Yoga Sūtras
Aforismos
sobre Yoga de Patañjali
Inicio-Home | Āsanas | Prāṇāyāma | Meditación | YOGA SŪTRAS | Darśana
Samādhi
Pāda | Sādhana Pāda
| Vibhūti Pāda
| KAIVALYA PĀDA | Vocabulario | Bibliografía
Actualizado: enero, 2020
तदुपरागापेक्षित्वाच्चित्तस्य
वस्तु ज्ञाताज्ञातम्॥१७॥
taduparāgāpekṣitvāc cittasya vastu jñātājñātam
Un objeto es [relativamente] conocido o desconocido según como
[dicho objeto] influya en la modificación de la mente
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas
Houston |
Un objeto es conocido o desconocido en razón de la condicionalidad de coloración de citta-el campo por ese (objeto) |
Georg
Feuerstein |
Un objeto es conocido o desconocido en razón de la requerida “coloración” (uparāga) de la conciencia por ese [objeto] |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
Un objeto mental es conocido o desconocido debido a la posibilidad de que coloree (a la mente) |
P.
V. Karambelkar |
(I) (Para el conocimiento, es decir, para la cognición de un objeto) es preciso que haya coloración (es decir, asunción o captación de sus cualidades) de citta por ello (el objeto), como resultado de lo cual tal objeto se vuelve conocido, en otro caso (permanece) desconocido. (II) El objeto se vuelve (relativamente) conocido o desconocido en proporción al grado de coloración de citta por él |
James
Haughton Woods |
Un objeto es conocido o desconocido en virtud de su afectación [o no afectación] al complejo mental |
Emilio
García Buendía |
Una cosa (es) conocida o no conocida en función de la afección de la mente por ésta |
Oscar
Pujol |
Un objeto es conocido o desconocido según la mente se vea o no coloreada por él |
Chip Hartranft |
Un objeto solo es conocido por la mente que lo ha coloreado, de lo contrario no se conoce |
Vocabulario
tat-uparāga-apekṣitvāc cittasya vastu
jñāta-ajñātam
vastu
(un objeto) jñāta-ajñātam (es
conocido o desconocido) tat-uparāga-apekṣitvāc
(según como condicione la coloración) cittasya (de
la mente)
tad-: con este,
por ese, mediante aquel.
uparāga-: afectación, coloración,
influencia, modificación.
apekṣitva
(apekṣitvāt): (n, abl, sg) a causa de la
anticipación, por medio de la expectación; debido a la dependencia, mediante la
condicionalidad, a causa de la perspectividad.
citta
(cittasya): (n, gen, sg) de o desde la mente, la razón, la
inteligencia o la conciencia.
vastu: (n, nom, sg)
cosa, objeto, artículo; 1) cosa, substancia, objeto (independiente del sujeto
que lo percibe y piensa), objeto “en su objetividad, tal como es en sí”; 2)
punto, localización definida; 3) constancia.
jña
(jñāta-): conocido,
sabido.
ajñāta
(ajñātam): (n, nom, sg)
desconocido, ignorado.
Vyāsa —
Yoga-Bhāṣya (s. V.)
ayaskānta-maṇi-kalpā
viṣayā ayaḥ-sadharmakaṃ cittam
abhisambadhyoparañjayanti |
Los objetos son como imanes.
Atraen a la mente como si (ésta) fuese de hierro y la modifican.
—Aun cuando el objeto es independiente del observador, sólo
se conoce en la medida en que “colorea” (uparāga)
la mente de dicho observador. Hay pues una selectividad y una apreciación que
están del lado del sujeto. Además, el contenido de la mente, es decir, las
ideas, la memoria, los saṃskāra, las actividades, etc.,
constituye el proceso de comprensión (grahaṇa)
y como tal debe estar subordinada a “aquel que comprende” (grahītṛ). La prueba de ello es que la
mente es a su vez, si llega el caso, un objeto de comprensión y no puede ser al
mismo tiempo instrumento y objeto de comprensión (Geenens, Philippe “Viniyoga”).
yena ca viṣayeṇoparaktaṃ
cittaṃ sa viṣayo jñātas
tato’nyaḥ punar ajñātaḥ
| vastuno jñātājñāta-svarūpatvāt pariṇāmi
cittam ||17||
El objeto que modifica la mente
resulta conocido, mientras que otros (distintos) permanecen desconocidos. La
mente tiene que ser modificable, puesto que sus objetos tienen la propiedad
tanto de ser conocidos como desconocidos.
—Que un objeto resulte o no
percibido, depende tanto de su accesibilidad como de la motivación de la
persona. El objeto debe existir, debe ser observable, debe motivar al
observador y estimular un deseo de verlo (Desikachar, TKV “Yoga-sūtra de Patañjali”).
—La idea que se recoge en este sūtra es que el conocimiento o no de una cosa del mundo externo
(vastu) depende del modo y manera en que dicha cosa afecta a la
mente consciente. En este sentido se indica explícitamente que la perspectiva
desde la que se conoce cualquier cosa afecta o impresiona la mente consciente (citta) precisamente desde un ángulo y no otro adoptándose una
postura perspectivista de la realidad lo cual no implica la asunción de ningún
tipo de idealismo. De hecho se sigue argumentando en contra del idealismo al
afirmar precisamente que una cosa es conocida o no es conocida dependiendo que
afecte o no a la substancia mental por lo que nunca dicho objeto puede ser un
producto de la propia mente sino perteneciente al mundo externo (García
Buendía, Emilio
“El yoga como sistema filosófico”,
pag. 450).
—En este pasaje, los Yogasutras confirma la doctrina del satkāryavāda del Sāṃkhya, que
afirma que el mundo que percibimos es real. Podemos tener una percepción
defectuosa del mismo, pero cada objeto posee una realidad objetiva. El sūtra IV.14 lo deja muy claro. A pesar de las
transformaciones ocasionadas por el paso del tiempo, el objeto retiene una
identidad única y, por tanto, vastutattvam, el objeto es real tal como se
percibe. A continuación se considera el significado de la percepción en relación
con la realidad, a diferencia de quienes mantienen que la realidad y naturaleza
del objeto son contingentes con su percepción. Patañjali no acepta esta
perspectiva idealista. Diferentes personas pueden tener diferentes percepciones
de un mismo objeto, pero el objeto en sí retiene una identidad objetiva que
trasciende su percepción. Este punto se demuestra en los sūtras IV.16-17.
Si la naturaleza del objeto fuese contingente con su percepción, se plantea la
siguiente pregunta retórica: ¿cuál sería la naturaleza del objeto si se apartase
del ámbito de la percepción? Los objetos unas veces se perciben y otras no,
pero ciertamente no podemos afirmar que dejen de existir cuando no estén dentro
del ámbito de la percepción mental. De esta forma, Patañjali rechaza la idea de
una pura realidad subjetiva e insiste en que el mundo posee una realidad
objetiva independiente de la percepción (Sutton, Nicholas "The Yoga Sutras: A new Translation and Study Guide", pag. 119-120).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||4.17|| tasyārthasyōparāgādākārasamarpaṇāccittē
bāhyaṅ vastu jñātamajñātaṅ
ca bhavati. ayamarthaḥ
-- sarvaḥ padārtha ātmalābhē
cittaṅ sāmagrīmapēkṣatē.
nīlādijñānaṅ
cōpajāyamānamindriyaṇāṅlikayā
samāgatamarthōparāgaṅ sahakārikāraṇatvēnāpēkṣatē,
vyatiriktasyārthasya saṅbandhābhāvādgrahītumaśakyatvāt.
tataśca yēnaivārthēnāsya jñānasya svarūpōparāgaḥ kṛtastamēvārtha
jñānaṅ vyavahārayōgyatāṅ
nayati, tataśca sō.rthō jñāta ityucyatē,
yēna cā||kārō na samarpitaḥ
sō.jñātatvēna vyavahriyatē
yasmiṅścānubhūtē.rthē sādṛśyādiḥ arthaḥ saṅskāramudbōdhayansahakārikāraṇatāṅ
pratipadyatē tasminnēvārtē
smṛtirupajāyatē iti na sarvatra jñānaṅ nāpi sarvatra smṛtiriti na kaścidvirōdhaḥ.
Un objeto (vastu) exterior es conocido o no conocido en la mente, debido al hecho de que ésta está teñida por él, es decir, por el hecho de que el objeto (artha) le transmite una información. El sentido es el siguiente. Todo objeto existente (padārtha) depende de un conjunto (de factores) para lograr obtener su naturaleza propia (svātman). El conocimiento del color azul, por ejemplo, depende para producirse de una coloración en el objeto, la cual es recogida a través del canal de los sentidos, que actúan en calidad de causa accesoria, ya que no sería posible la aprehensión de un objeto diferente por falta de esta relación. Por eso, la naturaleza propia de la coloración del conocimiento efectuada con intervención de un objeto, conduce, justamente, a ese objeto, a su conocimiento, a su manera propia de actuar. Y así, se dice que este objeto es conocido. Y el que no se hace manifiesto bajo una determinada forma (ākāra), es considerado como no conocido. Con respecto de un objeto ya experimentado, es un objeto similar el que, despertando una impresión latente, pone en marcha una causalidad accesoria, y es con respecto de este objeto que surge la memoria. Cuando se dice que el conocimiento no se da en todo tiempo y lugar, y que tampoco se da en todo tiempo y lugar la memoria, no hay en esto ninguna contradicción.
yadyēvaṅ pramātā.pi puruṣō yasminkālē
nīlaṅ vēdayatē
na tasminkālē pītamatastasyāpi
kadācitkatvaṅ grahītṛrūpatvādākāragrahaṇē
pariṇāmitvaṅ prāptamityāśaṅkāṅ
parihartumāha --
Si esto es así, sin embargo, cuando el “sí-mismo-esencial”, que es el que conoce, percibe el color azul en un determinado momento, no percibe en este momento el color amarillo, y parecería ser que la mente, a veces, por el hecho de que su naturaleza se basa en su capacidad para conocer, sufra una transformación al percibir una determinada forma. A esta objeción responde.
Śaṅkara
Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
Tal afectación corresponde a una
modificación mental. La mente toma otra forma distinta cuando se une con el
objeto a través del canal de los sentidos. Aquí también, para quien opina que
el objeto depende de forma absoluta de la mente, o incluso que es la mente
misma, se fuerza a su omnisciencia o a su total desconocimiento de los objetos.
Pues sin conocimiento la mente no existiría. Pero este no es el caso; más bien,
se trata de que los objetos sean conocidos o desconocidos. Por tanto debe haber
modificaciones mentales, pues los objetos no se encuentran en un estado fijo y,
en otro caso, la relación con ellos no sería factible. Para puruṣa, el objeto es la mente con sus propios objetos conocidos y
desconocidos bajo la apariencia de un proceso mental, pues la mente con sus
procesos mentales inhibidos no sería un objeto.
© Yogadarshana – Yoga y
Meditación