Yoga Sūtras
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sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado: diciembre, 2021
Vyāsa —
Yoga-Bhāṣya (s. V.)
niyameṣu vakṣyāmaḥ—
(A
continuación,) algunas aclaraciones con respecto a las observancias.
शौचात्स्वाङ्गजुगुप्सा
परैरसंसर्गः॥४०॥
śaucāt svāṅgajugupsā parair asaṃsargaḥ
||40||
Con la pureza (corporal) (surge) la preocupación por el propio cuerpo (y la protección
ante) el contacto con cualquier otro
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas Houston |
Debido a śauca–pureza, hay deseo de proteger el propio cuerpo
evitando el contacto con cualquier cosa adversa (a él) |
Georg Feuerstein |
A través de la pureza [se] distancia
(jugupsā) de su propio cuerpo,
[y se adquiere el deseo de] no ser contaminado por otros |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
De la pureza surge disgusto por el
propio cuerpo y no contacto con otros |
P. V. Karambelkar |
Mediante (la observación del niyama, es decir, de la regla de) śauca (resulta) disgusto hacia el
propio cuerpo (y) rechazo a ser tocado por otros |
James Haughton Woods |
Como resultado de la limpieza hay
disgusto hacia el propio cuerpo y falta de relación con otros |
Pandit Usharbudh Arya |
A través de la práctica de limpieza
y pureza [se desarrolla] rechazo hacia el [propio] cuerpo e [inclinación] a
no [tener] contacto con otros [cuerpos] |
13. Phulgenda Sinha |
Manteniendo el cuerpo limpio,
finaliza el disgusto con uno mismo y el rechazo a entrar en contacto con
otros |
Emilio García Buendía |
Por la pureza (surge) el rechazo
hacia el propio cuerpo y el no contacto con los otros |
Oscar Pujol |
El efecto de la pureza es el
disgusto por el propio cuerpo y la falta de contacto con otros |
Chip Hartranft |
Mediante la purificación corporal el
cuerpo deja de actuar compulsivamente, y se comporta del mismo modo en su
contacto con los demás |
Vocabulario
śaucāt sva-aṅga-jugupsā
paraiḥ-asaṃsargaḥ
śaucāt (con la pureza), sva-aṅga-jugupsā (preocupación por el propio cuerpo) paraiḥ-asaṃsargaḥ (no asociación con otros)
śauca (śaucāt): (m, abl, sg) con la pureza, mediante la limpieza; 1) a partir de la limpieza o purificación,
tanto interna, como externa; 2) una de las
cinco observancias (niyama) que constituyen el segundo miembro del yoga de ocho
pasos (aṣṭāṅgayoga).
sva-: propiedad,
posesión, objeto poseído; 1) (pronombre personal referido al sujeto de la oración) el, su, este.
aṅga-: miembro, componente, parte,
accesorio, atributo esencial; cuerpo físico.
jugupsā: (f, nom, sg) disgusto, aversión,
rechazo, censura, distanciamiento; 1) deseo de proteger, preocupación, tutela.
—El interesante término jugupsā, comúnmente traducido como “disgusto”,
conlleva realmente una idea más positiva, es decir, la de permanecer en guardia
con respecto al cuerpo, la de mantener una actitud de desapego hacia nuestra
mortal envoltura. Al mismo tiempo, sin embargo, el yogui se preocupa de no
renovar la contaminación (es decir, la distracción) por los otros, optando en
consecuencia por una vida solitaria en el bosque o en las montañas. Esto podría
parecer un estúpido esnobismo de su parte, pero la actitud del yogui no es de
desprecio o descrédito, sino de cautela. Mientras no logre el perfecto
autocontrol, comprensiblemente no deseará correr el más mínimo riesgo de
desviarse de su difícil y precario proyecto (Feuerstein, Georg “The
Yoga-Sūtra of Patañjali”).
para (paraiḥ): (m, ins, pl)
mediante lo supremo, con
lo superior, a través de lo profundo o elevado 1) mediante lo otro, con lo
diferente, por medio de lo siguiente; 2) indica la idea de ir más allá.
asaṃsarga (asaṃsargaḥ): (m, nom, sg)
no asociación, no contaminación, no
contacto;
1) aislamiento.
Vyāsa —
Yoga-Bhāṣya (s. V.)
svāṅge
jugupsāyāṃ śaucam ārambhamāṇaḥ
kāyāvadyadarśī kāyān abhiṣvaṅgī
yatir bhavati |
Cuando (el yogui) protege su propio cuerpo comienza resueltamente
a practicar la limpieza; al darse cuenta de sus defectos físicos adquiere
autocontrol de su cuerpo y se convierte en un asceta desprendido.
kiṃ ca, parair asaṃsargaḥ
kāya-svabhāvāvalokī svam api kāyaṃ jihāsur
mṛj-jalādibhir ākṣālayann api kāya-śuddhim
apaśyan kathaṃ para-kāyair atyantam evāprayataiḥ saṃsṛjyeta
||40||
Además, también surge desinterés por relacionarse con
otros, pues contempla la verdadera naturaleza corporal e incluso llega a desear
el abandono del propio cuerpo al comprender que no puede purificarse
(totalmente), incluso tras lavarse con agua y otros elementos; ¿cómo podría
relacionarse con los cuerpos impuros de los demás?
—Este sūtra puede interpretarse como la
declaración de que, con la limpieza corporal, el yogui se vuelve cada vez más
consciente de hasta qué punto está contaminado, con lo cual acrecienta el
estímulo para llegar a convertir su cuerpo en digno templo de lo divino y
buscar únicamente la compañía de individuos igualmente purificados (Burley,
Mikel “Hatha-Yoga - Its Context, Theory and Practice”).
—Este sūtra no pretende implicar una
aversión o disgusto hacia el cuerpo, sino una actitud de discernimiento y
desprendimiento basada en un respeto saludable por el cuerpo como un vehículo
para la purificación de la conciencia; el yogui ya no está esclavizado ni
consumido por una mera identificación del sí-mismo con el cuerpo y no contamina
el cuerpo a través del contacto no saludable con los demás (Whicher, Ian "Nirodha, yoga praxis and the transformation
of the mind", pag 360, Nota 186).
—La analogía con la medicina de Vyāsa es interesante
porque ayuda a erradicar el fundamento de la actitud de disgusto (jugupsā) hacia el cuerpo y revela su
significado profundo. La palabra “jugupsā” deriva de la raíz √gup que significa principalmente “proteger,
guardar, defender, preservar”. También tiene el significado de “evitar,
detestar, rehuir, eludir”, pero su acepción más común ha estado siempre
en conexión con lo secreto, con el tipo de conocimiento que debe mantenerse
separado del ignorante o no iniciado y protegido de un uso incorrecto. Si
leemos el verso YS II.40 en relación con la analogía médica de Vyāsa,
podemos traducirlo como: “La preocupación por el propio cuerpo y la protección
ante su contacto con otros surge a partir de la práctica de purificación”. Esta
forma de traducir el verso muestra el cuerpo como algo valioso, algo a lo que
hay que cuidar y ello supone ser coherente con la exposición de Patañjali sobre
la enfermedad (vyādhi), así como
con el conocimiento del Āyurveda sobre el cuerpo. Ciertamente, Patañjali (YS
I.30) menciona la enfermedad como el primero de los nueve
obstáculos que impiden el estado contemplativo (samādhi) y Vyāsa (YBh III.29) cita
en el comentario siete constituyentes corporales que muestran su familiaridad
con la ciencia médica de su tiempo. La palabra “jugupsā” entendida como “protección”, refleja en el Yoga Sutra un
aspecto del cuerpo más neutral y científico: “en el momento en que el yogui
protege su cuerpo (svāṅge
jugupsā), comienza (ārambhamāṇaḥ) la
práctica de la limpieza (śaucam). Mediante
la observación de sus defectos físicos e imperfecciones (kāyāvadyadarśī kāyān abhiṣvaṅgī), adquiere
autocontrol (yatir bhavati). ¿Por qué motivo
(kiṃ ca), quien es
consciente de la condición de su propio cuerpo (kāya-svabhāvāvalokī), se
mezclaría con otros (parair asaṃsargaḥ), [cuando]
lo que en realidad desea es mantenerse apartado incluso de su propio cuerpo (svam api kāyaṃ jihāsur) [a raíz
de] no considerar el cuerpo limpio (kāya-śuddhim
apaśyan), incluso después de que —su propia morada (ākṣālayann api)— haya sido purificada con agua y otros
elementos (mṛj-jalādibhir)? ¿Cómo,
pues (kathaṃ) podría
mezclarse (saṃsṛjyeta) con otros
cuerpos (para-kāyair), cuando no
están en condiciones apropiadas (aprayataiḥ) y son
extremadamente impuros (atyantam eva)? (YBh
II.40)”. Traducido de esta forma se observa una preocupación por
mantener al cuerpo libre de agentes que puedan dañarlo. Cualquiera que siendo
consciente de su propio cuerpo tenga alguna impureza o sufra de alguna
enfermedad, querrá mantenerse aparte de otros cuerpos para evitar contagiarlos.
¡Cuánto más desearía evitar el contacto con otros cuerpos si ello supusiese una
amenaza para su propio bienestar o salud! El disgusto, entonces, no es del
cuerpo per se, sino de los factores
que convierten al cuerpo en impuro. Por tanto, se debe proteger el cuerpo
contra las impurezas. Lo natural para el cuerpo es volverse impuro, igual que
es natural para la mente volverse ignorante. Sin embargo, esto no implica que
el cuerpo esté predeterminado a permanecer impuro, igual que la mente no está
predeterminada a permanecer ignorante. Patañjali mismo admite en el tercer
libro que el cuerpo puede alcanzar el estado de perfección (Funes Maderey, Ana Laura
"The Perfect Body in Classical Yoga Philosophy", pag 41-42).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||2.40|| yaḥ śaucaṅ bhāvayati tasya svāṅgēṣvapi
kāraṇasvarūpaparyālōcanadvārēṇa
jugupsā ghṛṇā samupajāyatē.śucirayaṅ
kāyō nātrā||grahaḥ kārya iti amunaiva
hētunā parairanyaiśca kāyavadbhirasaṅsargaḥ saṅsargābhāvaḥ
saṅsargaparivarjanamityarthaḥ. yaḥ kila svamēva
kāyaṅ jugupsatē tattadavadyadarśanātsa kathaṅ
parakīyaistathābhūtaiḥ kāyaiḥ saṅsargamanubhavati.
En aquél que ha conseguido la pureza, nace un disgusto, una
aversión, incluso por su propio cuerpo, como resultado de la cabal comprensión
de su naturaleza y de sus causas. Y se dice, entonces: “Este cuerpo es impuro y
no debe haber apego a él”. Y por esta misma razón, se rechaza la unión o
relación con otras personas, es decir, se evita su contacto. Este es el
sentido. Pues, ¿cómo podría ser posible que al que siente disgusto por su
propio cuerpo, por haber percibido tal o cual defecto en él, le gustase la unión
con los cuerpos, semejantes, de otras personas?
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