Yoga Sūtras
Aforismos
sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado: julio, 2019
स्थूलस्वरूपसूक्ष्मान्वयार्थवत्त्वसंयमाद्भूतजयः॥४४॥
sthūlasvarūpasūkṣmānvayārthavattvasaṃyamād bhūtajayaḥ ||44||
Al efectuar la contemplación sobre la forma física, la
naturaleza esencial, la forma sutil, su interconexión y la finalidad [de los
elementos], [se logra] el dominio
de [esos mismos] elementos
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas
Houston |
Mediante saṃyama en (su) estado grosero, svarūpa-naturaleza esencial, estado sutil, conexión y naturaleza de servicio hacia un objetivo – dominio de los bhūta-elementos |
Georg
Feuerstein |
A través de la [práctica de la] restricción sobre lo físico, la forma esencial, lo sutil, la conexión y el objetivo [de los objetos] [el yogui logra] dominio sobre los elementos |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
A partir de saṃyama sobre la propia forma, sobre el significado y la conexión de lo sutil con la propia forma de lo grosero, hay dominio de los elementos |
P.
V. Karambelkar |
A través de la actuación de saṃyama sobre lo grosero, la naturaleza, la sutilidad, la relatividad y el propósito (de los pañca-mahābhūtas) (se alcanza) el dominio sobre los elementos (es decir, sobre los pañca-mahābhūtas) |
James
Haughton Woods |
Como resultado de la restricción sobre lo físico, el atributo esencial, lo sutil, la inherencia y el objetivo, hay dominio de los elementos |
72. Phulgenda
Sinha |
Mediante la práctica de Saṃyama en las formas de los elementos groseros y sutiles, su relación mutua y su propósito, se obtiene la victoria sobre los elementos groseros (pañca bhūtas) |
Emilio
García Buendía |
(Realizando) saṃyama sobre los cuerpos groseros, su propiedad esencial, los sutiles, sus cualidades y su finalidad (se consigue) la victoria sobre los elementos |
Oscar
Pujol |
Gracias al dominio de lo tosco, de la esencia, de lo sutil, de la inmanencia y de la intencionalidad, la conquista de los elementos |
Chip Hartranft |
Al observar los aspectos de la materia —burdos, sutiles, intrínsecos, relacionales, intencionales— con la perfecta disciplina, se dominan los elementos |
—Los elementos (tierra, agua,
fuego, viento y éter), constituyen el último término de la evolución. Ellos se
presentan con cinco propiedades constitutivas: (i) una forma externa, densa y espesa que
atrapa inmediatamente los sentidos; (ii) una naturaleza específica, una esencia
constituida por factores constantes que lo caracterizan, como el calor para el
fuego, el movimiento para el viento, etc.; (iii) cada uno está vinculado a una
propiedad sutil; (iv)
la
inmanencia indica la relación con los tres guṇas
que
tejen, en distintas proporciones, toda la realidad; (v) la
finalidad es la capacidad que los elementos poseen de permitir que el yo
realice su experiencia y se libere. La totalidad del universo puede ser
reducida a estos cinco factores. Una entidad se distingue de la otra porque
posee una diversa proporción de guṇas,
pero todas están orientadas a la misma finalidad, todas son modificaciones
inmanentes en una forma densa y sutil de la misma materia primordial (Gardini,
Walter “Yoga clásico”).
—La filosofía natural del yoga expone cinco categorías de
elementos (bhūtas) que juntos componen lo que
puede considerarse el aspecto burdo de la Naturaleza. Pero estos objetos burdos
tienen también una dimensión oculta no inmediatamente perceptible. En primer
lugar, está lo que se denomina técnicamente como la “forma propia” de un
objeto; esto es su característica esencial, como la solidez para la tierra, la
liquidez para el agua, la movilidad para el aire, etc. En segundo lugar, está
la denominada dimensión sutil del objeto que coincide con su causa en el
siguiente nivel más profundo. En el caso de los elementos son, según Vyāsa, los tanmātras o potencialidades. La “conectividad”, en opinión de Vyāsa, se refiere a los
constituyentes primarios (guṇas) de la Naturaleza, comunes a
todas las cosas. Finalmente, la “utilidad” es la teleología inmanente en tales
constituyentes primarios, puesto que sirven al sí-mismo-esencial, tanto para
experimentar el mundo, como para liberarse de él (Feuerstein, Georg “The Yoga-Sūtra
of Patañjali”).
Vocabulario
sthūla-svarūpa-sūkṣma-anvaya-arthavattva-saṃyamāt bhūta-jayaḥ
sthūla-svarūpa-sūkṣma-anvaya-arthavattva-saṃyamāt (al efectuar la contemplación sobre la forma física, la naturaleza esencial, la forma sutil, la interconexión y la finalidad), bhūta-jayaḥ (dominio de los elementos)
sthūla-: denso, grosero, tosco,
sólido, material (opuesto de sūkṣma); 1) forma física, grosera o material (denota lo más
externo o visible); 2) aspecto de una cosa.
svarūpa-: identidad,
esencia, forma propia, condición propia.
sūkṣma-: sutil, fino, delicado
(opuesto de sthūla); 1) atómico, no visible
físicamente (denota la dimensión psíquica o interna del objeto); 2) átomo.
anvaya-: asociación, conexión; nexo,
vínculo.
arthavattva-: intencionalidad, finalidad, propósito,
significado, importancia.
saṃyama
(saṃyamāt): (m, abl, sg) mediante el control, a raíz de mantener unido, con el
autocontrol; 1) a partir de la contemplación, la concentración perfecta, el completo sometimiento o el autocontrol total; 2) con la práctica
continuada de concentración (dhāraṇā), meditación (dhyāna) e identificación completa
(samādhi) sobre un mismo objeto.
bhūta-: elemento, esencia, ser,
criatura; 1) indica la existencia en devenir, en cuanto desarrollándose; 2)
elementos densos que constituyen el cuerpo físico y el mundo visible o
tangible, de los cuales tenemos conciencia en las experiencias sensoriales.
jaya
(jayaḥ): (m, nom, sg) conquista, victoria, dominio, supremacía, maestría.
Vyāsa —
Yoga-Bhāṣya (s. V.)
tatra pārthivādyāḥ
śabdādayo viśeṣāḥ
sahākārādibhir dharmaiḥ
sthūla-śabdena paribhāṣitāḥ
| etad bhūtānāṃ prathamaṃ rūpam |
En este (sistema de pensamiento), (i) los (cinco elementos)
que se inician a partir de la tierra (los cuales poseen un aspecto general y
otro característico), tienen (como característico) el sonido y otros aspectos
perceptibles; (este aspecto) característico junto con sus propiedades (dharma), como la forma y otras, se denomina
técnicamente forma física (concreta) (sthūla). Este es el primer aspecto de los elementos.
—Cuando se habla de “forma grosera” se hace referencia a
cualquier objeto percibido por los sentidos como un vaso o un vestido. Dichas
cosas se encuentran formadas por una serie de combinación de elementos (tierra,
agua, etc.) y que se nos presentan revestidos con una serie de cualidades que
caracterizan a cada uno de dichos elementos (viśeṣa);
a su vez, la existencia de dichas propiedades diferenciadoras hacen posible una
función especial como la posibilidad de ser oídas, de ser vistas, etc. por lo
que se denomina a dicha posibilidad como la propiedad (dharma) de cada uno de dichos elementos. Todo lo anterior es lo
que en este aforismo se engloba bajo la denominación de “cuerpos groseros” (sthūla) palabra sánscrita sinónima de mahābhūtas (García
Buendía, Emilio “El yoga como sistema
filosófico”, pág. 411).
dvitīyaṃ rūpaṃ sva-sāmānyam
| mūrtir bhūmiḥ, sneho
jalam, vahnir uṣṇatā, vāyuḥ
praṇāmī, sarvato-gatir
ākāśa ity etat-svarūpa-śabdenocyate |
(ii) El segundo aspecto es el genérico. Así por ejemplo, un
perfil definido (mūrti) en el caso
de la tierra, liquidez con el agua, ignición con el fuego, impulso con el aire
(o viento) y omnipresencia con el espacio. Este aspecto se denomina
técnicamente naturaleza esencial (svarūpa).
—Con independencia de las cualidades diferenciadoras (viśeṣa) con las que se nos presentan
a nuestros sentidos las diferentes cosas y las propiedades o cualidades
asociadas a ellos (dharmas), cada uno de los elementos “groseros”
posee una esencia o cualidad básica fundamental que consiste en la
penetrabilidad en el caso del espacio, en la fluidez en el caso del agua, etc.
Por medio del saṃyama sobre dicha cualidad esencial
se alcanzarían nuevos poderes (García Buendía, Emilio “El yoga como sistema
filosófico”, pág. 411).
asya sāmānyasya śabdādayo
viśeṣāḥ | tathā coktam—eka-jāti-samanvitānām
eṣāṃ dharma-mātra-vyāvṛttiḥ iti
El sonido y otros (aspectos perceptibles) son
características del aspecto genérico. Así, se ha dicho: “todas estas (cosas
perceptibles), que pertenecen a una sola clase, se diferencian solo por sus
características (dharma)”.
sāmānya-viśeṣa-samudāyo’tra dravyam | dviṣṭho
hi samūhaḥ | pratyastamita-bhedāvayavānugataḥ
| śarīraṃ vṛkṣo
yūthaṃ vanam iti
|
(En este sistema de pensamiento) la sustancia material (dravya) es una combinación (samudāya) entre lo general y lo
particular. Dicha conjunción (samūha) puede ser de
dos tipos: (i) aquella en que las partes han perdido su carácter diferenciador,
como por ejemplo el cuerpo humano, un árbol, un rebaño o un bosque;
śabdenopātta-bhedāvayavānugataḥ samūhaḥ | ubhaye
deva-manuṣyāḥ | samūhasya
devā eko bhāgo manuṣyā dvitīyo bhāgas tābhyām evābhidhīyate
samūhaḥ |
y (ii) aquella
otra en la cual se distinguen por su nombre las diferentes partes que la
componen, como por ejemplo, el colectivo de dioses y personas, en el cual los
dioses son una parte y las personas son otra. Solo con el concurso de ambos
puede decirse que se trata de un conjunto.
sa ca bhedābheda-vivakṣitaḥ
| āmrāṇāṃ vanaṃ brāhmaṇānāṃ
saṅghaḥ, āmra-vanaṃ
brāhmaṇa-saṅghaḥ iti |
Además, se puede enfatizar tanto la diferencia como la no
diferencia, como cuando se habla de un bosquecillo de pinos y una sociedad de
amigos, o sencillamente se dice un “pinar” y una “pandilla”.
sa punar dvividho yuta-siddhāvayavaḥ
ayuta-siddhāvayavaś ca
Esta última (combinación), es a su vez de dos clases: (i)
aquella en que las partes mantienen su estructura aun estando separadas y (ii)
aquella en que no la mantienen.
yuta-siddhāvayavaḥ samūhaḥ vanam saṅgha
iti ayuta-siddhāvayavaḥ saṅghātaḥ śarīraṃ
vṛkṣaḥ paramāṇur
iti |
Un bosque o una sociedad son un conjunto cuyas partes
pueden separarse; un cuerpo, un árbol o una partícula subatómica esencial son
un todo orgánico (saṅghāta) cuyas partes
son inseparables.
ayuta-siddhāvayava-bhedānugataḥ samūho dravyam
iti patañjaliḥ | etat
svarūpam ity uktam |
Patañjali (el
gramático) dice que una sustancia material es un conjunto compuesto de
diferentes partes que no mantienen su estructura cuando se separan. Esto se
denomina naturaleza esencial (svarūpa).
—Esta es la única mención a Patañjali (el gramático) en todo el comentario. Aunque se
atribuye a Patañjali, no se
encuentra en el Mahābhāsya.
Sin embargo, parece contener una alusión más o menos directa a la teoría de la
unidad de las partes de las sustancias concretas, tal como se expone en el Mahābhāsya (Woods, James H.
“Yoga-System of Patañjali”).
—El argumento basado en la mención del nombre de
"Patañjali" en Yogabhāṣya 3.44 no es un argumento válido
contra la autoría única del sūtra y del bhāṣya. El Patañjali al que se hace
referencia aquí en 3.44 es el autor del Mahābhāṣya, no un
presunto autor separado de los sūtras. El pasaje del
Mahābhāṣya al que se refiere es probablemente la discusión del
cuarto vārttika del vyākaraṇa de Patañjali sobre Pāṇini
5.1.59. Véase la edición de Kielhorn vol. 2, pág. 356,
líneas 3-13. La naturaleza de la relación entre dravya y samūha es un tema frecuente en el vyākaraṇa
de Patañjali, por lo que la referencia posiblemente puede ser a otro pasaje.
James Haughton Woods ya señaló en 1914 que el Yogasūtrabhāṣya
3.44 debía ser leído a la luz del Mahābhāṣya gramatical, y se
refirió a Kielhorn I.30: 26, I.31: 9, I.32: 2, I.169:
18ff., Y III.324: 12 (Woods 1914: 274, n.2). Para resumir, no es el caso que
"el autor del YBh parezca citar el YS como una
obra de alguien diferente de sí mismo, llamado Patañjali". El autor del
Bhāṣya se refiere al gramático Patañjali (Wujastyk, Dominik “http://elisafreschi.com/2016/03/28/again-on-the-existence-of-a-separate-yogasutra/”)
—Svarūpa (forma
propia) es la naturaleza esencial de una cosa, como solidez es la
característica básica del elemento tierra. Vyāsa lo define como un conglomerado entre lo general (samānya)
y lo particular (viśeṣa).
Un ejemplo de lo general sería la audición; de lo particular, el sonido
(Feuerstein, George “Encyclopedic Dictionary of Yoga”).
atha kim eṣāṃ sūkṣma-rūpaṃ? tan-mātraṃ
bhūtakāraṇaṃ, tasyaiko’vayavaḥ paramāṇuḥ
sāmānya-viśeṣātmāyuta-siddhāvyava-bhedānugataḥ samudāya iti
| evaṃ sarva-tanmātrāṇi etat tritīyam |
(iii) Ahora bien, ¿cuál es el aspecto sutil? El elemento
sutil (tanmātra), es el
origen de los elementos físicos. La partícula subatómica o elemental es su
esencia. Esta posee un aspecto general y otro característico, formando un
conjunto de diferentes partes que no mantienen su propia estructura cuando se separan.
Todos los elementos sutiles son similares en este punto. Este es el tercer
(aspecto de los elementos).
—El tercer objetivo del saṃyama consistiría en fijar
la atención sobre los denominados “elementos sutiles” (sūkṣma) sinónimo de los denominados en
otros lugares como tanmātras.
Estos elementos “sutiles” son los que originarían (bhūta
karaṇa) los
groseros según el proceso evolutivo del Sāṃkhya. La diferencia con
lo que aquí se denomina “cualidad específica” es que carecen de marca
diferenciadora por lo que en el sūtra II.19 se les califica de aviśeṣa careciendo de partes
constituyentes pues se les considera como algo atómico, en el sentido de
indivisible, de la mínima parte en la que se puede dividir un elemento (García
Buendía, Emilio “El yoga como sistema
filosófico”, pág. 411).
atha bhūtānāṃ caturthaṃ rūpaṃ
khyāti-kriyā-sthiti-śīlā guṇāḥ kārya-svabhāvānupātino’nvya-śabdenoktāḥ |
(iv) Ahora, el cuarto aspecto de los elementos. Los
constituyentes intrínsecos (de los elementos) (guṇas), inclinados siempre
hacia el conocimiento, la actividad y la estabilidad, respectivamente, cuyas
tendencias son trasladadas a sus efectos, constituyen lo que se denomina
interconexión o inherencia (anvaya).
—El cuarto objetivo del saṃyama hace referencia a las
denominadas “cualidades inherentes” las cuales hacen referencia a la relación
de cada uno de los distintos elementos con cada uno de los guṇas. De este modo se fija la
atención sobre la cognoscibilidad, la agitación o la pasividad de cada uno de
ellos (García
Buendía, Emilio “El yoga como sistema
filosófico”, pág. 411).
athaiṣāṃ pañcamaṃ rūpam
arthavattvaṃ bhogāpavargārthtā
guṇeṣv evānvayinī
guṇās tanmātra-bhūta-bhautikeṣv iti sarvam arthavat
|
(v) A continuación, el quinto aspecto (de los elementos) es
la finalidad. Tener experiencias y aspirar a la realización es inseparable de
los guṇas. Al
encontrarse los guṇas en los elementos sutiles, en los elementos groseros y en
sus transformaciones, todo se concibe con una finalidad.
—Tattva significa “ser aquello”, es decir, la cualidad esencial de
una cosa que la distingue de todas las demás cosas. Aunque son innumerables,
están todas relacionadas entre sí, porque todas se derivan por progresiva
diferenciación, del principio único y, aunque difieren entre si y a veces se
contraponen, forman un conjunto integrado en el que cada una está armonizada y
equilibrada por su contraria. Los bhūtas son cinco de estos tattvas y su función es la de relacionar la materia con la
conciencia. Son cinco grupos distintos en que las cosas se clasifican según
afecten la mente a través de los sentidos (Gardini, Walter “Yoga clásico”).
—El quinto objetivo del saṃyama
haría referencia a prestar atención sobre el objetivo o meta de cada elemento
que puede ser: a) alcanzar la liberación o b) tener experiencias mundanas (bhoga) (García Buendía, Emilio “El yoga como sistema
filosófico”, pág. 411).
teṣv idānīm-bhūteṣu pañcasu
pañca-rūpeṣu saṃyamāt tasya tasya rūpasya svarūpa-darśanaṃ jayaś ca
prādurbhavati |
Efectuando la contemplación (saṃyama) sobre los
cinco elementos en sus cinco aspectos, se logra contemplarlos en su pureza y
dominarlos.
tatra pañca-bhūta-svarūpāṇi
jitvā bhūta-jayo bhavati, taj-jayād vatsānusāriṇya
iva gāvo’sya saṅkalpānuvidhāyinyo
bhūta-prakṛtayo bhavanti
||44||
Una vez dominadas los cinco aspectos esenciales de los
elementos, se llega a dominar los elementos mismos. Tras esto, los poderes
elementales persiguen su objetivo, igual que una vaca es seguida por su amoroso
ternero.
—Bhūtajaya es la conquista de los elementos que resulta de la práctica
de saṃyama
sobre los varios niveles ónticos de un objeto dado (Feuerstein, George “Encyclopedic
Dictionary of Yoga”).
—La práctica del saṃyama sobre el origen de la materia,
bajo todas sus formas, manifestaciones y usos, permite desarrollar el dominio
de los elementos (Desikachar, TKV “Yoga-sūtra de Patañjali”).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||3.44|| pañcānāṅ pṛthivyādīnāṅ bhūtānāṅ yē
pañcāvasthāviśēṣarūpā
dharmāḥ sthūlatvādayastatra
kṛtasaṅyamasya bhūtajayō
bhavati. bhūtāni
asya vaśyāni bhavantītyarthaḥ.
tathāhi -- bhūtānāṅ paridṛśyamānaṅ
viśiṣṭākāravatsthūlarūpaṅ.
svarūpaṅ caiṣāṅ yathākramaṅ
kāryaṅ gandhasnēhōṣṇatāprēraṇāvakāśadānalakṣaṇaṅ.
sūkṣmaṅ ca yathākramaṅ bhūtānāṅ
kāraṇatvēna vyavasthitāni
gandhāditanmātrāṇi. anvayinō guṇāḥ
prakāśapravṛttisthitirūpatayā
sarvatraivānvayitvēna samupalabhyantē.
arthavattvaṅ tēṣvēva guṇēṣu
bhōgāpavargasaṅpādanākhyā
śaktiḥ. tadēvaṅ
bhūtēṣu pañcasūktadharmalakṣaṇāvasthābhinnēṣu
pratyavasthaṅ saṅyamaṅ
kurvanyōgī bhūtajayī
bhavati. tadyathā -- prathamaṅ sthūla rūpē
saṅyamaṅ vidhāya
tadanu svarūpē ityēvaṅ kramēṇa
tasya kṛtasaṅyamasya saṅkalpānuvidhāyinyō
vatsānusāriṇya iva gāvō bhūtaprakṛtayō
bhavanti.
Se obtiene la conquista de los elementos, al practicar el saṃyama en relación a
los cinco elementos, como por ejemplo, la tierra, etc., cuyas formas
constitutivas se presentan bajo el aspecto de las cinco diferentes condiciones,
como por ejemplo, la densidad, etc. Los elementos, entonces, quedan sometidos.
Este es el sentido. La densidad (sthūla) se refiere al aspecto, a la forma
específica, en que son percibidos los elementos. La forma propia (svarūpa) se refiere
al efecto que producen, y que está dado, respectivamente, por las
características del olor, la viscosidad, el calor, el movimiento y el hecho de
ocupar un lugar en el espacio. La sutileza (sūkṣma) se refiere a la existencia de
los elementos sutiles (tanmātra) del olor, etc., debido a que ellos son la causa de los
respectivos elementos. Los elementos constitutivos de la naturaleza primordial
(guṇa) les son
inherentes (anvayin), porque se
presentan siempre bajo la condición de inherencia en relación a su aspecto
luminoso, activo o inerte. La objetividad de las cosas (arthavattva) se refiere a
la capacidad existente en estos elementos constitutivos que permite la
obtención de la fruición de la existencia y la liberación. De esta manera,
practicando el saṃyama de manera
particular en relación a los cinco elementos, en los cuales se presentan las
condiciones y características ya mencionadas, el yogui se convierte en el
conquistador de los elementos. Y así, tal como siguen las vacas a sus terneros,
así también se conforman los elementos y la naturaleza a los deseos del yogui
que ha practicado en el debido orden este saṃyama, primero con respecto de la forma
densa y luego con respecto de la forma sutil.
Śaṅkara
Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
Cada uno de los elementos (bhūtas) tiene cinco
aspectos: físico, esencial, sutil, intrínseco y objetivo. Lo terrenal posee
como particularidades el sonido, el tacto, la forma, el gusto y el olfato. Son
terrenales a causa de que la actividad de los elementos sutiles (tanmātras) es de cinco
tipos. En relación con los terrenales, los atributos son la figura, rugosidad,
impermeabilidad, salinidad, rigidez, exclusividad, dureza y oscuridad. Además,
transparencia, claridad, sutilidad, suavidad, peso, conservación, purificación,
absorción, etc., son atributos de la acuidad. Del fuego, son atributos la
ascensión, consunción, purificación, ignición, cocinado, ligereza, brillo, etc.
De lo gaseoso son el movimiento transverso, la purificación, la impulsión, la
fortaleza, la dispersión, etc. De lo espacial son la omnipresencia, el no
desplazamiento y la permeabilidad. Éstos, unidos a atributos concretos, forman
los detalles. De esta forma, hay cuatro tipos en los líquidos, como el sabor al
unirse con el atributo de la sutilidad, etc.; y tres tipos en el fuego, como el
color al unirse con los atributos de consunción y ascensión, que forman lo que
se denomina como físico. También forman parte de lo físico, las concreciones
gaseosas de sonido y tacto, con atributos tales como el desplazamiento
transversal. Las particularidades espaciales, con atributos como la
omnipresencia, también componen lo físico. Este aspecto físico de los elementos
es el aspecto primario. A continuación, se trata de la esencia de la
naturaleza. Es el universal, indivisible, que invade lo terrenal y, de forma
similar, lo acuoso, lo ígneo, lo aéreo y lo espacial. En la expresión “un bosquecillo
de pinos” la diferencia queda expresada con “de pinos”, y la no diferencia con “un
bosquecillo”. Los elementos sutiles, libres de particularidad, y sus
componentes, los átomos esenciales, forman el tercer aspecto de los elementos
denominado aspecto sutil, y son el objeto de saṃyama. En razón a
que el espacio surge de la operación de un elemento sutil, tiene partes y no es
eterno. Tampoco puede percibirse el espacio como separado del sonido, pues aquí
no hay separación entre dharma
y dharmin.
Objeción: con el pelo, por ejemplo, el color
negro cede su lugar al blanco. Cosas como la negrura, son atributos, que
aparecen y desaparecen en debido orden. Pero lo que no va con la negrura ni
viene con la blancura es la substancia material. Cosas tales como el espacio
tienen también una existencia real separada de los atributos, pues el espacio,
por ejemplo, se encuentra aparte de conceptos como el sonido.
Respuesta: no es así; el ejemplo no es válido.
Es realmente el cabello, negro y blanco, el que cambia de acuerdo a cualidades
como la negrura y la blancura. Ya se ha dicho que todo participa de la
naturaleza de todo (YB.III.14).
Los atributos como la blancura nunca se encuentran yendo y viniendo sobre un
soporte inmóvil. A la naturaleza propia de una substancia no es cuestión de
llegar eliminando la negrura y atributos similares. Se ha dicho que la
substancia es lo que se percibe tanto por la vista como por el tacto, y como el
color y el tacto forman parte de un todo orgánico, se percibe por ambos, vista
y tacto.
Objeción: pero el color no se percibe por el
tacto, ni el tacto percibe la visión; una substancia material es lo que se
percibe por ambos en el sentido de “lo que veo es lo que puedo tocar”. Pero lo
que se percibe solo por la vista y lo que se percibe solo por el tacto son
atributos.
Respuesta: no es así, pues cuando hay un montón
de cosas de diferentes clases, como semillas de sésamo, alubias y cebada, no
pueden distinguirse separadamente: el montón se percibe tanto por la vista como
por el tacto. El perceptor solamente percibe atributos, pues los dos son
sentidos externos, como el oído; no se percibe la clase separada de los
atributos. Así por ejemplo, en una jarra, el color y el tacto que se pueden
percibir, en una mutua superposición del par visión-tacto, constituyen una
limitada comprensión; así, este color-forma puede percibirse también por el
olfato, tanto de forma positiva como negativa. Por tanto, sin sonido no puede
haber espacio como producto de los tanmātras. Por consiguiente, posee una
estructura y no es eterno.
El cuarto aspecto de los elementos, denominado la
inherencia de los guṇas, va a
constituirse en el objeto del saṃyama. La finalidad, que se manifiesta a través de los guṇas como el fin de
la experiencia y el objetivo de la liberación es el quinto aspecto de los
elementos, objeto del saṃyama descrito como finalidad. Los tanmātra son el
aspecto sutil que impregna los elementos y sus transformaciones. Dado que el
aspecto esencial de los elementos penetra las transformaciones elementales,
todo está dotado de finalidad. Los guṇas tienen como objetivo la experiencia y
la liberación y, al interpenetrar con todo, su finalidad se traslada también a
los elementos. Se debe efectuar saṃyama sobre los aspectos descritos y en el
orden dado, es decir, primero en el aspecto físico y, cuando ha sido dominado
por medio de la percepción directa (sākṣātkara), pasar
seguidamente al aspecto esencial. Y así, al sutil, lo intrínseco y la
finalidad, en correcto orden.
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