Yoga Sūtras
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sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado: julio, 2019
क्षणतत्क्रमयोः
संयमाद्विवेकजं
ज्ञानम्॥५२॥
kṣaṇatatkramayoḥ saṃyamād
vivekajaṃ jñānam ||52||
[Para
evitar lo anterior, hay que]
efectuar la contemplación sobre un instante y su sucesión [por el
instante siguiente], [logrando así] la sabiduría que nace del discernimiento
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas
Houston |
Mediante saṃyama sobre el kṣaṇa-momento y su krama-progresión secuencial – conocimiento nacido de viveka-discernimiento (entre sattva guṇa y puruṣa–sí-mismo) |
Georg
Feuerstein |
A través de [la práctica de] la restricción sobre el momento (kṣaṇa) [de tiempo] y su secuencia [el yogui obtiene] la sabiduría que nace del discernimiento |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
A través del saṃyama sobre el momento y su sucesión, hay conocimiento que nace de la discriminación |
P.
V. Karambelkar |
La realización que nace de la habilidad discriminativa (se produce) a través de saṃyama sobre kṣaṇa y su (es decir, sus, de muchos kṣaṇas) secuencia |
James
Haughton Woods |
Como resultado de la restricción sobre los momentos y sus secuencias [surge] el conocimiento [intuitivo] que procede de la discriminación |
80. Phulgenda
Sinha |
Mediante la práctica de Saṃyama sobre el período de tiempo más diminuto y su proceso de sucesión, el conocimiento basado en sabiduría surge en el practicante |
Emilio
García Buendía |
Por saṃyama sobre los momentos y su sucesión (se obtiene) el conocimiento causado por la discriminación |
Oscar
Pujol |
Gracias al dominio del instante y su secuencia surge el conocimiento discriminativo |
Chip Hartranft |
Concentrarse con la perfecta disciplina en la sucesión de instantes que surgen en el tiempo conduce a una percepción originada del discernimiento |
Vocabulario
kṣaṇa-tat-kramayoḥ
saṃyamād vivekajaṃ jñānam
saṃyamād (al efectuar la contemplación) kṣaṇa-tat-kramayoḥ (sobre un instante y su sucesión) viveka-jaṃ jñānam (la sabiduría que nace del discernimiento)
kṣaṇa-: 1) momento, instante, unidad mínima
de tiempo; 2) tiempo necesario para que la sustancia cambie de un punto
a otro.
—Un instante es el tiempo empleado por un átomo para
desplazarse de un punto a otro (el tiempo es la acumulación de kṣaṇa) (Gardini, Walter “Yoga
clásico”).
tad
(tat-): de él, de ellos, suyo.
krama
(kramayoḥ): (m, loc, du)
en la sucesión,
secuencia, proceso o serie.
—La sucesión es la
transformación de los instantes en períodos de anterioridad y posterioridad
(Gardini, Walter “Yoga clásico”).
saṃyama
(saṃyamāt): (m, abl, sg) mediante el control, a raíz de mantener unido, con el
autocontrol; 1) a partir de la contemplación, la concentración perfecta, el completo sometimiento o el autocontrol total; 2) con la práctica
continuada de concentración (dhāraṇā), meditación (dhyāna) e identificación completa
(samādhi) sobre un mismo objeto.
viveka-:
discriminación, discernimiento, facultad de distinguir con claridad.
ja
(jaṃ): (n, nom, sg) nacido, producido, causado.
jñāna (jñānam): (n, nom, sg)
1) conocimiento, comprensión, experiencia; 2) intuición; 3) gnosis; 4) estado en
que se conoce algo.
vivekajajñāna
(vivekajajñānam): (n, nom, sg) sabiduría nacida del
discernimiento; 1) conocimiento de la
diferencia (vivekakhyāti) entre el si-mismo-esencial (puruṣa) y el aspecto más puro de
la mente (sattva); también se denomina visión de la “otroidad” (anyatākhyāti) y conocimiento
trascendente o “liberador” (tārakajñāna).
—Vivekajajñāna
(sabiduría
nacida del discernimiento), también se llama “visión de discernimiento” (vivekakhyāti) y “visión
de la otroidad” (anyatākhyāti). Es
un medio directo de salvación y se dice que es omniobjetivo (sarvaviṣaya),
omnitemporal (sarvathāviṣaya) y
no secuencial (akrama). Patañjali se refiere a él también
como tāraka (el liberador)
y debe quedar claro que no es un simple conocimiento intelectual. Más bien, vivekakhyāti sucede en el más alto nivel de énstasis consciente (saṃprajñātasamādhi)
(Feuerstein, George “Encyclopedic Dictionary of Yoga”).
—Según Śaṅkara, vivekajajñāna es la discriminación entre lo
eterno o permanente y lo temporal o perecedero (Gardini, Walter “Yoga clásico”).
Otras variaciones del texto original:
kṣaṇatatkramayoḥ saṃbandhasaṃyamādvivekajaṃ
jñānam
Vyāsa —
Yoga-Bhāṣya (s. V.)
yathāpakarṣa-paryantaṃ paraṃ brahmāṇur evaṃ
paramāpakarṣa-paryantaḥ kālaḥ kṣaṇaḥ
| yāvatā vā samayena
calitaḥ paramāṇuḥ
pūrva-deśaṃ jahyāt
uttara-deśam upasampadyeta
sa kālaḥ kṣaṇaḥ
|
Al igual que la última partícula de materia es la partícula
subatómica, la última partícula de tiempo es el instante. Además, un instante
se puede definir como el tiempo que tarda una partícula subatómica en
desplazarse de un punto a otro.
tat-pravāhāvicchedas tu kramaḥ | kṣaṇa-tat-kramayor nāsti vastu-samāhāra iti buddhi-samāhāro
muhūrtāhorātrādayaḥ |
La sucesión es el flujo ininterrumpido de los instantes. No
hay una relación real entre los instantes y su sucesión. Las horas, los días y
las noches surgen de una relación mental entre ellos.
sa
khalv ayaṃ kālo vastu-śūnyo buddhi-nirmāṇaḥ
śabda-jñānānupātī laikikānāṃ
vyutthita-darśanānāṃ
vastu-svarūpa ivāvabhāsate |
El tiempo se encuentra vacío de realidad; se trata solo de
un concepto mental, de acuerdo con la naturaleza de las palabras usadas; pero
dentro de la concepción vulgar y generalizada del mundo, sencillamente parece
tener realidad.
—Estos kṣaṇas son
considerados como reales, mientras que la duración temporal es simplemente una
construcción mental (buddhisamāhāra)
(Feuerstein, George “Encyclopedic Dictionary of Yoga”).
—En un hermoso giro, Vyāsa glosa la noción del tiempo
(que se centra en kṣaṇa-krama,
conexión de secuencia y momentos), como entrelazado con el lenguaje. Según él,
"El tiempo [kāla] es
una construcción mental [buddhi-nirmāṇa] sin
substancia [vastu-
śūnya], basada meramente en la habilidad verbal [śabda-jñāna-anupātī]".
Utiliza las palabras precisas de Patañjali del YS 1.9 (centrado en
la noción de vikalpa,
construcción verbal): “La construcción verbal [vikalpa] no tiene substancia [o referente, vastu- śūnya], y
se basa meramente en la capacidad verbal [śabda-jñāna-anupātī]." Esto es como decir que
el tiempo existe solo en el lenguaje. El tiempo no es más que vikalpa, una construcción lingual,
construida sobre el momento presente, que oculta el "ahora". El yogui
como lingüista puede reconocer el tiempo como ciertamente "hecho de"
lenguaje. Y como filósofo analítico, avanza a través del lenguaje hacia
"de lo que no se puede hablar, es mejor permanecer en silencio" (Raveh, Daniel “Sūtras, Stories
and Yoga Philosophy”, pág. 17).
kṣaṇas
tu vastu-patitaḥ kramāvalambī, kramaś ca kṣaṇānantaryātmā
| taṃ kāla-vidaḥ
kāla ity ācakṣate
yoginaḥ |
Sin embargo, el instante (en sí) es real, al ser el soporte
de la sucesión. La sucesión es esencialmente una continuidad de instantes. Los
yoguis, expertos en (este tema del) tiempo, corroboran lo anterior.
—Cada unidad de tiempo (kṣaṇa)
correspondiente al cambio que un átomo efectúa de su propia unidad de espacio
es la unidad de medida del cambio. Esta sucesión instantánea del tiempo como
discretos momentos que se siguen uno a otro es la noción de series de momentos
o sucesión pura y simple. La noción de estos discretos momentos es la noción
del tiempo. Aunque la noción de sucesión es algo que realmente no existe, que
es imaginado, existe durante un momento, justo cuando el momento anterior ha
pasado, de tal forma que nunca acontecen los momentos al mismo tiempo... Este
tiempo, que no es una realidad substantiva en si
mismo, sino solo un concepto mental, se presenta ante nosotros mediante el uso
del lenguaje, apareciendo en las mentes ordinarias como si poseyese una
realidad objetiva (Dasgupta, Surendranath “Yoga as Philosophy and Religion”)
—Vyāsa
rechaza que el concepto “tiempo”, tal como se concibe generalmente, tenga
realidad (como “días”, “noches”, “horas”, etc.). La mínima unidad de tiempo es
el “momento” (kṣaṇa). Nos dice que un “momento” es
el tiempo necesario para que la sustancia cambie de un punto a otro. Una
sucesión o secuencia (krama) es la continuidad del
ininterrumpido flujo del momento en sí. Pero no hay conjuntos de “momentos” y
sus correspondientes “sucesiones”, es decir, horas, días y noches son
básicamente construcciones mentales faltas de realidad, aunque parezcan reales
a las personas que tienen un punto de vista conceptual o idealista del mundo.
Únicamente el kṣaṇa o “momento”
tiene realidad y es soporte para cualquier sucesión de cambios en el tiempo. “Sucesión”
es una continuidad de “momentos”. A cada momento corresponde un sutil cambio
(perceptible solo por el yogui) y se es consciente del efecto acumulado de
estos cambios sutiles (Witcher, Ian “The Integrity of the Yoga Darshana”).
—Para Vyāsa,
como para todos los lógicos budistas, lo real es solamente el instante, el
momento; la sucesión de los momentos tanto como la división arbitraria del
tiempo en horas, días, quincenas, etc., no tiene realidad objetiva, sino que
son construcciones mentales. Esta interpretación de Vyāsa ha sido probablemente inspirada por los filósofos
budistas, especialmente por Vasubhandu
(Eliade, Mircea “Yoga, inmortalidad y libertad”).
na
ca dvau kṣaṇau
saha bhavataḥ | kramaś
ca na dvayoḥ sahabhuvor
asambhavāt |
Dos instantes no acaecen al mismo tiempo, ni un par de
ellos constituye una sucesión, puesto que no pueden existir simultáneamente.
pūrvasmād
uttara-bhāvino yad
ānantaryaṃ kṣaṇasya sa kramaḥ
| tasmād vartamāna evaikaḥ
kṣaṇo na pūrvottara-kṣaṇāḥ
santīti |
La sucesión es la inmediata proximidad del siguiente tras
el anterior, el instante siguiente al precedente. Cada instante esta en
presente, encontrándose ausentes el próximo y el anterior, con lo cual no hay
relación entre ellos.
tasmān nāsti tat-samāhāraḥ
| ye tu bhūta-bhāvinaḥ kṣaṇās te pariṇāmānvitā
vyākhyeāḥ | tenaikena
kṣaṇena kṛtsno
lokaḥ pariṇāmam
anubhavati |
Pero lo que se considera como instante pasado e instante
por venir, se explicará como algo intrínseco al cambio. En cada instante el
mundo entero experimenta un cambio.
tat-kṣaṇopārūḍhāḥ khalv amī dharmāḥ | tayoḥ kṣaṇa-tat-kramayoḥ
saṃyamāt tayoḥ sākṣāt-karaṇam
| tataś ca vivekajaṃ jñānaṃ prādurbhavati ||52||
De esta forma, todas las cualidades (dharmas) entran en
manifestación al mismo tiempo que el instante. Mediante la contemplación sobre
el instante y la sucesión, ambos son percibidos directamente. Y en consecuencia,
surge la sabiduría procedente del discernimiento.
—Practicar saṃyama sobre el tiempo y su secuencia
hace nacer la claridad absoluta. La claridad es la capacidad de distinguir la
diferencia que existe entre un objeto y otro y de ver cada uno de ellos en su
totalidad, sin impedimentos. El tiempo es relativo: existe por la comparación
de un momento con otro. Una unidad de tiempo es, de hecho, una representación
del cambio. El cambio consiste en la sustitución de una característica por
otra. Este vínculo entre el tiempo y el cambio es lo que se debe examinar
(Desikachar, TKV “Yoga-sūtra de Patañjali”).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||3.52|| kṣaṇaḥ sarvāntyaḥ kālāvayavō
yasya kalāḥ prabhavituṅ
na śakyantē. tathāvidhānāṅ
kālakṣaṇānāṅ yaḥ kramaḥ paurvāparyēṇa
pariṇāmastatra saṅyamātprāguktaṅ
vivēkajaṅ jñānamutpadyatē.
ayamarthaḥ -- ayaṅ kālakṣaṇō.muṣmātkālakṣaṇātuttarō.yamasmāṅtpūrva
ityēvaṅvidhē kramē
kṛtasaṅyamasyātyantasūkṣmē.pi
kṣaṇakramē yadā
bhavati. sākṣātkārastadā.nyadapi
sūkṣmaṅ mahadādi
sākṣātkarōtīti vivēkajñānōtpattiḥ.
Un instante es la más pequeña división del tiempo, cuya
duración no puede ser ya más dividida. Una secuencia es la transformación de
tales instantes del tiempo, en períodos de anterioridad y posterioridad. De la
práctica del saṃyama sobre esto,
surge el antedicho conocimiento que nace del discernimiento (viveka). El sentido es el siguiente.
Quien practica el saṃyama con respecto
de una secuencia, incluso de la más sutil, de manera tal que piense que tal
instante en el tiempo es posterior a tal otro instante en el tiempo, y éste, a
su vez, es anterior al otro; cuando es capaz de ver con sus propios ojos
incluso la secuencia sutil, entonces es capaz de ver también con sus propios
ojos otras cosas sutiles, como por ejemplo, el gran principio (mahat). A esto se refiere la obtención del
conocimiento que emana del discernimiento.
Śaṅkara
Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
No existe cosa tal como la sucesión de instantes, y un
instante en si es algo muy simple, así que no puede haber asociación entre
instantes, ni éstos acontecer al mismo tiempo.
Objeción: pero si no hay asociación entre
instantes y sucesión, ¿cómo es que se suceden los meses, años, etc.?
Respuesta: a partir de una asociación de
instantes concebida mentalmente (buddhisamhāra) en base a la percepción de
las distintas posiciones del sol y otros cuerpos. Así, el intelecto (buddhi) asume la
diferencia de tiempo.
Para quien la mente sensible (manas) está en
calma, fluyendo de forma pacífica como una corriente de ideas similares, cuyo
aspecto mental sattva se encuentra
establecido unidireccionalmente —aunque bajo la experiencia del tiempo, un
instante y un millar de edades son lo mismo. Esto no es así en la mente
ordinaria activa. Igualmente en los sueños, en media hora de imágenes mentales
se experimenta un viaje de varios miles de leguas que llevaría todo un año
efectuarlo. De esta forma, las asociaciones de tiempo se establecen simplemente
en base a la maravillosa variedad del intelecto (buddhi). Incluso el
que afirma que existe un tiempo eternamente absoluto, separado hasta de sí
mismo, el cual determina la rapidez, lentitud, etc., de acuerdo con la medida
de alguna acción, no puede argumentar nada que indique la existencia de dicho
tiempo absoluto. Es como la vara de medir aplicada a una acción cuya medida es
todavía desconocida, como una acción cuya duración se establece de antemano;
por ejemplo (se dice): “dormiré hasta que tenga que ordeñar las vacas”, o “estudiaré
hasta que el arroz cueza”. Esto es todo lo que es el tiempo. Incluso si hubiese
un tiempo absoluto y eterno, no podría haber relación con tal inmutable, y
(este) no podría suministrar un patrón firme con respecto al cual efectuar
mediciones.
Objeción: es el tiempo en acción lo que fundamenta
la determinación.
Respuesta: dado que esto sería también activo,
tendría que haber algo que determinase su actividad y que estuviese hecho por
algún otro tiempo activo que lo determinase. Y esto necesitaría aún otro más,
produciéndose una regresión al infinito. Además, si estuviese activo, se
deduciría que no es eterno.
Objeción: se puede decir que el tiempo es lo
que se mide en relación a su actividad.
Respuesta: también son medidas otras cosas de
acuerdo a su actividad, y no hay necesidad de suponer el tiempo para ser
diferente. De esta forma, tendrá que considerarse que el tiempo es solamente
acción (como ya se ha dicho).
Objeción: entonces, el tiempo efectúa las
determinaciones sencillamente por el hecho de existir.
Respuesta: todo lo demás existe igualmente, con
lo cual el tiempo será lo mismo.
Objeción: tu tiempo activo es una simple
construcción mental (vikalpa).
Respuesta: no, pues todo el mundo acepta el
hecho de la actividad. Cuando se dijo “despacio” o “rápido”, la idea es que se
ha efectuado con un esfuerzo moderado o intenso, y no existe referencia a algo
exterior al tiempo.
Resulta imposible que dos instantes surjan juntos en un
poseedor (dharmin). Cuando el mes Caitra comienza, lo hace en un instante
único. Dos instantes no acontecen al mismo tiempo. A partir de saṃyama en el
instante y en la sucesión de dos instantes, surge su experiencia directa (sākṣātkaraṇa) y, en
consecuencia, el conocimiento nacido de la discriminación. Puesto que todas las
cosas se pueden registrar como instantes y sus sucesiones, cuando se logra
discriminarlos, se conoce todo.
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