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SAMĀDHI PĀDA
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Actualizado: julio, 2022
Pātañjalayogaśāstra
(kṣīṇavṛtter abhijātasyeva maṇer grahītṛgrahaṇagrāhyeṣu
tatsthatadañjanatā samāpattiḥ)
42.
Ahora, una vez que citta se ha estabilizado, se explica en qué
consiste samāpatti y cuál es su
relación con el objeto.
43.
Samāpatti es el
establecimiento de citta, cuyos vṛttis han cesado, en grahītṛ, grahaṇa y grāhya y, como
consecuencia de ello, su coloración como si fuese una joya transparente. La destrucción de los vṛttis significa la cesación de identificación con los pratyayas. Se toma como ejemplo “una joya transparente”. Del mismo
modo que un cristal transparente adopta el color y la forma de cada objeto que
aparece detrás suyo, así se colorea citta con grāhya y, cuando se
encuentra en samādhi con grāhya, parece tener
la forma de ese objeto. Coloreado por grāhya, el cristal parece tener la
naturaleza de tal objeto. Coloreada por la meditación sobre un objeto sūkṣma y en samāpatti con ese objeto, citta parece tener la naturaleza sūkṣma de tal
objeto. De forma similar, coloreada por la meditación sobre un objeto sthūla y en samāpatti con ese objeto, citta parece tener la naturaleza sthūla de tal objeto.
Igualmente, coloreada por la meditación sobre un objeto concreto y en samāpatti con ese objeto, citta parece tener la naturaleza concreta
de tal objeto. Algo semejante ocurre con los indriyas
que son los instrumentos de grahaṇa. Coloreada por la meditación sobre grahaṇa y fundida con
ellos, citta parece tener
la naturaleza de grahaṇa.
4344.
Del mismo modo, coloreada por la meditación sobre grahītā, que es puruṣa, y fundida con él en samādhi, citta parece tener la naturaleza de grahītā.
44.
Y coloreada por la meditación sobre el puruṣa liberado, y
fundida en samādhi con ese puruṣa, parece tener también la naturaleza
liberada de puruṣa. De este
modo, citta como una joya
pura y transparente, se establece con firmeza y es coloreada por grahītṛ, grahaṇa y grāhya, y cuando se
establece en cualquiera de ellos, toma su forma. Eso es lo que se denomina samāpatti.
Vyāsa
— Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
1.41(42):
atha labdha-sthitikasya
cetasaḥ kiṃ-svarūpā
kiṃ-viṣayā vā samāpattir
iti? tad ucyate—
Ahora, una vez que la mente se ha estabilizado, se explica
en qué consiste la fusión mental (samāpatti) y cuál es su
relación con el objeto.
क्षीणवृत्तेरभिजातस्येव मणेर्ग्रहीतृग्रहणग्राह्येषु तत्स्थतदञ्जनता समापत्तिः॥४१॥
kṣīṇavṛtter abhijātasyeva maṇer
grahītṛgrahaṇagrāhyeṣu tatsthatadañjanatā samāpattiḥ
||41||
La fusión mental es el establecimiento de la mente, cuya
actividad ha cesado, en el conocedor, el proceso de conocimiento y el objeto
conocido y, como consecuencia de ello, su coloración como si fuese una joya
transparente
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas Houston |
En
el caso (de una citta) cuyas vṛttis-definiciones han
disminuido, la cual es como una perfecta piedra preciosa, samāpatti-la fusión cognitiva es
la concentración en ese (objeto) y la saturación por él en referencia al
experimentador, la experiencia y lo que es experimentado |
Georg Feuerstein |
[En el caso de una conciencia cuyas]
fluctuaciones han disminuido [y se ha vuelto] como una joya transparente, [surge]
—en
relación al “captador”,
la “captación” y
lo “captado”—
[un estado de] coincidencia (samāpatti)
con aquello en lo que [la conciencia] reside y por lo cual [la conciencia]
esta “teñida” |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
(La mente que ha logrado) disminuir
las fluctuaciones, igual que una joya preciosa (o clara) asumiendo el color
de cualquier objeto próximo, tiene unidad entre conocedor, proceso de
conocimiento y objeto conocido |
P. V. Karambelkar |
Igual que una joya sin defectos
(cuando se coloca sobre una superficie, que no solo adopta su lugar sino
también sus cualidades), el proceso de ocupar el mismo espacio e imbuirse de
todas las cualidades, de grāhya
(el sujeto que está siendo comprendido) por grahītā (el que comprende, citta) durante la actividad de grahaṇa (comprensión), en el caso de aquella (citta) cuyos vṛttis ya han sido reducidos (de tal forma que citta es abhijāta–elevadamente
pura y clara), se denomina samāpatti |
James Haughton Woods |
[El conjunto mental] del cual, igual
que en una gema preciosa, han desaparecido las fluctuaciones, alcanza el
estado de equilibrio, el cual, en el caso del conocedor, del proceso de
conocimiento o del objeto por conocer, descansa sobre [uno] de estos [tres] y
resulta coloreado por [uno] de estos [tres] |
Pandit Usharbudh Arya |
Cuando las modificaciones (vṛttis)
han disminuido, la estabilidad (mental) en, y la coalescencia con, el
captador (grahītṛ), el proceso e instrumentación de la
captación (grahaṇa) y los
objetos de la captación (grāhya),
como el cristal puro (que adquiere la reflexión y el color de los objetos
próximos), se denomina samāpatti |
Fernando Tola y Carmen Dragonetti |
El establecimiento (tatsthatā)
(de la mente) con sus procesos mentales destruidos (kṣīṇavṛtti)
en el sujeto (grahītṛ) o en un acto de percepción (grahaṇa) o en un objeto (grāhya) y (como consecuencia de
ese establecimiento) la coloración (tadañjanatā) (de ella) por
ellos –como
un cristal transparente- constituye la samāpatti |
Emilio García Buendía |
De (una mente) con (sus)
fluctuaciones disminuidas, como (si) de una gema preciosa (se tratase), el
estado de unión (es) su coloreidad y su estabilidad en las cosas percibidas,
los procesos de conocimiento y los perceptores |
Oscar Pujol |
La absorción se produce en el caso
de una mente serena que, como un diamante puro, asume el color del lugar
donde reposa, ya sea el sujeto perceptor, el acto mismo de la percepción o el
objeto percibido |
Shriram Lele |
La mente, cuando se minimiza el
comportamiento modelado habitual, se comporta como un cristal transparente e
inmaculado que asume el color del objeto que se mantiene junto a ella (y ésta
se vuelve idéntica a él), logra una identificación completa entre el
perceptor, la percepción y lo perceptible, (conduciendo a) la absorción
completa |
Chip Hartranft |
A
medida que los patrones mentales van cesando, la mente se impregna de una
forma transparente de percibir el mundo fenoménico, llamada fusión; clara
como una joya, refleja por igual todo cuanto se encuentra ante ella, ya sea
el sujeto, el objeto o el acto de percibir |
—Cuando la mente está completamente inmóvil, se vuelve translúcida. Entonces puede suceder el estado extático, o samādhi. El proceso subyacente del éxtasis es aquel en que el objeto de concentración ha adquirido tanta importancia que la distinción entre objeto y sujeto se desvanece. Patañjali habla de esto como de la “coincidencia” del sujeto que experimenta, el objeto experimentado y el proceso de la experiencia, a los que se refiere respectivamente como “captador” (grahītṛ), “captado” (grāhya) y “captación” (grahaṇa) (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of Patañjali").
—La
palabra samāpatti puede descomponerse de la siguiente forma: sam,
prefijo que indica totalidad + ā, “hacia” o “en” + pat, “caer” + ti,
sufijo que generalmente indica movimiento o proceso. Por tanto, samāpatti
indicaría literalmente el proceso de inmersión (fusión) en algo (que aquí sería
el objeto o sujeto escogido durante el proceso contemplativo, es decir, grāhya) completamente,
es decir, el proceso de fusionarse completamente con algo. Esta samāpatti es
un proceso de fusión de citta con el sujeto que quiere comprender o
captar. Explícitamente se indica así en el sūtra. Samāpatti, por
tanto, es el proceso en que el grahītā —captador—, que es citta (la
persona), lleva a cabo un proceso o actividad en el que toma el lugar, es
decir, se vuelve uno con el sujeto a conocer, es decir, grāhya,
adoptando al mismo tiempo todas sus cualidades. En otras palabras, citta se
identifica completamente con el objeto de captación, con grāhya.
Esta identificación es tan completa que citta se transforma él mismo en el
sujeto (grāhya) y se impregna de todas sus cualidades. En esta
identificación, cuando es completa, el citta captador y el sujeto de la
captación (grāhya, viṣaya) se vuelven uno. Entonces no queda distinción alguna entre
ambos, el captador y lo captado. El proceso de captación se vuelve entonces
imposible. Esto es lo que quiere decir la expresión grahītṛgrahaṇagrāhyeṣu
tatsthatadañjanatā, es decir, identidad total entre
captador, captación y captado (Karambelkar, Dr. P.V. “Pātañjala Yoga Sūtra”, pag.
125).
—Patañjali
utiliza la imagen de una joya para evocar la transparencia y la reflexión de la
fusión (samāpatti), que es como un espejo. Del mismo modo que la no reacción
(vairāgya) es
el medio para desarrollar la quietud del cuerpo-mente, la fusión es el
mecanismo de integración (samādhi). Una vez que la mente se ha
asentado y aquietado relativamente, su propiedad inherente de reflexión —aunque esté casi siempre oculta— se manifiesta, como en el caso
del agua. Ahora todas las apariencias se reflejan por igual en ella y las
habituales distinciones entre los distintos componentes de la mente, incluyendo
el observador, lo observado y el acto de observar, desaparecen. Una vez el
cuerpo-mente se aquieta, el sujeto, el objeto y la relación perceptiva dejan de
experimentarse como entidades individuales, ya que esta ilusión alimentada por
el incesante movimiento de la mente se desvanece (Hartranft, Chip “Los Yoga Sutra de Patañjali. La
versión definitiva del libro del maestro”, pag
48).
—Chapple
y Kelly dan una traducción de YS I.41 que está en desacuerdo con la
interpretación de Vyāsa, traduciendo YS I.41 de la siguiente manera:
"[La mente que ha consumado] la disminución de las fluctuaciones,
asumiendo el color de cualquier objeto próximo, como una joya preciosa (o
clara), tiene unidad entre captador, proceso de captación y objeto
captado". Afirmando que Vyāsa postula tres tipos de
"unidad" (samāpatti), argumentan sólo por "una forma de unidad en la que
los tres aspectos de la aprehensión, etc., se derrumban, independientemente de
lo que sea captado, burdo o sutil". El YS I.41 puede interpretarse como postulando
una unidad entre captador, proceso de captación y objeto captado, pero este
puede ser el caso solo después de que haya tenido lugar una purificación
suficiente de la mente. Como deja en claro un estudio de vitarka y vicāra, las
primeras etapas de samāpatti (en las formas "sa") no implican la pureza mental
necesaria para permitir que tenga lugar una unidad completa de los tres
componentes de la tríada anterior. Gran parte de lo que sucede en los samāpattis de
nivel inferior es una eliminación de la identificación errónea (ignorancia)
para que pueda surgir la unificación entre el que capta, lo que capta y lo que
es captado. Vyāsa entiende samāpatti como una práctica de varios
niveles que purifica e ilumina progresivamente la conciencia, permitiendo así
que surja la percepción y la "visión" pura. De hecho, las etapas de samāpatti son
consideradas por Patañjali como pertenecientes a la categoría de samādhi con
semilla (sabīja, YS I.46). Cuando se ha producido una
purificación suficiente de la conciencia en relación con el captador, el
proceso de captación y el objeto captado, solo entonces puede haber una
auténtica unificación entre captador, proceso de captación y objeto captado. El
samāpatti no
comienza con esta unificación. Vyāsa está señalando dónde puede surgir la
ignorancia en formas de samādhi cognitivo y cómo se puede
erradicar esa ignorancia. Su énfasis aquí es tanto pedagógico como
epistemológico. El samāpatti involucra un proceso de sattvificación creciente de la
conciencia donde la atención del yogin es dirigida desde los aspectos más
burdos a los más sutiles de lo "visible" (incluyendo el ego y el
intelecto) a través de los cuales surge la intuición (prajñā) y
se produce el discernimiento discriminativo entre sattva y puruṣa. Sin
embargo, puede verse que la perspectiva de Vyāsa incorpora la opinión
anterior sostenida por Chapple y Kelly: cuando se ha producido una purificación
e iluminación suficientes de la conciencia, en cualquier nivel, ya sea el de
captador, proceso de captación u objeto captado, hay una unificación de los
tres que no implica distorsión epistemológica. Pero las etapas de purificación
en samādhi son
importantes y no deben pasarse por alto en Yoga (Whicher, Ian "Nirodha,
yoga praxis and the transformation of the mind", pag
367-368, nota 97).
Vocabulario
kṣīṇa-vṛtteḥ
abhijātasya iva maṇeḥ grahītṛ-grahaṇa-grāhyeṣu
tat-stha-tat-añjanatā-samāpattiḥ
samāpattiḥ (la fusión mental es) tat-stha-(tā) (el establecimiento (de aquella), kṣīṇa-vṛtter (cuya actividad ha cesado), grahītṛ-grahaṇa-grāhyeṣu (en el conocedor, el proceso de conocimiento o el objeto conocido) tad-añjanatā (y la coloración de ella por ellos) abhijātasya-iva maṇer (como una joya transparente)
kṣīṇa-: disminuido,
debilitado, destruido,
oprimido, abatido.
vṛtti
(vṛtteḥ): (f, gen, sg) de la modificación,
giro o fluctuación; 1) del remolino o torbellino; 2) del proceso o actividad.
kṣīṇavṛtteḥ: (f, gen, sg)
sin actividad, con los procesos destruidos; 1) de aquella citta
o persona cuyos vṛttis han sido
destruidos.
abhijāta
(abhijātasya): (m, gen, sg) precioso, noble, hermoso,
transparente.
iva: (indecl) de igual forma que, igual
que, como, aparente.
maṇi (maṇeḥ): (m, gen, sg)
de la joya,
gema o piedra preciosa.
grahītṛ-: captador, veedor (draṣṭṛ), experimentador; 1) el sujeto del conocimiento.
grahaṇa-: captación, acto de
conocimiento; 1) percepción (pratyakṣa) en sus tres aspectos (sensorial -principalmente-,
mental y vivencial).
grāhya (grāhyeṣu): (n, loc, pl)
en lo captado, aprehendido o percibido y…; 1) sobre lo captable
(sobre el objeto de conocimiento) y…; 2) en aquello que es
experimentado o conocido y…
tad-: este, ese,
aquel.
tatsthatā: (f, nom, sg)
establecimiento,
residencia o permanencia en algo; 1) fijación, estabilización de la mente en su objeto
(es sinónimo de ekāgratā, según Boja).
tadañjanatā: (f, nom, sg)
absorción, fusión con algo; 1) teñimiento o coloración de la mente por el objeto, 2) absorción de la
mente en su objeto.
tatsthatadañjanatā: (f, nom, sg)
lo que se
encuentra ahí, lo que surge en eso; 1) teñimiento o coloración de la mente a causa de su
establecimiento en el objeto.
samāpatti (samāpattiḥ): (f, nom, sg)
coincidencia, unidad, fusión, reunión; 1) identificación completa, fusión o coincidencia; 2) término que describe la técnica o proceso
subyacente a la interiorización completa (samādhi) como un "teñimiento" o coloración de la
mente por el objeto de concentración, el conocedor o el proceso mismo de conocimiento,
una vez que los procesos mentales han sido destruidos, es decir, el hecho de que la conciencia se absorbe en
el objeto o, en otros términos, que el objeto se apodera o invade todo el campo
de la conciencia.
Vyāsa
— Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
1.41(43): kṣīṇa-vṛtter
iti pratyamita-pratyayasyety arthaḥ |
La
destrucción de los procesos mentales significa la cesación de (identificación con) las ideas.
—Vyāsa y Vijñāna Bhikṣu anotan
acertadamente que, cuando se produce la samāpatti, no todos los pratyaya han sido eliminados o
destruidos, ya que subsiste un pratyaya: la misma samāpatti, que
en sí constituye un pratyaya. Evidentemente en la samāpatti se da un acto de percepción (intenso)
en el cual algo llega a la conciencia. Además, durante la samāpatti
tiene que subsistir el proceso mental smṛti-atención, ya que, gracias a
él, el "objeto" sobre el cual la mente se ha concentrado, no
desaparece de la conciencia (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de
Patañjali", pag 199).
—Patañjali diferencia entre esta experiencia meditativa y la
conciencia de los vṛttis;
pero la cuestión relevante es cómo puede hacerse. Es fácil entender que la
experiencia meditativa es diferente de nidrā puesto que, después de todo, nidrā no es un estado consciente.
Igualmente la experiencia meditativa es distinta de viparyaya y vikalpa puesto que se trata de una
experiencia objetiva de un objeto concreto en la que no se mezclan una idea con
su concepto. Finalmente, la experiencia meditativa es distinta de smṛti puesto que no se trata de una
irreflexiva e inmediata experiencia de un objeto. Pero resulta difícil
comprender que la experiencia meditativa es diferente de pramāṇa-citta-vṛtti, puesto que se supone que tanto
pramāṇa-citta-vṛtti como samāpatti son estados mentales de
conocimiento objetivo correcto. Especialmente pratyakṣa pramāṇa, entre los tres pramāṇas aceptados por el yoga, se
encuentra muy próximo a la experiencia meditativa. Esta tan próximo que la
experiencia meditativa podría considerarse a veces como una especie de pratyakṣa. Se podría incluso distinguir
la percepción en pramāṇa-citta-vṛtti de la percepción en la experiencia meditativa de la
siguiente forma: creo que la diferencia se debe sobre todo a las actitudes
pragmáticas asociadas con pramāṇa-citta-vṛtti, las cuales carecen de
experiencia meditativa. Pramāṇa-citta-vṛtti es una experiencia o
conocimiento donde el conocedor se centra en un objeto concreto de forma
interesada porque el objeto sirve o cumple para un propósito. El conocedor, al
conocer un objeto en pramāṇa-citta-vṛtti, quiere hacer algo con él —sea disfrutarlo, rechazarlo o
poseerlo para utilizarlo posteriormente. Para ello tiene que interpretarlo o
juzgarlo. Por tanto pramāṇa-citta-vṛtti es normalmente un conocimiento asociado a un juicio o,
incluso si no lo está, tiene tendencia a provocarlo. La experiencia meditativa,
por otro lado, es una experiencia desapegada, en la que no hay interés en ver
si el objeto sirve o no a un determinado propósito. En este caso, aunque
experimentamos el objeto no lo estamos conociendo puesto que no intentamos
comprenderlo, interpretarlo o juzgarlo como algo. Estamos experimentando un
objeto tal cual es —mas bien, tal como se muestra—, y no para hacer algo con él —sea disfrutarlo, rechazarlo o
utilizarlo. Se podría afirmar que en la conciencia meditativa nuestra mente no
se apega a este o aquel objeto y que en cierto modo es pura, o en términos de
la definición de samāpatti
de Patañjali, es clara como el cristal. En pramāṇa-citta-vṛtti, por otro lado, la mente
apegada a este o aquel objeto permanece impura (Gokhale,
Pradeep P., "The Concept of
Meditative Experience").
—Tanto Vyāsa como
Vijñāna Bhikṣu explican vṛtti (como se usa en YS I.41) en el
contexto de pratyaya.
Vṛtti
y pratyaya
no se refieren estrictamente a la misma cosa, vṛtti indica un proceso mental
subyacente y pratyaya
significa el producto / contenido (es decir, cognición, idea, intención) o
significado de un vṛtti que, por medio de este proceso mental, llega a la
conciencia. Sin embargo, para el propósito de la explicación que sigue, la
aparente identificación de ambos términos parece aceptable. Vyāsa y
Vijñāna Bhikṣu observan agudamente que cuando el samāpatti
tiene lugar, no todos los pratyayas han sido eliminados ya que subsiste un pratyaya,
el samāpatti
mismo, que constituye en sí mismo un pratyaya. Es evidente que en la experiencia
de samāpatti
ocurre un acto de percepción / cognición en el que algo se hace presente o se
revela a la conciencia (Whicher,
Ian "Nirodha, yoga praxis and the
transformation of the mind", pag 218).
1.41(43): abhijātasyeva maṇer iti dṛṣṭāntopādānam
|
Se toma como ejemplo “una joya
transparente”.
1.41(43):
yathā sphaṭika
upāśraya-bhedāt tat-tad-rūpoparakta
upāśraya-rūpākāreṇa nirbhāsate, tathā grāhyālambanoparaktaṃ
cittaṃ grāhya-samāpannaṃ
grāhya-svarūpākāreṇa nirbhāsate |
Del mismo modo que un cristal transparente adopta el color
y la forma de cada objeto que aparece detrás suyo (upāśraya), así se
colorea la mente con el objeto de meditación y, cuando se encuentra en estado
de equilibrio (samādhi) con el
objeto, parece tener la forma de ese objeto. Coloreado por el objeto material,
(el cristal) parece tener la naturaleza de tal objeto.
—Samāpatti en un objeto: la mente se
estabiliza, se fija en un solo objeto. Esta fijación, conforme se va
acentuando, trae consigo la paulatina eliminación de todos los procesos
mentales, salvo el correspondiente a la percepción del objeto, y se va
produciendo el "teñimiento" o coloración de la mente por ese objeto,
es decir, el hecho de que la conciencia, por decirlo así, se absorbe en el
objeto o, en otros términos, que el objeto se apodera de, invade todo el campo
de la conciencia. El teñimiento de la mente por el objeto se realiza sin
intervención activa de la mente. La mente esta pasivamente frente al objeto y
éste la tiñe. Este teñimiento es total. Este "objeto" es lo único que
existe para la mente, es lo único que en ella se refleja, lo único que llega a
ella, que existe para ella. Por esta razón, la mente y el objeto aunque son dos
realidades separadas y diferentes, aparecen en la experiencia del místico yogui
como amalgamadas, identificadas, unificadas. Sin embargo, la mente no es
modificada al absorberse en el objeto (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de
Patañjali").
—Establecer la mente es dirigir
la mente hacia un solo punto. Cuando se practica īśvarapraṇidhāna,
etc., la mente se habitúa a permanecer tranquila en el objeto deseado; esto se
considera como mente establecida. La concentración que se logra en un estado de
mente dirigida con asiduidad hacia un solo punto se denomina absorción o samāpatti. Así
es como se diferencia samāpatti de la simple concentración (Hariharānanda
Āranya, Swami "Yoga philosophy of Patañjali").
1.41(43): tathā
bhūta-sūkṣmoparaktaṃ
bhūta-sūkṣma-samāpannaṃ
bhūta-sūkṣma-svarūpābhāsaṃ
bhavati |
Coloreada por la meditación sobre un objeto sutil y fundida
(samāpatti) con ese
objeto, (la mente) parece tener la naturaleza sutil de tal objeto.
1.41(43): tathā sthūlālambanoparaktaṃ sthūlarūpasamāpannaṃ
sthūlarūpābhāsaṃ bhavati
De forma similar, coloreada por la meditación sobre un
objeto grosero y fundida (samāpatti) con ese
objeto, (la mente) parece tener la naturaleza grosera de tal objeto.
1.41(43): tathā
viśva-bhedoparaktaṃ viśva-bheda-samāpannaṃ viśva-rūpābhāsaṃ
bhavati |
Igualmente, coloreada por la meditación sobre un objeto
concreto y fundida (samāpatti) con ese
objeto, (la mente) parece tener la naturaleza concreta de tal objeto.
—La descripción de samāpatti proporcionada por Patañjali
pone de relieve la sutil diferencia entre yoga, samādhi
y samāpatti. Yoga es el
empleo de los medios para lograr el samādhi. Samādhi
es la meditación profunda, la absorción total. Samāpatti es el estado de equilibrio en la mente del observador que,
habiendo alcanzado el samādhi,
irradia su propio estado de pureza. En otras palabras, yoga y samādhi se pueden considerar como
prácticas y, samāpatti,
el estado hacia el que se dirigen (Iyengar, BKS "Light on
the Yoga Sūtras of Patañjali").
—Esta es una descripción del proceso de identificación
subyacente a la técnica del énstasis (samādhi). Con la completa restricción de todas las fluctuaciones,
la conciencia se somete a una profunda transformación en la que el objeto
experimentado y el sujeto que experimenta se vuelven como idénticos. Esto es lo
que técnicamente se conoce como “coincidencia” o, en el lenguaje de los místicos occidentales, coincidentia oppositorum. Este modo de
conocimiento revela la naturaleza esencial (svarūpa) del objeto de concentración, es decir, del objeto tal
como es en sí mismo (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of Patañjali").
—Samāpatti es un término descriptivo del
proceso subyacente del énstasis mientras que samādhi es una categoría formal que
denota técnica. En otras palabras, la relación entre estos dos términos es
análoga a la relación entre ekāgratā y dhāraṇa o entre ekatānatā y dhyāna (Feuerstein, Georg "The
Philosophy of Classical Yoga").
—En samāpatti se da una dinámica que no
aparece en samādhi. En
el samāpatti se encuentra una idea de
proceso, realización, cumplimiento, mientras que samādhi da más bien la idea de resultado, fin. Con el samādhi, yo estoy "dentro"
de alguna cosa; con el samāpatti, yo adquiero la cosa, penetro
en ella. Sin embargo, de hecho se pueden considerar como sinónimos (Desikachar,
TKV "Viniyoga").
—El concepto de absorción (samāpatti) es diferente del de contemplación (samādhi), aunque están íntimamente
relacionados. La absorción es la capacidad que tiene la mente concentrada de
asumir el color del lugar donde reposa. El samādhi sería, en cambio, el resultado de la absorción, el estado
mental que se produce durante la contemplación cognitiva. Por lo tanto, la
absorción no se entiende aquí como un estado mental ordinario, sino como un
estado concentrado de la mente (ekāgra) que nos permite alcanzar el
objetivo del yoga. Ciertamente, en los estados mentales ordinarios también se
produce una coloración, pero no con la misma intensidad que en la absorción
contemplativa (Pujol, Oscar "Yogasūtra", pag 126).
—Los
términos samādhi y samāpatti no son exactamente sinónimos. Samāpatti es
el estado en que se encuentra la mente durante el samādhi. El samādhi
objetivo es la técnica que se practica mientras la mente está en samāpatti. No
hay samāpatti en samādhi sin
objeto, ya que la mente, por refinada que sea, nunca puede lograr la identidad
con conciencia (Maehle, Gregor,
“Ashtanga
Yoga. Practice and Philosophy", pag 187).
—Aunque
parece que los samāpattis
se denominan "samādhi",
Vijñāna Bhikṣu (YV I.46) deja claro que samāpatti y samādhi no deben
confundirse como sinónimos. Si bien samāpatti
solo ocurre en el momento en el que tiene lugar saṃprajñātasamādhi
(al menos provisionalmente durante el proceso de purificación), puede
entenderse como el efecto o la cualidad de la mente durante saṃprajñātasamādhi.
Como tal, samādhi
es el cese de la distracción y la identificación errónea, una concentración de
la mente, mientras que samāpatti
se refiere a la unificación o identidad de la mente con el objeto de
contemplación resultante de esta concentración. En otras palabras, samāpatti está
contenido y surge de samādhi.
Los dos representan y se experimentan como un continuo de conciencia e
identidad (Whicher, Ian "Nirodha,
yoga praxis and the transformation of the mind", pag
375, nota 242).
1.41(43): tathā grahaṇeṣv apīndriyeṣv
api draṣṭavyam |
Algo semejante ocurre con los sentidos que son los
instrumentos de conocimiento.
1.41(43): grahaṇālambanoparaktaṃ grahaṇa-samāpannaṃ grahaṇa-svarūpākāreṇa
nirbhāsate |
Coloreada por la meditación sobre esos instrumentos y
fundida con ellos, (la mente) parece tener la naturaleza de los sentidos.
—Con
respecto a los instrumentos de conocimiento o "captación" (grahaṇa),
Vyāsa dice: "Lo mismo ocurre con los sentidos, que son los
instrumentos de captación. La mente, coloreada por los instrumentos de
captación, identificada (unificada) con ellos, parece tener la naturaleza de
los instrumentos de aprehensión”.
"Captación" se refiere a los propios sentidos del perceptor y esto
puede incluir los sentidos más internos, a saber, ahaṁkāra y buddhi.
En esta etapa de nuestro análisis, parece razonable sugerir que debido a que
los sentidos físicos ya han sido incluidos en los elementos burdos (como grāhya),
solo los sentidos "internos" necesitan entenderse como grahaṇa
(Whicher, Ian "Nirodha, yoga praxis and the transformation of the mind", pag 219).
1.41(4344): tathā grahītri-puruṣālambanoparaktaṃ grahītri-puruṣa-samāpannaṃ
grahītri-puruṣa-svarūpākāreṇa
nirbhāsate |
Del mismo modo, coloreada por la meditación sobre el conocedor (grahītā), y fundida con él
en samādhi, (la mente)
parece tener la naturaleza de grahītā.
1.41(44): tathā mukta-puruṣālambanoparaktaṃ mukta-puruṣa-samāpannaṃ mukta-puruṣa-svarūpākāreṇa nirbhāsata
iti |
Y coloreada por la meditación sobre el puruṣa liberado, y
fundida en samādhi con ese puruṣa liberado,
parece tener también la naturaleza liberada de puruṣa.
—Grahītṛ,
explicado por Vyāsa como el agente prakṛtico de la experiencia, no
puede subdividirse entre burdo y sutil y, hasta donde sabemos, los
comentaristas no han hecho tal intento. Vyāsa, sin embargo, diferencia
entre (a) grahītṛ
puruṣa
que aparece como un agente empírico o prakṛtico, y (b) mukta puruṣa
el Ser liberado. Vyāsa no sólo dice "grahītṛ", el agente
prakṛtico, empírico o conocedor, sino que añade "puruṣa"
al buddhi
no solo para excluirlo como agente único sino para incluir al puruṣa
reflejado en la mente como asmitā, totalmente "identificado" con ella, como mahan
ātma (el " gran yo") o mahat. Vyāsa describe
consistentemente el lugar del conocimiento con referencia a puruṣa
independientemente de cómo se conciba la identidad (o identidad errónea) de puruṣa
(por ejemplo, como una comprensión analógica de la conciencia, como en cittavṛtti
o asmitā).
Surge la pregunta: ¿Existen
realmente dos clases de puruṣas? En Yoga, ciertamente no. No hay diferencia
intrínseca entre el puruṣa que parece morar en una personalidad subyugada y el
puruṣa
que parece estar liberado. Puruṣa es siempre libre por naturaleza (nitya-mukta-svabhāva).
El tema del Yoga-Sutra I.41 (al menos provisionalmente) no es la naturaleza
intrínseca de puruṣa
sino las etapas del samādhi cognitivo. Las etapas finales del samādhi
cognitivo se pueden dividir en tres niveles: (1) la realización, el dominio y
la unificación con buddhi, el principio de inteligencia, también conocido como mahat,
donde aún no se ha realizado puruṣa; (2) la realización del reflejo de puruṣa
en el buddhi
en asmitā
el constituyente principal, el agente o "captador" (grahītṛ);
(3) la comprensión de que el reflejo no es en sí mismo puruṣa. Puruṣa es el principio siempre
libre de la conciencia pura, cuyo reflejo se ve en asmitā-samādhi (YS I.17). Por
lo tanto, Vyāsa diferencia entre el reflejo de puruṣa (en asmitā)
y el puruṣa
inmutable cuya existencia trasciende el reino de los guṇas (Whicher, Ian "Nirodha,
yoga praxis and the transformation of the mind", pag
219-220).
1.41(44):
tad evam abhijāta-maṇi-kalpasya cetaso grahītri-grahaṇa-grāhyeṣu
puruṣendriya-bhūteṣu yā tat-stha-tad-añjanatā teṣu
sthitasya tad-ākārāpattiḥ
sā samāpattir ity
ucyate ||41||
De este modo, la mente como una joya pura y transparente,
se establece con firmeza y es coloreada por el conocedor, por el proceso de
conocimiento o por el objeto conocido —grahītā, los sentidos
o las cosas—, y cuando se establece en
cualquiera de ellos, toma su forma. Eso es lo que se denomina fusión mental o samāpatti.
—La contemplación se caracteriza
por la ausencia de fluctuaciones mentales. La mente se concentra en una
dirección, sin distraerse. Refleja la luz con fidelidad, como una joya
transparente; refleja la realidad sin que sus propias características la
distorsionen. En perfecto estado de receptividad, los tres elementos de la
percepción se vuelven transparentes. En la primera etapa, por ejemplo, el
objeto que capta la vista (el instrumento de percepción) es la forma de una
flor. Si continúa la percepción, la visión misma se puede convertir en objeto.
Se distingue con mayor o menor claridad, la vista se cansa y se vuelve más
clara o más nublada. En un nivel más sutil, la mente se convierte en “aquello que percibe”. Si llevamos más lejos la
experiencia, empezamos a observar sentimientos —“me
agrada o no me agrada observar la flor”.
Entonces, la visión se vuelve objeto. A un nivel incluso más profundo que el de
la mente como instrumento perceptor se encuentra una entidad más elevada —“aquello que percibe”. A la luz de esta entidad
superior, los otros niveles son efímeros, transitorios y fluctuantes. Cuando,
sin que intervenga la voluntad, es posible mantener durante cierto tiempo y en
una sola dirección una relación serena entre esencia, mente, sentidos y objeto,
se logra la integración con todo y se entra en contemplación. Tal experiencia
conduce a diferentes estados dependiendo del objeto y del grado de pureza
mental (Bouanchaud, Bernard "The essence of
Yoga").
—La absorción puede ser de tres tipos, de acuerdo a la
naturaleza de los objetos contemplados —relativos al conocedor, a los instrumentos del conocimiento
o a los objetos conocidos. También existe diferencia según la naturaleza de la
absorción. Los yoguis, sin embargo, toman dos juntos para simplificar y los
dividen como sigue:
Naturaleza de la
absorción |
Naturaleza del
objeto |
Nombre de la
absorción |
Mezclado con
palabras y su significado |
Denso |
Savitarka |
Mezclado con
palabras y su significado |
Sutil |
Savicāra |
En una mente purificada,
libre de palabras y como olvidada de sí misma; solo está presente el objeto
en sí |
Denso |
Nirvitarka |
En una mente
purificada, libre de palabras y como olvidada de sí misma; solo está presente
el objeto en sí |
Sutil |
Nirvicāra |
(Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga philosophy of Patañjali").
—Según el tipo de absorción, tendremos una forma de
contemplación diferente. Si la absorción se basa en el objeto percibido (grāhya),
se obtendrán los dos primeros tipos de contemplación cognitiva; vitarka y vicāra;
vitarka si los objetos percibidos son toscos, y vicāra
si la absorción se centra en objetos sutiles. Los objetos toscos, es decir, los
objetos sensoriales comunes, como por ejemplo la imagen de una divinidad, son
los que están hechos de los elementos toscos: agua, tierra, fuego, aire y éter.
Los objetos sutiles van desde la naturaleza primordial indiferenciada (aliṅga)
hasta los elementos sutiles que son la causa de los elementos toscos o
propiamente físicos. En el tercer tipo de contemplación cognitiva, la gozosa o sānanda,
la absorción se centra en la acción de percibir y en los instrumentos de la
percepción, es decir, en la mente y los sentidos. En cambio, en el cuarto tipo,
se centra en el perceptor o aprehensor (grahītṛ), que en este caso significa
el reflejo del puruṣa o conciencia en el seno de la
materia primordial; conciencia reflejada que, como ya hemos dicho, constituye
el mismo intelecto. El intelecto es inconsciente por naturaleza, pero, como una
lámina de materia sutil translúcida, es capaz de reflejar la luz de la
conciencia. Cuando la luz de la conciencia queda atrapada, por así
decirlo, en el diamante limitado del
intelecto, la conciencia de ser un punto luminoso diferenciado del resto
constituye el sentido del yo o egoidad (asmita), que es también el “hacedor del yo” o ahaṃkāra
(Pujol, Oscar "Yogasūtra", pag 125-126).
—Como
constituyentes de una personalidad empírica, los principios de prakṛti pueden dividirse en un esquema
de aprehensión que puede formularse de la siguiente manera: 1. Viśeṣas, las
dieciséis manifestaciones de lo "Particularizado", los objetos (grāhyas) "captados" por el
" captador" o agente-conocedor. Ego, el sentido del yo (ahaṁkāra, asmitāmātra) o sexto aviśeṣa es el
instrumento a través del cual asmitā se apropia o reclama el conocimiento
de los objetos. Ahaṁkāra es grahaṇa, el instrumento de agarrar o conocer. Aviśeṣas, en la
forma de los cinco elementos sutiles (tanmātras), también son objetos "agarrados" (grāhyas). 3. Liṅgamātra (buddhi o mahat) recibe y refleja la conciencia de puruṣa, creando así asmitā, egoidad o soy-dad, la sensibilidad
compuesta, como si el vidente y lo visible fueran un solo yo (YS II.6) . Aquí
es donde realmente arraiga el potencial de insatisfacción (duḥkha). La división o polarización del
"ver" en "vidente y ver" y la conjunción posterior (saṃyoga) basada en la distorsión
epistemológica que envuelve al sujeto (yo subjetivado) y el mundo objetivado
puede ser desmantelada y desechada. Cuando se asume que la mente, fragmentada
por el poder de la ignorancia, es el lugar del vidente, resulta el sentido del
yo afligido (asmitā), un mero reflejo de puruṣa. El sentido reflejado de soy-idad, y no puruṣa, es el agente (grahītṛ), el que
intenta captar o aprehender. El esquema anterior es importante en la
clasificación de samādhi en Yoga-Sutra I.17: (1) Grāhyas son los factores de apoyo (ālambana) en los éxtasis acompañados de vitarka y vicāra. (2) Grahaṇa es el factor de apoyo en el éxtasis acompañado de ānanda. (3) Grahītṛ es el
factor de apoyo en el éxtasis acompañado de asmitā (Whicher,
Ian "Nirodha, yoga praxis and the
transformation of the mind", pag 220-221).
—Patañjali afirma que este sūtra describe un estado en el que
las fluctuaciones han cesado (kṣīṇa-vṛtti) y surge la unidad (samāpatti)
entre los tres componentes de la percepción. La palabra samāpatti
aparece en singular; si Patañjali hubiera querido indicar tres formas separadas
de samāpatti habría usado el plural para que se correspondiese con la
terminación locativa plural unida al compuesto “entre conocedor, acto de
conocimiento y objeto conocido”. Con el término samāpatti en singular, está claro que
Patañjali está tratando de un solo estado de la unidad. Este estado único surge
cuando los tres aspectos de la percepción aparecen como uno solo
(Chappel, Christopher Key "Interpretando a Patañjali sin
Vyāsa", pag 10).
—Viaje
interior de citta tras
pratyakcetanādhigama, mostrando la relación entre regiones, procesos y
estados en el viaje de interiorización (Karambelkar, Dr. P.V. “Pātañjala Yoga Sūtra”, chart. I, pag.
126-127).
Estado extrovertido ordinario de citta (con vṛttis y vikṣepas)
↓
Estado mental firme (manasthitinibandhana, I.35-38)
↓
Estado de citta pacífico y feliz (cittaprasāda, I.28-29
y 33-39)
↓
Inicio del viaje interior de citta (pratyakcetanādhigama, I.29)
↓
↓ |
−−−−−−− |
−− |
−− |
−−−−−↓−−−− |
−−−−−−−−−−−−−− |
−−−− |
−−−−−−−−−−−−− |
↓ |
Regiones |
de
yoga |
|
|
Procesos |
|
|
|
Estados |
|
Subregiones |
|
|
Samāpatti (I.41) |
Savitarka (I.42) |
|
|
|
S |
│ |
|
|
|
↓ |
|
|
|
A |
↓ |
|
|
“ |
Nirvitarka (I.43) |
|
Dhāraṇā |
(III.1) |
M |
Vitarka |
│ |
|
|
↓ |
|
↑ |
|
P |
│ |
│ |
|
“ |
Savicāra −−−−−−− |
− |
↑ |
|
R |
↓ |
│ |
|
|
↓ |
↕ (I.44) |
↑ |
|
A |
Vicāra |
│ |
(I.17) |
“ |
Nirvicāra – parte
inicial |
∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙ |
∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙ |
|
J |
│ |
│ |
|
“ |
Nirvicāra – parte
media |
∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙ |
∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙ |
Dhyāna (III.2) |
Ñ |
↓ |
│ |
|
“ |
Nirvicāra – parte
final |
│ |
|
|
Ā |
Ānanda |
│ |
|
|
|
│ |
|
|
T |
│ |
│ |
|
|
|
│ |
|
|
A |
↓ |
│ |
|
|
|
│ |
|
|
↓ |
Asmitā |
│ |
|
|
|
│ |
Sabījasamādhi |
(I.46) |
A |
|
│ |
|
|
|
│ |
│ |
(III.3) |
N |
|
−− |
−− |
−−−−−−−−−−− |
−−−−−−−−−−−−−−− |
−− |
↓ |
|
Y |
|
|
|
|
|
− |
Nirbījasamādhi |
(I.51) |
A |
|
|
|
|
|
↑ |
│ |
(III.8) |
↑ |
|
|
|
|
|
↓ |
↓ |
|
│ |
(I.18) |
|
|
|
→ |
− |
Dharmameghasamādhi |
(IV.29) |
│ |
|
|
|
|
|
|
↑ |
|
│ |
−−−−−− |
−− |
−− |
−−−− KAIVALYA |
−−−− |
│ |
|
Bhoja —
Rāja-Mārtanda (1018-1060)
||1.41|| kṣīṇā
vṛttayō yasya tatkṣīṇavṛtti
tasya grahītṛgrahaṇagrāhyēṣu
ātmēndriyaviṣayēṣu tatsthatadañjanatā
samāpattirbhavati. tatsthatvaṅ
tatraikāgratā, tadañjanatā tanmayatvaṅ, kṣīṇabhūtē
cittē viṣayasya bhāvyamānasyaivōtkarṣaḥ,
tathāvidhā samāpattiḥ, tadrūpaḥ pariṇāmō
bhavatītyarthaḥ. dṛṣṭāntamāha
-- abhijātasyēva maṇēryathā.bhijātasya
nirmalasya sphaṭikamaṇēstattadupādhivaśāttattadrūpāpattirēvaṅ
nirmalasya cittasya tattadbhāvanīyavastūparāgāttattadrūpāpatti.
yadyapi grahītṛgrahaṇagrāhyēṣu
ityuktaṅ tathā.pi
bhūmikākramavaśādgrāhyagrahaṇagrahītṛṣu
iti bōdhyam. yataḥ prathamaṅ
grāhyaniṣṭha ēva
samādhistatō grahaṇaniṣṭhastatō.smitāmātrarūpō
grahītṛniṣṭha, kēvalasya puruṣasya grahīturbhāvyatvāsaṅbhavāt.
tataśca sthūlasūkṣmagrāhyōparaktaṅ
cittaṅ tatra samāpannaṅ bhavati. ēvaṅ grahaṇē
grahītari ca samāpannaṅ
tadrūpapariṇāmatvaṅ bōddhavyam.
Aquél que ha vencido las condiciones cambiantes de la
mente, es aquél en quien las modificaciones mentales han sido eliminadas. En él
no se dan ya las diferencias en sus propios sentidos entre el sujeto del
conocer, el acto de conocer y el objeto del conocer. El resultado es el estado
contemplativo (samāpatti) que
consistente en estar impregnado por la identidad (tatsthatva). La
identidad es aquí concentración en un punto (ekāgratā). Estar teñido
es estar constituido por ello, pues la predominancia del objeto se da cuando la
mente está disminuida. El sentido es que de esto resulta un proceso de
transformación semejante al estado contemplativo (samāpatti). He aquí una
comparación. En el caso de una gema transparente, es decir, sin mácula, como
por ejemplo el cristal de roca, el color que se nos aparece es el mismo color
que en ella se refleja. De la misma manera, en la mente clara y transparente
sólo se refleja la forma misma del objeto sobre el cual se piensa. Aun cuando
el orden de las palabras que aparece en el texto es el conocedor, el acto de
conocer y lo conocido, sin embargo, en conformidad con el verdadero orden de
precedencia debería ser, lo conocido, el acto de conocer y el conocedor. Pues
el énstasis está referido, en primer lugar, al objeto por conocer, luego al
acto del conocer, y luego al conocedor, que no es más que el hecho de pensar “yo soy” (asmitā). Pero en el
caso del “sí-mismo-esencial”, que está solo, no hay acto de conocimiento. La mente, en
cambio, teñida por un objeto de conocimiento, sea denso o sutil, asume todas
sus características. De la misma manera se considera con respecto del acto de
conocer y del conocedor.
Śaṅkara Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
"Identificado con grahītā"
significa que puruṣa en su propia
naturaleza es el origen de buddhi en su aspecto
conocedor (buddhibodhaka); concentrada
en él (en puruṣa), la mente
toma la forma del conocedor. "Identificado con puruṣa como
liberado" significa que cuando el verdadero conocedor de buddhi deja de conocer ideas de objetos, su
estado es el conocimiento desnudo, en el que se diferencia sattva (grahaṇa,
el
conocimiento) de puruṣa (grahītā, el conocedor). Cuando se dice
que en este estado de separación se libera puruṣa, significa
que la mente se libera de todos los kleśa (ignorancia,
etc.) que la cubren. Tal liberación es lo que se llama "liberación"
de puruṣa. Por eso, en
el sūtra, solo se habla de puruṣa como conocedor
(grahītā). Y cuando el
comentador habla aquí de "puruṣa como
liberado", se refiere solamente al aspecto conocedor de puruṣa pues, de otro
modo, habría dicho solamente puruṣa. Cuando se ha
conseguido la suprema conciencia de dominio en la distinción (entre mente y puruṣa), desaparece para siempre toda
implicación con el saṃsāra (el ciclo de
nacimiento y muerte). Por eso se ha dicho: "coloreada por la meditación
sobre el puruṣa liberado,
identificada en samādhi con el puruṣa liberado, la
mente parece tomar la naturaleza del puruṣa
liberado". Pero sería erróneo pensar que por la meditación sobre la
cesación de los contactos con la mente, uno podría identificarse en samādhi con el puruṣa liberado y tomar la forma de ese puruṣa, pues ello significaría que la mente
misma habría desaparecido. Puruṣa se halla en
el límite de lo sutil. Pradhāna es igualmente
sutil, y la mente solo es un efecto secundario de ésta (de pradhāna). La mente, cuando se identifica en samādhi con puruṣa o pradhāna, no puede
mantenerse en sí misma, igual que una jarra no puede ser considerada
formalmente como jarra si no se ha abandonado (mentalmente) la forma de la
arcilla.
Objeción: pero se ha dicho que el Gran
Principio (mahāt) y el yo cósmico (ahaṃkāra) son conocibles para la mente
(buddhi) del yogui, aunque ésta sea un
efecto de ellos.
Respuesta: el hecho de que sean o no conocibles
depende de la profundidad del conocimiento. Para que sean objeto de
conocimiento debe existir una relación especial que implique un conocedor, cuya
naturaleza sea distinta de la de aquellos. Ambos (la mente individual y la
universal) están manifiestos y, por tanto, tal relación no resulta
inconcebible. Podrían conocerse gracias a una relación singular, del mismo modo
que se conoce con una idea singular que el puruṣa propio es el
conocedor y es libre. Pero no pueden conocerse como el ātman
de
todos los seres y, como tal, no podrían ser conocidos por ella como objeto. Pradhāna y puruṣa, sin embargo,
son esencial y absolutamente inmanifestado, y no puede haber ninguna percepción
de ellos en su propia naturaleza, ni tampoco percepción de alguna relación
entre ellos.
Si prakṛti y puruṣa fueran objetos de conocimiento como
objetos en su auténtica naturaleza, serían cosas experimentables, como la
mente. Siendo objetos, tendrían una existencia-para-otro, y habría que suponer
ese "otro" más allá de ellos mismos.
Objeción: puruṣa podría
conocer a cualquier "otro", sin necesidad de suponer otro conocedor
posterior.
Respuesta: no; si puruṣa fuera idéntico a sí mismo, no habría
nada que pudiera determinarlo como sujeto y como objeto (y, en consecuencia, no
podría conocer ningún "otro" conocible, es decir, como objeto). Dos
lámparas no pueden subordinarse mutuamente.
Además, si puruṣa fuera objeto
de conocimiento, eso implicaría que en su naturaleza habría felicidad y cosas
por el estilo (como efecto del conocimiento), lo que implicaría a su vez muchas
otras dificultades, tales como el hecho de que la felicidad, etc., no podrían
tener su causa en el pradhāna.
Objeción: la mente coloreada (por la
meditación) al permanecer sobre puruṣa, es un objeto
para puruṣa. Por tanto,
en realidad puruṣa se percibe
directamente, puesto que cuando una idea formada por la permanencia (de la
mente) sobre una jarra, es percibida por puruṣa, decimos que
la jarra ha sido percibida.
Respuesta: ambos casos no son semejantes porque
puruṣa no está
cubierto (totalmente) por la mente, como lo está la jarra. Una cosa como una
jarra es un objeto externo y cubierto totalmente por la mente; no así puruṣa, que es infinito.
La mente limitada que toma como objeto a puruṣa no puede cubrir totalmente lo que es
el sujeto infinito. Si puruṣa pudiera ser
cubierto totalmente (por la mente), también sería posible cubrir pradhāna (lo cual es imposible pues la mente
es solo un efecto remoto de pradhāna). En
consecuencia, del mismo modo que la cara se percibe en un espejo como una forma
reflejada, así una idea con la forma reflejada de puruṣa es vista por el propio puruṣa. Por eso dice Vyāsa: "como en la claridad del espejo, se ve a ātman en ātman " (Mahābhārata, Shānti
parva, 204.8). No hay posibilidad de que la mente tome la forma del puruṣa liberado; aunque debe ser la forma de
otro, se puede ver como la forma de uno mismo. Pero eso no es más que la transformación
de la mente; es la misma mente que puruṣa ve
transformada en su propia forma. Esa transformación solo es posible cuando
existe una relación con la forma del propio puruṣa, a quien la
mente pertenece.
Objeción: entonces, ¿cómo podemos saber que no existe ningún otro puruṣa, si ese otro podría no ser
considerado el nuestro?
Respuesta: del mismo modo que otra cara puede
ser vista por otro espejo, así puruṣa ve su propia
mente transformada en la forma de otra mente correspondiente al segundo espejo
y, por lo tanto, conoce otro puruṣa.
—Se ha dicho anteriormente que, en sabījasamādhi o
concentración sobre un objeto relacionado con el conocedor, tal conocedor no es
puruṣa, sino el sí mismo experimental
(buddhi) que se identifica con el sí
mismo. Por ello se le considera como el observador práctico o supuesto. Hasta
que la mente y todos los órganos cesen de funcionar, no podrá alcanzarse el
estado de identificación con puruṣa. Mientras la mente continúe afectada por las
modificaciones existirá el observador práctico e impuro. “Soy el conocedor del
conocimiento”
es el sentimiento de su auténtica naturaleza. Cuando cesa completamente el
conocimiento, el conocedor de ese estado inmóvil que permanece en sí mismo es puruṣa, o auténtico observador (Hariharānanda
Āranya, Swami "Yoga philosophy of
Patañjali").
Pero la distinción "ese es suyo, este es mío"
sólo se conoce por inferencia, por la indicación de los atributos especiales
que diferencian las otras mentes de la nuestra, puesto que las mentes, al estar
compuestas por las tres guṇas, poseen
inevitablemente atributos especiales. Pero puruṣa sin atributos
no es concebible que sea distinto en su propia naturaleza. Samāpatti es una completa asunción de identidad
(saṃyogāppati) con la forma
de la idea, desprovista de cualquier otro elemento. Aunque tales
identificaciones también se producen en la mente ordinaria, no son completas,
pues en ese estado la mente esta predominantemente bajo el control de rajas y tamas (y no solo de
sattva).
© Yogadarshana – Yoga y Meditación