda (1018-1060)
||1.25|| tasminbhagavati sarvajñatvasya yadbījamatītānāgatādigrahaṇasyālpatvaṅ
mahattvaṅ ca mūlatvādbījamiva
bījaṅ tattatra niratiśayaṅ kāṣṭhāṅ
prāptam. dṛṣṭā hyalpatvamahattvādīnāṅ
dharmāṇāṅ sātiśayānāṅ
kāṣṭhāprāptiḥ.
yathā paramāṇābalpatvasyā||kāśē paramamahattvasya.
ēvaṅ jñānādayō.pi
cittadharmāstāratamyēna paridṛśyamānāḥ kvacinniratiśayatāmāsādayanti. yatra caitē niratiśayāḥ
sa īśvaraḥ. yadyapi sāmānyamātrē.numānamātrasya paryavasitatvānna viśēṣāvagatiḥ
saṅbhavati tathā.pi
śāstrādasya sarvajñatvādayō
viśēṣā avagantavyāḥ.
tasya svaprayōjanābhāvē kathaṅ prakṛtipuruṣayōḥ
saṅyōgaviyōgāvāpādayatīti
nā||śaṅkanīyaṅ, tasya kāruṇikatvādbhūtānugraha ēva prayōjanam. kalpapralayamahāpralayēṣu niḥśēṣānsaṅsāriṇa
uddhariṣyāmīti tasyādhyavasāyaḥ.
yadyasyēṣṭaṅ tattasya prayōjanam.
En el ser supremo
alcanza su absolutez, su más alta perfección, la semilla de lo omnisciente, con
respecto de lo infinitamente pequeño y con respecto de lo infinitamente grande,
así como con respecto del conocimiento del pasado y de lo aún no manifestado.
Puesto que, como una semilla, es el origen; por eso es llamado semilla. Es bien
sabido que existe un límite de perfección con respecto a las cualidades de
pequeñez y de grandeza, por el hecho de tener grados. Así, el límite de la
pequeñez se da en los átomos, y el de la grandeza en el firmamento. De igual
modo, también habrán de llegar a un límite de perfección el conocimiento y las
otras cualidades manifestadas de la mente, desde un punto comparativo. El ser
supremo es el punto en que ellas alcanzan este límite de perfección. Si bien es
cierto que no se puede concluir de aquí la existencia de un ser preciso, debido
al carácter general de esta inferencia, es posible, sin embargo, conocer su
omnisciencia y sus otras cualidades por medio de los tratados tradicionales (śāstra).
Pero, ¿cómo así, puede él ser causa de la unión y la desunión de la naturaleza
primordial y del “sí-mismo-esencial”, sin tener él mismo motivo para ello? No
se deben tener tales dudas. El motivo que da lugar al universo se encuentra en
su compasión. Tal motivo nace del pensamiento: “El universo ha de ser rescatado
periódicamente, con ocasión de las mayores y menores disoluciones cósmicas (pralaya)”.
Su motivación está dada por el deseo de cada ser. Luego de haber tratado de la
naturaleza propia y de las pruebas de la existencia del ser supremo, pasa ahora
a explicar su gloria.
Śaṅkara
Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
¿Qué es lo que
alcanza tal grado de trascendencia en el ser supremo antes descrito? Todo
conocimiento cierto, ya sea por percepción o por inferencia, pasado, presente o
futuro, o proceda del campo supra sensorial. Como el pasado y el futuro forman
parte de lo que está más allá de los sentidos, estas percepciones se denominan
extrasensoriales. Estas percepciones extrasensoriales son de tres clases: las
del plano sutil, las del plano oculto y las del plano distante. El conocimiento
limitado, sea grande o pequeño, puede aumentar por la sencilla razón de que
presenta diversos grados, y por eso es la semilla de la omnisciencia, como el
conocimiento del humo es la semilla o causa del conocimiento del fuego. Solo es
verdaderamente omnisciente el que alcanza el límite supremo (de este tipo de
conocimiento limitado). Estas frases se refieren siempre a un conocedor que se
supone implícito en todos estos tipos de conocimiento. Lo mismo ocurre con el
poder. Posee grados y puede aumentar, hasta llegar a la omnipotencia cuando
alcanza el límite. Por eso se afirma que hay un creador que controla también el
mantenimiento y disolución del mundo. Aquél en el que este poder alcanza el
grado máximo es el ser supremo (īśvara). Y la perfección es la ausencia del defecto (doṣa) de las ilusiones (viparyaya), como la impotencia.
Objeción: si fuera así, en este ser supremo también se daría la
perfección de la ignorancia (ajñāna), al aumentar (esta propiedad) hasta el límite de la
perfección en su propia naturaleza.
Respuesta: No, por cierto, porque la ignorancia se opone al
conocimiento, y estos dos opuestos no pueden coexistir en un mismo ser. Puesto
que el conocimiento predomina sobre la ignorancia, ésta resulta imposible.
Cuando aumenta la luz, la oscuridad solo puede reducirse.
Objeción: Lo contrario también podría entenderse.
Respuesta: No, porque cuando hay luz, no podemos ver la oscuridad.
Cuando domina la oscuridad, puede desaparecer por la luz, pero la luz jamás
puede ser superada por la oscuridad. Incluso en la estación lluviosa, cuando el
sol no aparece por estar cubierto de nubes, existe sin embargo una posibilidad
de visión; la propia luz no es totalmente superada, como lo es la oscuridad
(por la luz). Por tanto, la ignorancia no puede existir cuando el conocimiento
aumenta, como la oscuridad no puede existir en el sol; la causa material (upādāna) del conocimiento es sattvaguṇa, que siempre supera a las otras dos guṇas, rajas y tamas. Por otro lado, no puede producirse un incremento de
ignorancia como tal, porque su objeto no es algo real; mientras que sí puede
producirse un crecimiento del conocimiento, cuyo objeto son las cosas reales.
Si la ignorancia tuviera como objeto algo real, sería un conocimiento.
Objeción: podría decirse que la ignorancia alcanza su perfección en
los seres inanimados.
Respuesta: eso no puede considerarse una perfección, sino la
completa ausencia de conocimiento, y nada más que eso. Si la ignorancia pudiera
alcanzar la perfección, un millar de repeticiones de esa ignorancia no podrían
ser despejadas por un simple conocimiento y, sin embargo, así ocurre. En caso
contrario, el conocimiento debería repetirse el correspondiente número de veces
hasta desterrar la ignorancia (cosa que no es precisa). En consecuencia, por su
propia naturaleza, la ignorancia no puede alcanzar ninguna perfección.
Cualquier cosa que
admita grados puede aumentar hasta que se logre el último de ellos; las
dimensiones de las cosas materiales tienen su límite en la infinitud del
espacio. Hay una entidad que posee percepción directa de cada uno de los
objetos de conocimiento y de todos ellos en conjunto. Solo porque las cosas son
cognoscibles, el hombre busca su conocimiento, como cuando mira cualquier
objeto, por ejemplo una jarra. La tierra en su conjunto también es algo
producido, puesto que tiene partes, como la jarra. De forma que el mundo ha
sido construido por quien conoce todas las clases distintas de seres vivos, sus
karmas,
sus medios y sus consecuencias, y se ha determinado como un lugar adecuado para
que dichos seres lo experimenten, como el que construye un palacio para que la
gente viva en él. La tierra ha sido creada por alguien que sabe lo que debe
experimentar la multitud de seres vivos, como el arroz y la cebada que cultiva
el granjero para que otros se alimenten. Estos dos ejemplos demuestran que la
morada de todos los seres vivos, la tierra con sus montañas y sus ríos, ha sido
creada por un singular maestro artesano que la ha adaptado para que los que
viven en ella puedan tener las experiencias adecuadas. El ser supremo
omnisciente está libre del saṃsāra porque carece de ignorancia, igual que un hombre
realizado; está libre de causas de aflicción, etc., porque su conocimiento no
encuentra límites, como un yogui perfecto. Por estar libre de la ignorancia (avidyā) y de las obstrucciones de los kleśas, es evidente que posee un perfecto conocimiento de todos
los objetos sin necesidad de sentidos intermedios, como la vista, etc. La mente
omnipermeante del ser supremo (īśvara) está en contacto simultáneo con todos los objetos, y puede
percibir cualquier cosa. No existe razón alguna para que no perciba la
totalidad de las cosas. No puede tener obstrucciones mediante objetos toscos,
porque su mente está en contacto con todas las cosas. Puesto que existe una
infinidad de objetos, también existe una infinidad de apariciones y
desapariciones, de recuerdos y propósitos; pero sus procesos mentales son como
la luz del sol que da forma a los objetos. Su mente sátvica no se encuentra impedida por ninguna capa de kleśas u otras cosas que surjan del contacto con el adharma. Por ejemplo, una lámpara colocada bajo una jarra con
agujeros ilumina el exterior a través de dichos agujeros; pero si a esa misma
lámpara se le retira la jarra que la cubre, ilumina todo sin las limitaciones
de los agujeros. Lo mismo ocurre con el sattva del
ser supremo, que no habiendo sido afectado por las causas de aflicción (kleśas), etc., tiene percepción de todas las cosas al mismo
tiempo, puesto que no hay causa que le impida contemplar ningún objeto
particular. Por tanto no hay problema en superar o no cualquier limitación. En
consecuencia, se afirma que hay un ser supremo (parameśvara), cuyo dominio es ilimitado en poder y conocimiento. Más
aún, afirmando que no hay omnisciencia divina, descubrimos el reconocimiento de
la misma, porque es imposible negar lo que no tiene ningún significado. La
palabra "no" no tiene sentido por sí misma. Cuando se dice que el ser
supremo "no" es omnisciente, en esas palabras se está admitiendo, de
hecho, alguna omnisciencia de alguien distinto al ser supremo. Y cuando se dice
que la liebre no tiene cuernos, o que la mujer estéril no tiene hijos, o que no
hay flores en el espacio, tanto los cuernos, como los hijos, como las flores,
existen en alguna parte; solo se niegan en relación con sus sujetos
respectivos. Lo mismo ocurre en este caso. Cuando se dice "el ser supremo
no es omnisciente", aunque negamos la relación entre el significado de
"ser supremo" y el significado de "omnisciencia", estamos
aceptando la omnisciencia en relación con algún sujeto distinto al ser supremo.
A menos que los objetos citados se acepten como existentes, no se podrá negar
esa relación. Por tanto, se está negando una existencia probada y presentando
como no demostrada, lo que es absolutamente inútil, porque no pueden negarse
los significados universalmente aceptados de "ser supremo" y de
"omnisciencia". Negar la infinita extensión del espacio,
universalmente aceptada, con la frase "no hay un espacio de infinita
extensión", y proponer luego que (el espacio) existe en las medidas
limitadas de los objetos, no es razonable. Cuando se niegan el ser supremo y la
omnisciencia, esta proposición está siendo refutada con esas mismas palabras,
porque se está aceptando "ser supremo" y "omnisciencia" en
sus significados convencionales. No es posible que el fuego no sea el
significado de la palabra “fuego”.
—Es curiosa la identificación de īśvara
con ātman,
que sólo puede sostener un advaita como Śaṅkara.
Para el vedānta advaita, Dios (īśvara, el ser supremo) no es un objeto
supremo que se encuentre fuera de la conciencia, sino que es la propia
conciencia (cit)
que se halla dentro y fuera del individuo. El Yoga no se preocupa en determinar
si īśvara
está dentro o fuera de la mente, porque admite
con el sāṃkhya la realidad originaria del
"tándem" puruṣa-prakṛti, pero el advaita
aclara decisivamente este "error" (Ballesteros Arranz, Ernesto
"Yogasutras de Patañjali").
© Yogadarshana – Yoga y
Meditación