Yoga Sūtras
Aforismos sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado:
junio, 2022
Pātañjalayogaśāstra (viṣayavatī
vā pravṛttir utpannā manasaḥ sthitinibandhanī)
39. O bien, citta se mantiene estable en cuanto se produce un pravṛtti en el
ámbito sensorial. Cuando se
consigue la concentración en la punta de la nariz, se produce un pravṛtti olfativo; en
la punta de la lengua, gustativo; en el paladar, visual; en el
centro de la lengua, táctil;
3940.
en la raíz de la lengua, auditivo. Al producirse estos pravṛttis, citta consigue estabilidad, supera las
dudas y se constituye como un medio para el prajñā que surge en samādhi.
40. Del mismo modo, al desarrollar pravṛttis orientados
hacia objetos tales como la luna, el sol, un planeta, piedras preciosas o rayos
de luz, debe considerarse que tales actividades se apropian realmente de los
objetos. Incluso si, efectivamente, se conoce la esencia de los objetos como
realmente son a través de los śāstras y por anumāna o incluso gracias a āgama, ya que todos estos tienen el poder de revelar los
objetos como son, no es menos verdad que sigue siendo incomprensible en la
medida en que una parte de todas estas cosas reveladas por la tradición no se
conoce a través de los indriyas. Además, todo esto no permite una comprensión
definitiva de realidades más sutiles como apavarga. Por ello, con vistas únicamente a
fortalecer la confianza del practicante respecto de los śāstras, anumāna y āgama, es necesario que un objeto
concreto se convierta realmente para el practicante en objeto de percepción. Entonces, si y sólo si hay percepción de un aspecto de tal o cual
objeto enseñado por éstos medios (los śāstras, etc.), en consecuencia, todos los objetos más
sutiles como apavarga son estimados con confianza. Es solamente con este fin que se
aconseja la purificación de citta. Cuando se practican estas actividades poco
corrientes y está presente el desapego llamado vaśīkāra, entonces citta se hace realmente capaz de percibir estos distintos
objetos. En ese momento y sin dificultad, surgen śraddhā, vīrya, smṛti, samādhi, etc.
विषयवती
वा प्रवृत्तिरुत्पन्ना
मनसः स्थितिनिबन्धिनी॥३५॥
viṣayavatī
vā pravṛttir utpannā manasaḥ sthitinibandhanī ||35||
O bien, la mente se
mantiene estable en cuanto se produce un proceso mental intenso en el ámbito
sensorial
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas Houston |
También,
una pravṛtti-cognición que surja, relacionado con un objeto sensible,
mantiene la estabilidad de la mente, (clarifica citta) |
Georg Feuerstein |
O [cuando sucede la condición de
restricción] ha surgido una actividad centrada en el objeto que mantiene
estable la mente |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
O la fijación estable del órgano
mental surge en la actividad de participación con una condición |
P. V. Karambelkar |
O una tendencia (intensa actividad) (de
la mente) llena de contenido, (si) se produce, la vincula al estado de
(estabilización) mental |
James Haughton Woods |
O [gana
estabilidad cuando] surge una actividad sensorial conectada con un [y] conduciendo al órgano-central a una relación
de estabilidad |
Pandit Usharbudh Arya |
La llegada de la percepción directa
y la experiencia de lo sutil o sensación celestial de los objetos se denomina
viṣayavatī pravṛtti, que también establece la
estabilidad de la mente |
Fernando Tola y Carmen Dragonetti |
Origina estabilidad (sthiti)
(de la mente) o bien (vā) un proceso continuado (pravṛtti),
con objeto, no bien surge (utpanna) |
Emilio García Buendía |
O el fundamento de la estabilidad de
la mente (se obtiene cuando es) ejercitada sobre la actividad cognitiva
sensorial |
Oscar Pujol |
O mediante la aparición de una
percepción sutil que es capaz de producir la estabilidad [de la mente] al
estar plenamente concentrada en un solo objeto |
Chip Hartranft |
O observando constantemente como se
materializan las nuevas sensaciones |
—Este aforismo de aspecto
técnico contiene una idea relativamente simple: de acuerdo con los comentarios
sánscritos, “actividad centrada en el objeto” (viṣaya-vatī pravṛtti) denota un estado elevado de
conciencia sensorial denominado “percepción divina” (divya saṃvid). La idea es que, por ejemplo, la elevada sensación olfativa o táctil
concentre la mente hasta el punto en que el yogui pueda alcanzar el estado de
restricción (nirodha) (Feuerstein, Georg “The Yoga Tradition” pag 291).
Vocabulario
viṣayavatī vā pravṛttir
utpannā manasaḥ sthiti-nibandhanī
vā (o
bien), sthiti-nibandhanī (se mantiene estable) manasaḥ (la mente) pravṛttiḥ-utpannā (en cuanto se produce un proceso mental intenso) viṣayavatī (en
el ámbito sensorial)
viṣayavatī: (f, nom, sg) relativa al campo o esfera de los
sentidos, objetiva.
—El sufijo vatī señala la posesión. El practicante dispone pues de
una acción que posee, se apropia de los objetos de los sentidos. Sin embargo,
en vat existe no
solo la idea de "poseer", sino también la de "dominar", que
refuerza aún más el sentido del pra (perfectamente) de pravṛtti; esta actividad posee y domina los objetos de los
sentidos (Geenens, Philippe "Viniyoga").
—El término viṣayavatī o “relativo a los objetos”, se refiere a
los objetos de los sentidos. La “más elevada
percepción sensorial” hace referencia a la
modificación mental producida por el aspecto suprasensorial del objeto de los
sentidos. Si la mente se fija en la punta de la nariz, un extraño perfume
impregna el aire respirado, experimentándolo con facilidad. El nervio óptico se
sitúa encima del paladar. El sentido del tacto se halla muy desarrollado en la
lengua. La raíz de la lengua se encuentra estrechamente relacionada con el oído
a efectos de pronunciación. En consecuencia, la concentración en estos puntos
desarrolla un fino poder de percepción en los órganos de los sentidos. Cuando
se cierran los ojos tras mirar fijamente la luna o las estrellas, la imagen aún
permanece en la mente. Este tipo de contemplación desarrolla la más elevada
percepción, denominada kasin por los budistas, y
confiere una profunda fe en el yoga (Hariharānanda Āranya, Swami
"Yoga philosophy of Patañjali").
vā: o bien, o, opcionalmente,
también.
pravṛtti (pravṛttiḥ): (f, nom, sg) percepción
excepcional, proceso mental continuado; 1) percepción excepcional o extraordinaria, 2)
conocimiento, proceso mental continuado, 3) actividad, progreso, esfuerzo
continuado.
—Pravṛtti
es un fenómeno mental especial,
una especie de percepción divina o lo que podríamos llamar una conciencia
altamente sensible (Feuerstein, George "Encyclopedic Dictionary of
Yoga").
—Pravṛtti
es un concepto filosófico muy
importante, ya que es, con nivṛtti, uno de los dos modos de la acción justa (dharma); literalmente significa "la actividad (vṛtti) perfecta y completamente orientada hacia tal o
cual objeto (pra).
Hay que prestar mucha atención a que Patañjali
utiliza la palabra pravṛtti y no el término más general de vṛtti; así la acción descrita es "perfecta", es
decir, "justa", "adecuada" y totalmente orientada hacia los
objetos de los sentidos (Geenens, Philippe "Viniyoga").
—En anumāna (inferencia) se puede prolongar cada una de sus
etapas, pero el proceso en sí, en su integridad, no puede ser prolongado debido
justamente a su naturaleza discursiva y compuesta. El āgama, el vikalpa y el viparyaya entregan, por decir así, a la mente de aquel que
recibe la información, o de aquel en el cual se realiza la operación del vikalpa o errónea, un producto mental. La mente puede
detenerse en la captación de este producto mental pero el āgama, el vikalpa y el viparyaya, en sí, no pueden ser prolongados. El pratyakṣa, percepción, comprende la aprehensión de una
realidad mental o material, o de vivencias o experiencias. Se trata de un acto
instantáneo. Si la mente se fija en un objeto percibido y el acto de percepción
se prolonga, pratyakṣa se convierte en pravṛtti
pratyakṣa. Si yo
percibo un objeto sensorial o mental y no permito que se escape del foco de mi
conciencia es un acto de smṛti-atención que puede prolongarse convirtiéndose de vṛtti en pravṛtti. Cuando un saṃskāra se
reactualiza, reaparece ante la conciencia el objeto percibido anteriormente. Si
no se permite que este objeto desaparezca tendremos un pravṛtti
smṛti-atención
aplicado al objeto recordado, y no un pravṛtti
smṛti-memoria que
es instantáneo y no puede ser prolongado. La vṛtti
nidrā
se observa que puede ser
prolongada convirtiéndose así en pravṛtti. Esta vṛtti no puede tener objeto (viṣaya). La smṛti-atención no puede darse sin la percepción de un
objeto cuya no-desaparición produce. La smṛti-atención acompaña, pues, todo el tiempo a la pravṛtti
pratyakṣa y se da
siempre con ella. Solo las vṛtti pratyakṣa, smṛti-atención y nidrā pueden convertirse en pravṛtti.
Al carecer de objeto, la vṛtti
nidrā no puede
ser tomada en cuenta en este sūtra, que se refiere por tanto a la pravṛtti
percepción (directa o recordada)
de objetos materiales o mentales (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de
Patañjali").
utpanna (utpannā): (f, nom, sg)
surgido, nacido, producido; 1) indica que la estabilidad se inicia en cuanto
comienza la prolongación de una percepción sensorial o mental, pravṛtti.
manas (manasaḥ): (n, gen, sg) de la mente; 1) del aspecto mental inferior; 2) de la mente sensible, receptora de
las sensaciones internas y externas recibidas a través de los sentidos.
sthiti-: firmeza, estabilidad; 1) permanecer en un estado
de inmovilidad, firmeza o estabilidad; 2) existencia continuada, posición,
inacción, inercia; 2) naturaleza de tamas, uno de los tres principios fundamentales de la materia (guṇa).
nibandhanin (nibandhanī): (f, nom, sg) atadura,
unión, ligadura, fundamento, base; 1) lo que sirve para sujetar, unir o cerrar;
2) conexión.
—La expresión “manteniendo la mente
estable” (manasaḥ
sthiti-nibandhanī) invita a
la comparación con el aforismo III.1 (“la concentración consiste en
fijar la conciencia en estado de abstracción sensorial a un solo punto”). Mientras que éste último se establece como la descripción
formal de una técnica concreta, la primera expresión habla evidentemente del
resultado de esta concentración, es decir nibandhana, la condición de “estabilidad” mental, siendo en este caso
un fenómeno concomitante con la experiencia yóguica conocida como pravṛtti, o extraordinaria actividad sensorial (Feuerstein,
Georg "The Philosophy of Classical Yoga").
Otras
variaciones del texto original:
viṣayavatī
vā pravṛttir utpannā sthiti-nibandhanī
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
1.35(39): nāsikāgre dhārayato’sya yā
divya-gandha-saṃvi sā gandha-pravṛttiḥ |
Cuando se consigue la concentración en la
punta de la nariz, se produce una extraordinaria percepción olfativa;
1.35(39): jihvāgre rasa-saṃvit |
en la punta de la lengua, gustativa;
1.35(39): tāluni rūpa-saṃvit |
en el paladar, visual;
1.35(39): jihvā-madhye sparśa-saṃvit |
en el centro de la lengua, táctil;
1.35(3940): jihvā-mūle śabda-saṃvid ity etāḥ
vṛttaya utpannāś cittaṃ sthitau nibadhnanti, saṃśayaṃ
vidhamanti, samādhi-prajñāyāṃ ca dvārī-bhavanti
|
en la raíz
de la lengua, auditiva. Al producirse estas extraordinarias percepciones, la
mente consigue estabilidad, supera las dudas y se constituye como un medio para
el conocimiento que surge en
samādhi.
—La idea consiste en que, en la medida que él ha purificado los
órganos de percepción, puede tomar como objeto de estudio la relación de estos
órganos con los objetos de los sentidos, lo que, se dice, lo confirmará en la
necesidad de realizar un periplo más interior y estabilizará el más exterior de
los órganos internos, el intelecto. Lo único que los sentidos perciben sobre
tal o cual objeto (eventualmente) es: (i) el sonido del objeto, (ii) el aspecto
táctil del objeto (o el "contacto" con el objeto), (iii) la forma del
objeto, (iv) el gusto del objeto, el olor del objeto. Jamás alcanzan, más allá
de la presencia de tal o cual objeto, el Sonido, la esencia del sonido, el
"sonido en sí" (fuera de la sinfonía), ni el Contacto, la esencia del
contacto, etc. (más allá de lo sedoso de la seda), ni
—La mente conoce y disfruta de los viṣayas, especialmente cuando se trata de objetos, gracias
al concurso de uno o más de los cinco órganos de los sentidos. No obstante,
para disfrutar del viṣaya mencionado en esta técnica, aunque creado, es decir,
imaginado mentalmente y con la sensación de estar siendo producido
interiormente, uno o más sentidos tienen que percibir ese objeto para crear la
sensación de que existe realmente en el interior. Esta sensación en el caso de
tales objetos imaginados interiormente es restringida a menudo a la sensación
un solo sentido. De esta forma la mente produce con esta técnica un objeto o
cosa, cuyo efecto se percibe predominantemente a través de uno de los sentidos.
Así, la mente tiene que crear, es decir, imaginar, como si las cosas que
existen internamente pudiesen verse, oírse, olerse, sentirse o gustarse
mediante la repetida y constante contemplación de tales objetos imaginados.
Pueden ser creados de esta forma, en más o menos tiempo. Respecto al orden normal
de dominancia de los sentidos, los objetos creados mentalmente se disfrutan
mejor en el orden de los sentidos mencionado anteriormente. Es por ello que los
fenómenos de ver luces y tener visiones los experimentan un gran número de sādhakas. La audición es el segundo en orden de dominancia y
por ello el fenómeno de oír sonidos es el siguiente más numeroso de los yoga sādhakas. El orden preciso de dominancia para el resto de
los sentidos no se conoce con precisión, aunque el sentido olfativo sea el
siguiente para muchos sādhakas, incluyendo al presente comentador que ha
experimentado el fenómeno de crear una fragancia concreta con la práctica de la
imaginación contemplativa llevada a cabo entre tres y seis meses. Para ello el
yoga sādhaka debe
sentarse con las piernas cruzadas preferiblemente en una postura de meditación,
como Padmāsana o Siddhāsana e intentar relajarse al máximo. Debe permanecer
inmóvil pero siempre que no produzca dolor o incomodidad. Entonces debe dirigir
su atención a la punta de la nariz o a la abertura de las fosas nasales e
imaginar que siente el olor de cualquier flor, una rosa o un jazmín, por
ejemplo. Si esta imaginación contemplativa se efectúa de forma concentrada
durante media hora al menos, diariamente, durante algunos meses, el sādhaka será capaz de sentir o tener la experiencia igual
que si estuviese oliendo realmente la flor o una varilla de incienso. Los
objetos que pueden sentirse mediante el tacto o el gusto pueden experimentarse
de igual manera, pero probablemente lleve más tiempo y una imaginación y
habilidad más poderosa (Karambelkar, Dr. P.V. “Pātañjala Yoga Sūtra”, pag.
109-110).
1.35(40): etena candrāditya-graha-maṇi-pradīpa-ratnādiṣu
pravṛttir utpannā viṣayavaty eva veditavyā | yadyapi hi
tat-tac-chāstrānumānācāryopadeśair avagatam
artha-tattvaṃ sad-bhūtam eva bhavati,
Del mismo
modo, al desarrollar percepciones extraordinarias orientadas hacia objetos
tales como la luna, el sol, un planeta, piedras preciosas o rayos de luz, debe
considerarse que tales actividades se apropian realmente de los objetos.
1.35(40): eteṣāṃ
yathā-bhūtārtha-pratipādana-sāmarthyāt,
tathāpi yāvad eka-deśo’pi kaścin na sva-karaṇa-saṃvedyo
bhavati, tāvat sarvaṃ parokṣam ivāpavargādiṣu
sūkṣmeṣv artheṣu na vṛḍhāṃ
buddhim utpādayati |
Incluso si,
efectivamente, se conoce la esencia de los objetos como realmente
son (yathābhūta) a través de
los textos sagrados (śāstras) y por la inferencia o incluso
gracias a la enseñanza de los maestros, ya
que todos estos tienen el poder de revelar los objetos como son, no es menos
verdad que todo esto sigue siendo "extraño a la persona" (invisible,
incomprensible, parokṣam) en la medida en que una parte (de todas estas cosas reveladas por la
tradición) no se conoce a través de los órganos de los sentidos. Además, todo esto
(el estudio mediante los śāstras, etc.) no permite una
comprensión definitiva de realidades más sutiles como la libertad.
—La palabra yathābhūta se considera como específica y propia del budismo. El hecho de que
aparezca en este contexto es otra prueba de la íntima conexión entre el sistema
de filosofía Yoga y el Budismo (Woods, James H. "Yoga-System of
Patañjali").
1.35(40): tasmāc
chāstrānumānācāryopadeśopodvalanārtham
evāvaśyaṃ kaścid artha-viśeṣaḥ pratyakṣī-kartavyaḥ
|
Por esto,
con vistas únicamente a fortalecer la confianza del practicante respecto de las
escrituras (śāstras), la inferencia y las indicaciones prodigadas por
los maestros, es necesario que un
objeto concreto se convierta realmente
para el practicante en objeto de
percepción.
1.35(40): tatra tad-upadiṣṭārthaika-deśa-pratyakṣatve
sati sarvaṃ sūkṣma-viṣayam apy āpavargāc
chraddhīyate |
Entonces, si
y sólo si hay percepción de un aspecto de tal o cual objeto enseñado por éstos medios (los śāstras,
etc.), en consecuencia, todos los objetos más sutiles como apavarga
(liberación) son estimados con confianza.
1.35(40): etad-artham evedaṃ citta-parikarma nirdiśyate |
Es solamente
con este fin que se aconseja la purificación de la mente.
—De los órganos sensoriales emanan vibraciones que tocan los objetos
correspondientes, por lo que se establece un contacto entre aquellos y éstos.
Pero para que la percepción tenga lugar ni siquiera este contacto es
suficiente: la percepción es posible en cuanto existe un mediador entre la
experiencia de los sentidos y el yo, y este mediador es representado por el manas. Manas se traduce, de ordinario, por
mente. El manas es instrumento indispensable
para que la sensación se transforme en percepción: sirve de puente entre el
mundo externo y el ātman.
Nosotros solo tenemos conciencia del objeto hacia el que se dirige su atención.
Mis sentidos pueden estar simultáneamente en contacto con muchos objetos, pero
yo no tengo más conocimiento que el de una sola y única percepción cada vez,
porque el manas no puede hallarse ocupado en
dicha ocasión más que en un objeto. Si en alguna circunstancia podemos tener
impresiones de simultaneidad en la percepción, ello se debe a la rapidez con
que se suceden (Tucci,
Giuseppe "Historia de la filosofía hindú").
1.35(40): aniyatāsu vṛttiṣu tad-viṣayāyāṃ
vaśīkāra-saṃjñāyām upajātāyāṃ
cittaṃ samarthaṃ syāt, tasya tasyārthasya pratyakṣī-karaṇāyeti
|
Cuando se
practican estas actividades poco corrientes y
está presente el desapego llamado vaśīkāra (dominio), entonces la mente se hace realmente
capaz de percibir estos distintos objetos.
—A través de la actividad sensorial, Patañjali nos invita a estudiar la esencia de las cosas y no ya
las cosas, a pasar de lo "sensible" (lo "basto", sthūla) a lo "suprasensible" (lo
"sutil", sūkṣma) o, para tomar los términos saṃkhyanos empleados por Patañjali en el segundo capítulo, de viśeṣa a aviśeṣa (II.19). Este
paso de lo sensible a lo suprasensible no va destinado a otorgar determinados
poderes ni a hacer gozar de la vida avivando las sensibilidades, sino al
contrario, a desapegarnos definitivamente de los objetos sensibles —por esto el comentador señala: vaśīkāra
es el desapego completo respecto
de los objetos sensibles y suprasensibles. Desapegarnos, pero no mediante una
exhortación o ideas estereotipadas, sino mostrándonos el "reverso de la
medalla", al darnos una visión más íntima, más esencial, más justa y más
fina de las cosas (Geenens, Philippe "Viniyoga").
1.35(40): tathā ca sati śraddhā-vīrya-smṛti-samādhayo’syāpratibandhena
bhaviṣyantīti ||35||
En ese
momento y sin dificultad, surgen en el (yogui) fe,
energía, atención, interiorización con objeto, etc. (I.20)
—El comentario insiste con mucha fuerza en el hecho de que el
estudio de la actividad sensorial no tiene otro interés que el de reforzar la
"confianza", la voluntad, la determinación del practicante. El Yoga
es un estudio práctico. No basta haber recibido instrucciones variadas, haberse
leído tratados enteros; hay que pasar por la experiencia personal. Y no porque
sin esto no se pueda prestar fe a las enseñanzas consignadas en los Tratados o
impartidas por los profesores, sino porque sin este recurso a la experiencia el
conocimiento que se tendría de la actividad sensorial permanecería puramente
exterior, "intelectual", sería un conocimiento (jñāna) en el sentido más general, pero no una toma de
conciencia (saṃvid) que conduzca a la concentración (samādhi) y a la inteligencia (prajñā) (Geenens, Philippe "Viniyoga").
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||1.35|| viṣayā
gandharasarūpasparśaśabdāstē vidyantē
phalatvēna yasyāḥ sā viṣayavatī pravṛttirmanasaḥ
sthairyaṅ karōti. tathā hi nāsāgrē cittaṅ
dhārayatō divyagandhasaṅvidupajāyatē. tādṛśyēva
jihvāgrē rasasaṅvit. tālvagrē rūpasaṅvit.
jihvāmadhyē sparśasaṅvit. jihvāmūlē
śabdasaṅvit. tadēva tattadindriyadvārēṇa tasmiṅstasmindivyaviṣayē
jāyamānā saṅviccittasyaikāgratāyā
hēturbhavati. asti yōgasya phalamiti yōginaḥ
samāśvāsōtpādanāt.
Es preciso
sobreentender “de la mente” para completar la frase. Los objetos de los sentidos son el olor,
el gusto, el color, el tacto y el sonido; y aquello en lo cual residen estos
objetos de los sentidos es lo que está relacionado con esos objetos, a través
de lo cual se alcanza la estabilidad de la mente. Y así, al fijar la mente en
la punta de la nariz, por ejemplo, se obtiene el conocimiento del olor divino (divya). De manera análoga se obtiene el conocimiento del gusto en la punta
de la lengua, el conocimiento del color en la parte anterior del paladar, el
conocimiento del tacto en la parte media de la lengua, el conocimiento del
sonido en la raíz de la lengua. De esta manera, mediante el conocimiento de los
objetos divinos, por medio de uno u otro órgano, se llega a la concentración de
la mente. Esto tiene por objeto estimular a los yoguis, mostrándoles que la
práctica del yoga produce resultados.
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