Yoga Sūtras
Aforismos sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado:
abril, 2022
वहिरकल्पिता
वृत्तिर्महाविदेहा
ततः प्रकाशावरणक्षयः॥४३॥
bahir akalpitā vṛttir
mahāvidehā tataḥ prakāśāvaraṇakṣayaḥ
||43||
En
consecuencia, [surge] la actividad externa no conceptual [de la mente, conocida
como] el profundo estado [mental] sin conexión corporal; con él desaparece el velo
que oculta la luz [interior]
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
La vṛtti-actividad externa no imaginaria (real, que define citta), es el gran estado-fuera-del-cuerpo. A partir de esto, la dispersión del cobertor de la luz |
Georg
Feuerstein |
Una no imaginaria fluctuación (vṛtti) externa [de la conciencia] es el “gran incorpóreo”, a partir del cual [se logra] la reducción de los cobertores de la luz [interior] |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
Una genuina fluctuación externa es el gran descarnado; a partir de aquí se destruye el cobertor de la luz |
P.
V. Karambelkar |
(A partir de éste saṃyama también resulta) el vṛtti (de la mente o de citta) (denominado como) el Mahāvideha (el Gran incorpóreo) (vṛtti con una direccionalidad) externa (e) inimaginable. A partir de esto (más adelante se logra) la disminución y desaparición de los cobertores de la iluminación (interior) |
James
Haughton Woods |
Una fluctuación aparentemente no regulada es el Gran Desencarnado; su resultado es la reducción de los cobertores de la luminosidad |
71. Phulgenda
Sinha |
La implicación de la mente (concentración) con todos los objetos externos es inimaginable por el intelecto debido a la vastedad de formas (gran variedad de formas). Mediante la práctica de Saṃyama en ellos se desvanece el cobertor del conocimiento (luz) |
Emilio
García Buendía |
La fluctuación mental no construida externamente (se denomina) gran incorpórea, por tanto (por saṃyama sobre ella se obtiene) la disolución de la obstrucción de la luminosidad |
Oscar
Pujol |
La función externa y no mediatizada [de la mente es llamada] la Gran Incorpórea. A partir de ahí, la destrucción del velo de la luz |
Chip Hartranft |
Cuando la mente se desliga por completo de las cosas exteriores —“la gran liberación del cuerpo”—, se aparta el velo que ocultaba la luminosidad de la mente |
Vocabulario
bahir
akalpitā vṛttir mahā-videhā tataḥ
prakāśa-āvaraṇa-kṣayaḥ
tataḥ (en consecuencia) bahir akalpitā vṛttir (la actividad externa no conceptual) mahā-videhā (es el profundo estado incorpóreo); prakāśa-āvaraṇa-kṣayaḥ (desaparece el velo que oculta la luz)
bahis- (bahir-): afuera, exterior,
externo.
akalpita (akalpitā): (f, nom, sg) sin forma, no conceptual;
genuina, natural, inimaginable, no
intelectual; dicho de un proceso mental en el que el sentido del yo no se
identifica con el cuerpo
vṛtti
(vṛttiḥ): (f,
nom, sg) modificación, giro, fluctuación; 1) remolino, torbellino; 2) proceso o
actividad.
mahā-: grande, profundo,
intenso.
videha (videhā): (f, nom, sg) desencarnada, incorpórea; 1) se
entiende generalmente como la separación entre puruṣa y prakṛti en la muerte; 2) muerta, fallecida, difunta; 3) esbozada, resumida,
esquematizada.
tad
(tataḥ): (indecl) en consecuencia, de esta forma, de ahí, desde allí, desde entonces,
por eso, por lo tanto, por consiguiente, así, como, igual que.
prakāśa-: luz, iluminación, brillo,
esplendor; 1) naturaleza de sattva, uno de los tres principios fundamentales de
la materia (guṇas).
āvaraṇa-: cobertor, velo, barrera,
impedimento, obstáculo.
kṣaya
(kṣayaḥ): (m,
nom, sg) 1) destrucción, desaparición, eliminación,
pérdida, fin; 2) disminución, declive, depreciación.
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
śarīrād bahir manaso vṛtti-lābho
videhā nāma dhāraṇā | sā yadi
śarīra-pratiṣṭhasya manaso bahir-vṛtti-mātreṇa
bhavati, sā kalpitety ucyate |
El proceso
mental (que funciona) fuera del cuerpo es la concentración (dhāraṇā) denominada sin forma, inconcebible o no conceptual (akalpitā); si se
trata de un proceso mental sobre objetos externos, pero en conexión con el cuerpo,
se denomina incorpórea conceptual (kalpitā);
—Vyāsa
diferencia entre una fluctuación exterior de la conciencia que reside en el
cuerpo y una fluctuación exterior que se externaliza. La primera se denomina kalpitā (literalmente, “con forma”) y la segunda akalpitā (“sin forma”). Explica que el tipo sin
forma se logra mediante el otro tipo y que se trata de una concentración (dhāraṇā). Lo que se pretende explicar aquí es la proyección de la conciencia
fuera del cuerpo, primero como un ejercicio intelectual (kalpitā) y más adelante como la auténtica externalización de la conciencia,
no intelectual (akalpitā).
Como aclara Vācaspati Miśra,
esto no tiene solo como propósito la penetración en otro cuerpo, sino también
la eliminación de los conceptos erróneos que acompañan la naturaleza de la
conciencia (Feuerstein, Georg “The Yoga-Sūtra of Patañjali”).
—La
fluctuación o noción de la mente, cuando se concibe como fuera del cuerpo, se
llama concentración sin forma. Si esa concentración es causada por la mente
retenida dentro del cuerpo por su concepción externa, se llama kalpitā (imaginada). Sin embargo, si la concentración de una mente, que es
independiente del cuerpo, se relaciona con el exterior del cuerpo, se conoce
como akalpitā (inimaginable o real). La mente
retenida dentro del cuerpo y concentrada externamente se llama kalpitā (imaginada). Y cuando la mente se desvanece y penetra la realidad de
la mente universal más allá del intelecto, se trata de akalpitā. Tales etapas se mencionan en Yoga Sūtra II.52 y III.36.
Es una comprensión intuitiva. Entre estas funciones, la concentración mahāvideha se practica con la ayuda de la concentración imaginada. Más adelante,
mediante la inimaginable concentración, la mente del yogui puede entrar en el
cuerpo de otro. Mediante tal concentración, se elimina el velo del intelecto
sensible, en la triple forma de kleśa
(aflicción), karma (acción) y vipāka (fruición) que se origina de rajas y tamas. El problema parece ser el de
llegar al objeto de meditación y fijar la base en el proceso de intuición. Es
una percepción conseguida a través de la escalada hacia un mayor nivel de
conciencia. (Yogendra, Jayadeva “Cyclopedia of Yoga, vol. II”, p.
87-88).
—Vyāsa explica que mahāvideha
es un citta-vṛtti (actividad mental) que es parte de dhāraṇā.
La mayoría de los comentaristas describen mahāvideha como un estado en el
que citta entra en otro cuerpo. Bhojarāja (Śāstri
[1982], p. 155) sugiere que es un estado meditativo en el que el yogin pierde
cualquier sentido corporal, o está totalmente libre de identificación con el
cuerpo o propiedad del mismo (Raveh,
Daniel “Expolring The Yoga Sutras. Philosophy and Translation", pag 143,
nota 48).
yā tu śarīra-nirapekṣā
bahir-bhūtasyaiva manaso bahir-vṛttiḥ, sā khalv
akalpitā | tatra kalpitayā sādhayaty akalpitāṃ
mahā-videhām iti,
más, cuando
se trata de un proceso mental externo que se halla desconectado del cuerpo
mismo, es no conceptual (sin forma). Se practica a través del conceptual para
lograr el no conceptual, que es el profundo estado incorpóreo.
—Mediante saṃyama sobre la consciencia, el yogui vive sin un cuerpo; esto es algo
inimaginable y, sin embargo, cierto. Es un siddhi, llamado mahāvideha siddhi o gran descarnación... Si la consciencia se traslada
fuera del cuerpo, pero mora en el cuerpo, se denomina un estado imaginable.
Cuando esa misma consciencia pasa fuera del cuerpo, independiente y sin morar
en él, entonces es un estado inimaginable. En mahāvideha, el yogui desconecta su cuerpo de la consciencia, de manera que no le
influyan las aflicciones (Iyengar, BKS “Luz sobre los
Yoga Sūtras de Patañjali”, p. 319).
yayā para-śarīrāṇy āviśanti yoginaḥ
| tataś ca dhāraṇātaḥ prakāśātmano
buddhi-sattvasya yad āvaraṇaṃ
kleśa-karma-vipāka-trayaṃ rajas-tamo-mūlaṃ tasya ca
kṣayo bhavati ||43||
Con él, el
yogui puede entrar en otros cuerpos. Gracias a la concentración, desparece el
velo del intelecto cuya esencia es la luminosidad y que se manifiesta
triplemente como obstáculos al conocimiento (kleśas), acciones (karma) y sus frutos (vipāka).
—A medida que el yogui progresa siente debilitarse
las ataduras de las envolturas corporales y su dependencia de los sentidos y de
la razón discursiva. Empieza a dirigir su mente a lo que esta fuera de su
esfera limitada y, eventualmente, llega a alcanzar el “gran estado incorpóreo” en que ya no está más condicionado por el ego y la mente existe
como si fuese independiente del cuerpo, los sentidos y la razón (Gardini,
Walter “Yoga clásico”).
—La mente influye en nuestra percepción por medio de
la memoria, la imaginación y otras características como, por ejemplo, la
pesadez. Pero esta misma mente puede verse modificada hacia un estado en que
ésta no altere la percepción de un objeto. Cuando sucede esto, nuestra
percepción del objeto es correcta. Además es posible alejar la mente de la
percepción de un objeto, por más atractivo y tentador que sea. Con el estudio
de estos fenómenos y con el desarrollo de las condiciones en las que la mente
no comete error de percepción aparece una facultad extraordinaria que permite
sondear la mente de los demás. También se reducen las nubes que oscurecen la
percepción correcta. Las nubes ensombrecedoras son los obstáculos del II.3
(Desikachar, TKV “Yoga-sūtra
de Patañjali”).
—El problema que
plantea este sūtra es
comprender el significado de akalpita-vṛtti, dicho en otras palabras, ¿qué clase de
oscilación o fluctuación mental cae bajo el concepto de “genuino, no artificial, no construido” (akalpita)? En este caso se interpreta en este trabajo como cualquier
fluctuación mental que carece de contenido, de representación, es decir, que no
es intencional. De hecho, Vyāsa divide las modificaciones mentales (vṛttis) en dos tipos: 1) “construidas” (kalpita) y 2) “no construidas” (akalpita). Para poder pensar si esto fuera posible se puede acudir a un
experimento mental dado que nuestra memoria carece de este recuerdo. Imaginemos
a un recién nacido con unos pocos meses que obviamente tiene actividad cerebral
y recibe un cúmulo de inputs que carecen
aún de significado para él. Desde ese punto de vista, cuando el ser humano
percibe el mundo externo automáticamente el cerebro identifica y atribuye
sentido a todo el torrente de información que recibe. Por eso, las
fluctuaciones mentales de cualquier adulto se podrían denominar “construidas, manufacturadas”. A sensu contrario todas las percepciones
que aún no han sido elaboradas o dotadas de sentido se podrían denominar “genuinas, no artificiales, no construidas” (akalpita) (García Buendía, Emilio “El yoga como
sistema filosófico”, pág. 409).
—Este sūtra ofrece otro método para hacer salir la mente del cuerpo y poder
poseer mentalmente el cuerpo de otro (cf. 3.38). Según
Vyāsa, la mente puede salir del cuerpo de dos formas diferentes: de una
forma directa o de una forma indirecta, mediatizada por los sentidos. La forma
indirecta o mediatizada se produce durante la percepción de objetos externos
cuando la mente capta la forma de estos objetos mediante la ayuda de los
sentidos. La sustancia mental literalmente se derrama a través de los sentidos
y sale fuera para captar las propiedades externas de la forma, el tacto, el
gusto, el sonido y el olor. Por lo tanto, el proceso mental mediante el cual la
mente, permaneciendo en el cuerpo, sale al exterior a través del canal de los
sentidos es la función externa mediatizada de la mente y se denomina Incorpórea
(videha). En el caso de la función externa no mediatizada,
la mente, desde fuera del cuerpo y con total independencia, percibe otro objeto
externo. Esta función externa no está mediatizada y se denomina la Gran
Incorpórea o Mahāvideha. La Mahāvideha tiene la capacidad de destruir el velo formado por rajas y tamas que cubre la mente. Según
Vyāsa, para conseguir esta Gran Incorpórea hay que meditar en la
Incorpórea, la función que hace salir la mente de una forma indirecta. Los
yoguis avanzados, pues, pueden hacer salir la mente del cuerpo en la meditación
profunda de un objeto externo, y de este modo incluso pueden poseer otros cuerpos
(Pujol, Oscar “Yogasūtras”, p. 300-301).
—Tal como se
ha comentado en el sūtra III.42,
cuando se afirma que el yogui puede volar a través del aire, normalmente nadie
atestigua haberlo visto. Algunos comentaristas lo explican diciendo que el
yogui se vuelve invisible gracias al saṃyama del sūtra III.21.
Lo más probable es que (su citta)
abandone el cuerpo y se mueva en un estado sin cuerpo (videha). Con esta comprensión del vibhūti del sūtra III.42,
la objeción de improbabilidad se queda al margen. La habilidad de salir del
propio cuerpo e incluso de observarlo como un objeto contemplado desde afuera
es un logro básico en yoga y lo experimentan muchos sādhakas muy pronto durante su yoga sādhana, especialmente cuando tienen cierta experiencia en meditación. Pero
en tal estado sin cuerpo el citta del sādhaka mantiene una relación con él y continúa reconociéndole como su morada
permanente. (La Parapsicología y quizás también la Teosofía postulan que en tal
estado extra físico se mantiene la unión mediante una fibra plasmática entre
nuestro cuerpo y la entidad externa, ya sea el espíritu, la mente, etc.). Este
es el estado normal de videha (de
acuerdo con el Yoga y el misticismo. El término videha en el Vedānta tiene un significado distinto). Muy probablemente,
a raíz de la necesidad de mantener contacto con el cuerpo, citta no puede alejarse demasiado de él. El movimiento en el espacio es
posible hasta cierto punto, dependiendo de la extensibilidad de esa unión. Para
disponer libremente de todo el movimiento en el espacio hacia cualquier punto,
tal conexión resulta un obstáculo. Mediante el saṃyama del sūtra III.42,
tal conexión restrictiva se elimina también. El citta del yogui desarrolla así la habilidad de funcionar sin atadura
corporal, moviéndose externamente sin límites. Esta potencialidad o vibhūti se denomina aquí mahā-videha. Los otros adjetivos bahir y akalpita añaden que el citta del
yogui es capaz de ir hacia cualquier sitio, incluso más allá de los límites
imaginables. Gracias al desarrollo del poder de moverse a cualquier punto del
Universo sin restricción alguna, citta es
ahora capaz de obtener conocimiento en cualquier sitio a través de la
percepción directa. De esta forma, se elimina totalmente la limitación al
conocimiento. Citta se vuelve casi omnisciente, que
es lo que se indica con la frase prakāśāvaraṇakṣaya, es decir, “la desaparición del velo u
obstrucción que oculta la luz, el conocimiento”. La
desaparición del velo que oculta la luz también se menciona como resultado
de la práctica del prāṇāyāma en el sūtra II.52.
Se trata del desarrollo de una potencialidad de citta con objeto de aquietarla, gracias a que citta es capar durante el prāṇāyāma de interiorizar profundamente el objeto sobre el que dirige la
meditación (al menos en el sistema yoga de Patañjali). Citta en ese proceso adquiere conocimiento de forma similar al
razonamiento. Gracias al vṛtti mahā-videha, citta sale realmente del cuerpo y
penetra el objeto que desea conocer, observándolo directamente. La diferencia
con prakāśāvaraṇakṣayas es en cierta forma como la existente entre anumāna (inferencia) y pratyakṣa
(percepción directa mediante los sentidos) (Karambelkar, Dr. P.V. “Pātañjala Yoga Sūtra”, pag.
465-467).
—El sūtra III.43 es el único sūtra, además del I.19, en los
Yogasūtras que incluye la palabra 'videha'. Según mi propio criterio, este sūtra significa sencillamente que: “Un movimiento no sujeto a
control de la espiración es el gran incorpóreo; a partir de ello se destruye el
velo que oculta la luz ”. Esta traducción está
motivada por la asociación del sūtra III.43 con los sūtras II.50 y II.51 que tratan
del control de la respiración (prāṇāyāma) como resultado de la destrucción del velo que
oculta la luz (II.52). La palabra 'vṛtti' en III.43 significa ‘actividad, movimiento, fluctuación de la respiración', al igual
que en II.50,
y no 'pensamiento' en el sentido de 'cittavṛtti' como Vyāsa supone (Oostwaard, E. “On the Origin of the
Yogasūtra", pag 24-25).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||3.43||
śarīrādvahiryā manasaḥ śarīranairapēkṣyēṇa
vṛttiḥ sā mahāvidēhā nāma
vigataśarīrāhaṅkāradārḍhyadvārēṇōcyatē.
tatastasyāṅ kṛtātsaṅyamātprakāśāvaraṇakṣayaḥ
sāttvikasya cittasya yaḥ prakāśastasya yadāvaraṇaṅ
klēśakarmādi tasya kṣayaḥ pravilayō bhavati.
ayamarthaḥ -- śarīrāhaṅkārē sati yā
manasō bahirvṛttiḥsākalpitētyucyatē. yadā
punaḥ śarīrāhaṅkārabhāvaṅ parityajya
svātantryēṇa manasō vṛttiḥ
sā.kalpitā, tasyāṅ saṅyamādyōginaḥ
sarvē cittamalāḥ kṣīyantē.
Es llamada
la gran incorpórea aquella modificación (vṛtti) de la
mente (manas) que, sin tener en cuenta al cuerpo, existe fuera
del cuerpo, al debilitarse la relación existente entre el cuerpo y la yoidad (ahaṃkāra). De aquí, es decir de la práctica del saṃyama sobre esto,
resulta la destrucción del velo que cubre la claridad, es decir, la claridad de
la mente bajo su aspecto puro o luminoso (sátvico); la destrucción o
desaparición se refiere al velo que la cubre (āvaraṇa), y que consiste
en las imperfecciones naturales, las acciones, etc. El sentido es el siguiente.
El funcionamiento (vṛtti) externo de la mente (manas) se dice que es mentalmente
elaborado (kalpita), mientras existen el cuerpo y la yoidad. Una vez
abandonada, sin embargo, la vinculación entre el cuerpo y la yoidad, aparece
por sí misma una función de la mente que no es elaborada mentalmente. Mediante
la práctica del saṃyama sobre esto, desaparecen para el yogui todas las
máculas de la mente (citta).
tadēvaṅ pūrvāntaviṣayāḥ
parāntaviṣayā madhyabhavāśca siddhīḥ
pratipādyanantaraṅ bhuvanajñānādirūpā
bāhyāḥ kāyavyūhādirūpā abhyantarā
parikarmaniṣpannabhūtāśca maitryādiṣu
balānītyēvamādyāḥ
samādhyupayōginīścāntaḥkaraṇabahiḥ
karaṇalakṣaṇēndriyabhavāḥ prāṇādivāyubhavāśca
siddhīścittadārḍhyātsamādhau
samāśvāsōtpattayē pratipādyēdānīṅ
svadarśanōpayōgisabījanirbījasamādhisiddhayē
vividhō pāyapradarśanāyā||ha --
Se han
descrito de esta manera los poderes, tanto en lo que se refiere a los objetos
de conocimiento en su fase anterior, como también en su fase ulterior y en su
fase intermedia. Inmediatamente después, se han descrito las formas externas
del conocimiento, como por ejemplo, del universo, así como las formas internas
relacionadas, por ejemplo, con la disposición del cuerpo; igualmente, los
elementos utilizados para la purificación, comenzando con las así llamadas
fuerzas (bala) que se relacionan, por ejemplo, con la buena
disposición. También se han descrito los procedimientos que conducen al
énstasis; la naturaleza de las características del funcionamiento de los
sentidos, tanto en su aspecto interior como en el exterior; la naturaleza de
los alientos (vāyu), como por ejemplo, del aliento vital (prāṇa); los poderes que hacen firme la mente, cuando se produce la calma
del énstasis. A continuación, con el objeto de exponer los diversos
procedimientos para la obtención del énstasis con semilla y del énstasis sin
semilla y que conducen a la contemplación (darśana) de sí
mismo (sva), dice lo siguiente.
Śaṅkara Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa
(s. XIV)
El proceso
mental exterior al cuerpo tiene lugar de forma puramente voluntaria, aquietando
la mente sobre un objeto concreto situado en otro lugar, por medio del samādhi.
La
concentración conceptual se denomina así porque se produce por medio de una
concentración intencionada (saṃkalpa) de la mente ligada al cuerpo; pero cuando por
medio del samādhi se disminuyen las ataduras del cuerpo, se vuelve no
conceptual. Con la conceptual, quien logra el proceso mental exterior está aún
limitado a causa de la restricción corporal; con la no conceptual, su
experiencia ya no está limitada por la restricción corporal. Ambas se denominan
incorpóreas, puesto que en ambas se encuentra la idea de “exterior”, pero la no
conceptual se denomina el profundo estado incorpóreo. La práctica continuada de
la meditación conceptual conduce finalmente a la no conceptual.
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