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sobre Yoga de Patañjali
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Samādhi
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Actualizado: diciembre, 2021
तदेवार्थमात्रनिर्भासं
स्वरूपशून्यमिव
समाधिः॥३॥
tad evārthamātranirbhāsaṃ
svarūpaśūnyaṃ iva samādhiḥ ||3||
De esta forma, ésta (la meditación), [se convierte] en
interiorización completa cuando [en la mente] solo brilla el objeto y se
muestra como despojada de su propia naturaleza
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas Houston |
Ésta (citta) en concreto, brillando solo como objeto, como vacía de su
propia forma, es el samādhi–absorción
cognitiva |
Georg Feuerstein |
Ésta [conciencia], brillando solo
como objeto, como vacía de su esencia, es éxtasis (samādhi) |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
Cuando solo brilla el propósito,
como vacío de su propia forma, eso es ciertamente el samādhi |
P. V. Karambelkar |
Esa misma (dhyāna) (se transforma en) samādhi (cuando el sujeto) está vacío de su forma original
(y todavía) se percibe (experimenta) claramente en su misma esencia |
James Haughton Woods |
Ésta misma [contemplación],
brillando [en la conciencia] únicamente como objeto de concentración y, como
si estuviese vacía de sí misma, es concentración |
31. Phulgenda Sinha |
La misma meditación se denomina Samādhi cuando solo brilla el objeto
de meditación y el estado mental (del meditador) aparece como vacío de sí
mismo |
Emilio García Buendía |
Ésta, por tanto, brillante en la
totalidad del objeto (de la consciencia), como vacía de su propia forma (es)
el samādhi |
Oscar Pujol |
La contemplación es esa misma
[continuidad perceptiva] cuando refleja solo el objeto [percibido] y aparece
como vacía de sí misma |
Chip Hartranft |
Cuando sólo brilla la naturaleza esencial
del objeto, como si careciera de forma, significa que la integración ha
surgido |
Vocabulario
tad eva artha-mātra-nirbhāsaṃ
sva-rūpa-śūnyaṃ-iva samādhiḥ
tad-eva (de esta forma, ésta), samādhiḥ (es interiorización completa) artha-mātra-nirbhāsaṃ (cuando solo brilla el objeto), sva-rūpa-śūnyaṃ-iva (como vacía de su auténtica naturaleza)
tad: (n, nom, sg)
esto, eso, aquello.
eva:
(indeclinable) 1)
de esta forma, así, también; exactamente, verdaderamente, simplemente; 2) ni
más ni menos que otro (enfatiza la palabra precedente); 3) solamente,
precisamente.
artha: (masculino) intención, propósito, significado,
sentido; 1)
el significado, el sentido, la
"presencia" mental de aquello a que la palabra se refiere, es decir,
objeto de los sentidos estimado, juzgado, repensado y conceptualizado por el
sujeto; 2) a fin de, en orden a; razón de ser, propósito o intención del
objeto; fin, meta, objetivo.
mātra: (masculino o
neutro) 1)
solamente, nada más que, 2) puro, neto; 3) medida, tamaño, distancia, cantidad,
duración.
nirbhāsa
(nirbhāsaṃ): (neutro, nominativo, singular) brillante, visible,
iluminado, aparente.
svarūpa: (neutro)
identidad, esencia, forma propia, condición propia.
śūnya (śūnyaṃ): (neutro,
nominativo, singular) vacío, sin nada; 1) vacío, no ocupado, ausente, no ser,
no existencia de algo 2) privado de algo, desprovisto; 3) lo “absoluto”, en el
sentido de “algo completamente diferente de la realidad empírica”.
—Entendemos śūnyatā
(vaciedad) como “aquello”
que no es algo ni tampoco nada y que “permanece” como un “residuo” después de
que todas las categorías, elementos, manifestaciones, etc. de la realidad
empírica han sido eliminados por el proceso analítico abolitivo. “Aquello” es
la verdadera naturaleza de la realidad empírica y también la verdadera
realidad. Śūnyatā
puede ser designado con el nombre de “absoluto” solamente si tomamos a este
término en el sentido de “algo completamente diferente de nuestra realidad
empírica” (F. Tola y C. Dragonetti “Nihilismo budista”, pag. 58).
iva:
(indeclinable) de
igual forma que, igual que, como, aparente.
samādhi (samādhiḥ): (masculino,
nominativo, singular) absorción, concentración, poner uno al lado del otro,
unión, totalidad; 1) estado de yoga; 2) estado de interiorización completa; 3) estado mental en el que
pueden surgir poderes extraordinarios (siddhi); 4) estado de interiorización completa que
se logra plenamente a través de la devoción al ser supremo (īśvarapraṇidhāna); 5) estado de
interiorización completa, énstasis o meditación profunda en que la mente se “vacía”
aparentemente de su naturaleza como pensamiento y
solo brilla el objeto de concentración; 6) octavo miembro del yoga de ocho pasos (aṣṭāṅga).
—El samādhi es todo lo contrario de un
éxtasis, ya que no es “salida del ser, enajenación”, sino “regreso al ser,
interiorización”, lo mismo que el Yoga no es una mística, sino un método
psicosomático ordenado a un retorno sobre sí mismo (Varenne, Jean “El Yoga y
—M. Eliade usa el
término griego "énstasis" o "estasis", que intenta demarcar
claramente los fenómenos del samādhi del de "éxtasis", un término
frecuentemente confundido o combinado con "estasis". RC Zaehner
observa que el “énstasis" es el reverso exacto del éxtasis, que significa
salir de uno mismo y que a menudo se caracteriza por la ruptura de las barreras
entre el sujeto y el universo que lo rodea. Patañjali incluye ānanda
(YS I.17), que significa "felicidad" o "alegría", como un
estado de samādhi
cognitivo. La palabra derivada del griego éxtasis significa estar (stasis)
fuera (ex) del sí mismo ordinario (empírico), mientras que samādhi
en última instancia significa "estar en" (en) el sí mismo,
en-identidad, como el ser auténtico o la identidad intrínseca de puruṣa.
En el éxtasis, la experiencia implica al menos una trascendencia parcial de la
limitada identidad del ego o mecanismo cittavṛtti, acompañado quizás por una sensación
de bienestar. Como se concibe normalmente, el éxtasis puede referirse a estados
de éxtasis emocional y exaltación mental. Dado que estas características no
parecen aplicarse o capturar completamente el estado yóguico típico de
conciencia que "trasciende la mente", Eliade y Feuerstein han
propuesto traducir el término samādhi como "énstasis"
(aunque en trabajos posteriores Feuerstein adopta el término “éxtasis” para el samādhi).
Pero la distinción no siempre es clara. Ambas interpretaciones son correctas
según la etapa o el nivel de samādhi que se esté experimentando. En el Yoga-Sutra de
Patañjali hay experiencias de samādhi que se parecen más al éxtasis
que al énstasis. Estas se refieren a las etapas de saṃprajñātasamādhi (YS
I.17), los samādhis
de cognición orientados al objeto o al contenido que van acompañados de grados
de "refinamiento" mental (en vitarka- y vicārasamādhi ), o quizás de
una alegría intensa (ānanda), o un sentido más sutil y lúcido de identidad
propia en asmita-samādhi.
Según los estándares ordinarios, estos estados son extraordinarios y
constituyen un cambio significativo en el propio sentido de sí mismo. Están
extasiados porque cambian el foco normal de atención de uno mismo "fuera
de" o más allá del sí mismo empírico, tal como se experimenta y percibe
normalmente en el estado de "emergencia" (vyutthāna, YS III.9 y 37)
o identidad propia extrínseca, es decir, en la existencia samsárica. Las etapas
anteriores constituyen parte del desarrollo de la "sattvificación" de
la autoconciencia en el proceso de nirodha. Sin embargo, se puede decir que las
experiencias en el éxtasis tienen lugar "fuera" de puruṣa
en el sentido de que están asociadas con los objetos más sutiles de la
existencia prakṛtika como se percibe en la mente y no involucran directa
o conscientemente al puruṣa como el experimentador puro y conocedor; no están
centrados en el puruṣa. En este sentido, puede entenderse que están
extasiados. Asaṃprajñātasamādhi
el samādhi
supracognitivo, por otro lado, es énstasis o auténtica “permanencia en" o
más bien “como” puruṣa. No es, como diría Zaehner, una inversión completa
del éxtasis, al menos no en el contexto en el que este estudio propone utilizar
el término éxtasis. El éxtasis y el énstasis no son estados mutuamente
excluyentes. Más bien, el éxtasis es propedéutico del énstasis: hay un continuo
o continuidad de experiencia que une a los dos en el proceso de
"cesación" (nirodha). Sin embargo, sólo en el énstasis madura completamente
la disciplina del Yoga, una maduración que se hace posible mediante el cese de
cualquier tendencia a "ver" (es decir, percibir erróneamente) el puruṣa
"fuera" de sí mismo o confundir o identificar erróneamente la
existencia prakṛtika con puruṣa. Por tanto, me refiero al samādhi
en el sentido de "éxtasis" (como en saṃprajñātasamādhi, YS / YB
I.17) y "énstasis" (como en asaṃprajñātasamādhi al
que se refiere Vyāsa en YB I.18), teniendo en cuenta las distinciones
mencionadas y observando cuidadosamente que el éxtasis es propedéutico y no
enemigo del énstasis. El éxtasis se refiere al proceso de samādhi
en sus etapas cognitivas (y afectivas) y da como resultado experiencias
sátvicas iluminadoras con el propósito para puruṣa, es decir, experiencia y
liberación. Énstasis es la realización de puruṣa en su verdadera forma (svarūpa,
YS
I.3) y trasciende toda experiencia samsárica o identificación
errónea y toda dependencia de identidad en el reino de prakṛti. El énstasis es la conciencia del
experimentador de sí mismo como puruṣa, en "soledad"
absoluta y sin nada que experimentar en aras de la liberación. Concebido
positivamente, el énstasis es un estado de supracognición como conocedor delos vṛttis,
eternamente libre (YS IV.18); o, concebido negativamente, el
énstasis es la "falta de cognición" de "ver", es decir, de
conocer erróneamente, puruṣa en prakṛti, y la terminación de la
"ausencia de ver" (adarśana). Entonces, el yogui ya no está implicado en la
lucha y la insatisfacción inherentes a los confusos modos dela ilusoria
conciencia gúnica o identidad samsárica del sí mismo (Whicher, Ian "Nirodha,
yoga praxis and the transformation of the mind", pag 184).
Vyāsa —
Yoga-Bhāṣya (s. V.)
dhyānam
eva dhyeyākāra-nirbhāsaṃ pratyayātmakena svarūpeṇa
śūnyam iva yadā bhavati,
dhyeya-svabhāvāveśāt tadā samādhir ity ucyate
||3||
Se dice que cuando en la meditación brilla únicamente la
forma del objeto, desprovista aparentemente de su naturaleza como pensamiento,
entonces, penetrando la esencia de dicho objeto, (esa meditación deviene en lo
que se denomina) interiorización completa (samādhi).
—Aunque es posible una
definición formal de samādhi,
ninguna descripción puede cubrir por completo la naturaleza de esta condición,
la cual trasciende la experiencia diaria. Su componente más fundamental es sin
duda la experiencia de completa fusión de sujeto y objeto; la conciencia del
yogui asume la naturaleza del objeto contemplado, y lo comprende desde “dentro”;
esta identificación se acompaña de un sentimiento de maravillosa paz y aguda
vigilancia en una condición en la cual el continuum espacio-tiempo
ordinario es temporalmente abolido (Feuerstein, George “Textbook of Yoga”).
—En samādhi desaparece la forma (svarūpa) de la naturaleza subjetiva de
la mente, la conciencia que uno tiene de sí mismo. La conciencia no muere ya
que vuelve a retomar su forma después del samādhi (“como si” desapareciera). En este aparente vacío penetra
ahora el objeto contemplado y allí permanece absorbiendo totalmente la
atención. Hay una total unificación y compenetración. La conciencia perceptiva,
liberada de cualquier sentimiento de separatividad, se aleja de las
limitaciones personales, asume la naturaleza del objeto contemplado y lo
entiende “desde adentro” (Gardini, Walter “Yoga clásico”).
—Samādhi es ese estado contemplativo en el que el pensamiento se
interioriza inmediatamente de la forma del objeto, sin la ayuda de la
imaginación (svarūpa),
en su aspecto esencial y como si “estuviera vacío de sí mismo”. Según Vācaspati Miśra, el yogui
que dejó de usar la “imaginación”, ya no considera el acto y el objeto de la
meditación como distintos uno del otro. Hay una coincidencia real entre el
conocimiento del objeto y el objeto del conocimiento: este objeto no se
presenta ya a la conciencia en las formas que lo delimitan y lo definen en
calidad de fenómenos, sino “como si estuviera vacío de sí mismo”. Según Vijñāna Bhikṣu, se llega
al samādhi “cuando el dhyāna se libera de las nociones
separadas de meditación, objeto de meditación y sujeto meditante, y se mantiene
solamente en la forma de objeto meditado, es decir cuando ya no existe nada más
fuera de esta nueva dimensión ontológica representada por la transformación del
“objeto” en “conocimiento-posesión”. Además, de acuerdo a Vijñāna Bhikṣu, hay una
clara diferencia entre el dhyāna y el samādhi: la meditación puede ser interrumpida “si los sentidos
entran en contacto con objetos atrayentes”, mientras el samādhi es un estado invulnerable,
completamente cerrado a los stímuli (Eliade, Mircea “Yoga, inmortalidad
y libertad”).
—Cuando se está tan absorto por
un objeto, que la mente se fusiona completamente en él, se llama samādhi. En samādhi estamos casi ausentes, somos
uno con el objeto. Perdemos la identidad personal en el sentido del nombre, trabajo,
familia, cuenta del banco, etc. En este momento todo esto ha desaparecido. No
hay espacio mental entre nosotros y el objeto. En dhyāna hay reflexión. En samādhi la mente no debe pensar ya que
está clara, ha comprendido tal como es (Desikachar, TKV “Yoga”).
—Vyāsa y Vācaspati
Miśra interpretan este aforismo sumamente técnico de forma
distinta. Su lectura es la siguiente: cuando la meditación se muestra solo en
la forma del objeto proyectado, en otras palabras, cuando se funde con él,
pierde de alguna manera su propio modo de funcionamiento que consiste en la
separación entre sujeto y objeto. Sin embargo, dado que estrictamente hablando
la meditación es una técnica y no un tipo especial de conciencia inducida por
ella, la palabra inicial tad tiene que referirse al flujo unidireccional de ideas
mencionado en III.2, es decir, a la conciencia
completamente absorta (Feuerstein, Georg “The Yoga-Sūtra of Patañjali”).
—En este sūtra, se
utilizan términos del sūtra I.43, que
define o describe a la samāpatti sin
análisis (de objeto tosco), para definir al samādhi.
Esta definición es defectuosa en cuanto equipara el samādhi con dos de sus formas: la samāpatti sin vitarka y
por extensión con la samāpatti sin vicāra, siendo así que el samādhi cubre no solo estas dos samāpattis, sino todas las samāpattis y además existe un tipo de samādhi que no está constituido por ninguna samāpatti (Tola y Dragonetti, “Yogasutras de Patañjali” pag. 219).
—El compuesto tad-eva que significa “esta misma”, “y
eso”, nos indica que “este mismo dhyāna se convierte o transforma en samādhi”, tal como se define en el sūtra. La descripción de este samādhi es prácticamente la misma que
la del nirvitarka
samāpatti, dada
en el sūtra I.43 y en el sūtra I.44 aplicable
al nirvicāra
samāpatti,
con la única diferencia de que las dos frases de la descripción se intercambian
en este sūtra
y se hallan en género neutro a diferencia del sūtra I.43, que están en género femenino. Esta
diferencia de género es porque en el sūtra I.43, las frases califican al sujeto (nirvitarka) samāpatti que tiene género femenino,
mientras que aquí se utilizan para describir el samādhi, un nombre masculino (Karambelkar, Dr. P.V. “Pātañjala
Yoga Sūtra”, pag. 353).
—La mente al haber abandonado
sus torbellinos cotidianos, se aquieta adquiriendo la claridad de un espejo, y
las distintas entidades como el objeto, el sujeto y el acto de percibir se
funden ahora (samāpatti,
I.41).
Las formas y distinciones que habían individualizado a estas entidades
desaparecen entonces, quedando sólo su naturaleza esencial, que el yogui
reconoce como una unidad (Hartranft, Chip "Los yogasutra de
Patañjali" pag. 91).
—Samādhi se refiere a la
"unidad" o identidad que debemos alcanzar para conocer la verdadera
naturaleza de cualquier cosa. Samādhi implica una transformación
completa del modo habitual de conocer o percibir (pratyakṣa). Es una transformación
(pariṇāma)
de la mente y la conciencia de un estado de "toda objetividad" o
"dispersividad" a un solo punto (ekāgratā). Antes del samādhi,
la mente recibía las impresiones de los objetos a través de los sentidos e
imponía su patrones de vṛttis y hábitos propios sobre los objetos. En samādhi,
la mente actúa progresivamente como la arena o medio a través del cual no
existe un centro subjetivo o egóico de conciencia que pueda introducir
cualquier distorsión del objeto; solo existe la aprehensión pura, el
conocimiento. Ningún intermediario u órgano interfiere entre el objeto y el
conocimiento.. Por lo tanto, la intuición (prajñā) obtenida en el samādhi
cognitivo no es una proyección mental, no es una proyección auto-referenciada,
indulgente (es decir, emotiva, afectiva, deseosa / imaginativa, cognitiva). No
es un conocimiento individual (es decir, "mío"), ni es subjetivo. Se
refiere total y exclusivamente al objeto; es una percepción clara del objeto
tal como es sin ninguna violación o forzamiento por parte del yogui
(observador), porque, en el momento de la experiencia de conocimiento en samādhi,
el observador como sujeto separado del objeto no entra en juego. (Whicher, Ian "Nirodha, yoga praxis and the transformation
of the mind", pag 194-195).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||3.3|| tadēvōktalakṣaṇaṅ dhyānaṅ
yatrārthamātranirbhāsamarthākārasamāvēśādudbhūtārtharūpaṅnyagbhūtajñānasvarūpatvēna
svarūpaśūnyatāmivā||padyatē sa samādhirityucyatē.
samyagādhīyata ēkāgrī kriyatē vikṣēpānparihṛtya
manō yatra sa samādhiḥ.
Esto, la meditación ya mencionada. Al resplandecer sólo el
objeto, es decir, cuando debido a la coincidencia de forma exterior (ākāra) y objeto, la
forma (rūpa) se ha convertido
en el objeto, y surge éste como vacío de su propia forma por efecto de una
reducción del conocimiento. Esto es llamado el énstasis. El énstasis se produce
cuando la mente (manas), apartando
todo obstáculo, queda fijada en un solo punto, totalmente unificada.
Śaṅkara
Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
Objeción: anteriormente se estableció (YB. I.1): “yoga es samādhi“, por lo que el samādhi debe incluir
todos los miembros. Ahora, sin embargo, se enseña que el samādhi no es nada más
que uno de los miembros del yoga. ¿Qué ha sucedido con la distinción entre un
miembro y la totalidad de los miembros?
Respuesta: cuando se afirmó: “yoga es samādhi“, se hizo en referencia al aspecto
concreto de fijación mental. Pero aquí el punto a considerar es el método por
medio del cual lo que era un flujo de ideas, contemplado como objeto de
meditación, deviene en la auténtica forma del objeto.
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