Yogadarshana
Haṭha
Yoga Pradīpikā: Mudrā
||
3 || tṝtīyopadeśaḥ
Tercera
parte: sobre los mudrās
Kuṇḍalinī.
saśailavanadhātrīṇāṁ
yathādhāro'hināyakaḥ | sarveṣāṁ
yogatantrāṇāṁ tathādhāro hi kuṇḍalī
||1||
III.1. De la misma forma que Ananta, el señor de las
serpientes, sostiene todo el universo con sus montañas y bosques, kuṇḍalinī
es el fundamento de todas las prácticas de yoga.
suptā
guruprasādena yadā jāgarti kuṇḍalī | tadā
sarvāṇi padmāni bhidyante granthayo'pi ca ||2||
III.2. Cuando la dormida kuṇḍalinī
se despierta por mediación del guru, todos los cakra y todos los granthi
son atravesados.
prāṇasya
śūnyapadavī tadā rājapathāyate | tadā cittaṁ
nirālambaṁ tadā kālasya vañcanam ||3||
III.3. (Entonces) suṣumṇā se
convierte en el camino real del prāṇa, la mente queda
inactiva y el yogui vence a la muerte.
suṣumṇā
śūnyapadavī brahmarandhraṁ mahāpathaḥ |
śmaśānaṁ śāmbhavī
madhyamārgaścetyekavācakāḥ ||4||
III.4. Suṣumṇā, śūnyapadavi,
brahmarandhra (la entrada hacia brahman), mahāpatha, śmaśāna,
śāmbhavī, madhyamarga, se refieren a la misma
cosa.
tasmātsarvaprayatnena
prabodhayitumīśvarīm | brahmadvāramukhe suptāṁ
mudrābhyāsaṁ samācaret ||5||
III.5. Así, se ha de practicar con empeño los diversos mudrās
a fin de despertar a la poderosa diosa kuṇḍalinī que
duerme cerrando la entrada a suṣumṇā (la puerta de
acceso a lo absoluto).
Mudrā.
mahāmudrā
mahābandho mahāvedhaśca khecarī | uḍḍīyānaṁ
mūlabandhaśca bandho jālandharābhidhaḥ ||6||
III.6. Los diez mudrās son: mahāmudrā,
mahābandha, mahāvedha, khecarī, uḍḍiyānabandha,
mūlabandha, jālandharabandha, viparītakaraṇī,
vajrolīmudrā y śakticālana.
karaṇī
viparītākhyā vajrolī śakticālanam | idaṁ hi
mudrādaśakaṁ jarāmaraṇanāśanam ||7||
III.7. Destruyen la vejez y eliminan la muerte.
ādināthoditaṁ
divyamaṣṭaiśvaryapradāyakam | vallabhaṁ
sarvasiddhānāṁ durlabhaṁ marutāmapi ||8||
III.8. Los ha enseñado Śiva y proporcionan los
ocho siddhis; los siddhas se esfuerzan en su práctica, pero son difíciles
de obtener (perfectamente), incluso para los dioses.
gopanīyaṁ
prayatnena yathā ratnakaraṇḍakam | kasyacinnaiva vaktavyaṁ
kulastrīsurataṁ yathā ||9||
III.9. Se han de mantener cuidadosamente en secreto, como
una caja llena de joyas; y no han de mencionarse a nadie, igual que la relación
adúltera con una mujer de buena familia.
Mahāmudrā.
atha
mahāmudrā | pādamūlena vāmena yoniṁ sampīḍya
dakṣiṇam | prasāritaṁ padaṁ kṛtvā
karābhyāṁ dhārayeddṛḍham ||10||
III.10. Mahāmudrā: presionar
en el perineo con el talón izquierdo y manteniendo esirada la pierna derecha,
agarrar los dedos del pie (derecho) con las manos.
kaṇṭhe
bandhaṁ samāropyaṁ dhārayedvāyumūrdhvataḥ
| yathā daṇḍahataḥ sarpo daṇḍākāraḥ
prajāyate ||11||
III.11. Contraer la garganta (en jālandharabandha)
y llevar prāṇa hacia arriba (por el suṣumṇā);
De esta forma kuṇḍalinī se estira, igual que una
serpiente (enroscada) cuando se golpea con un palo.
ṛjvībhūtā
tathā śaktiḥ kuṇḍalī sahasā bhavet |
tadā sā maraṇāvasthā jāyate dvipuṭāśrayā
||12||
III.12. Entonces, los otros dos nāḍīs
se quedan sin vida (porque prāṇa ya no los recorre).
tataḥ
śanaiḥ śanaireva recayennaiva vegataḥ | iyaṁ khalu
mahāmudrā mahāsiddhaiḥ pradarśitā ||13 ||
III.13. Espirar a continuación muy
lentamente, nunca deprisa; los sabios denominan a esta práctica mahāmudrā.
mahākleśādayo doṣāḥ
kṣīyante maraṇādayaḥ | mahāmudrāṁ
ca tenaiva vadanti vibudhottamāḥ ||14||
III.14. Con su práctica, se destruyen
los kleśas y se vence la muerte; por eso, los hombres más sabios la
llaman mahāmudrā, el gran mudrā.
candrāṅge tu
samabhyasya sūryāṅge punarabhyaset | yāvattulyā
bhavetsaṅkhyā tato mudrāṁ visarjayet ||15||
III.15. Después de practicar con el
(talón) izquierdo (en el perineo) se debe repetir con el derecho, finalizando
la práctica cuando se haya ejecutado igual número de veces por cada lado.
na hi
pathyamapathyaṁ vā rasāḥ sarve'pi nīrasāḥ
| api bhuktaṁ viṣaṁ ghoraṁ pīyūṣamapi
jīryati ||16||
III.16. Para quien lo practica ningún
alimento es ya saludable o dañino, pues todas las cosas, independientemente de
su sabor, incluso sin sabor, y hasta el más fuerte veneno, se digieren y se
convierten en néctar para él.
kṣayakuṣṭhagudāvartagulmājīrṇapurogamāḥ |
tasya doṣāḥ kṣayaṁ yānti mahāmudrāṁ
tu yo'bhyaset ||17||
III.17. El que practica mahāmudrā
supera problemas como enflaquecimiento, lepra, hemorroides, gulma,
molestias digestivas, etcétera.
kathiteyaṁ
mahāmudrā mahāsiddhikarā nṛṇām |
gopanīyā prayatnena na deyā yasya kasyacit ||18||
III.18. Así se ha descrito mahāmudrā,
que proporciona grandes siddhis a los hombres; debe mantenerse
cuidadosamente en secreto, sin revelársela a nadie.
Mahābandha.
atha
mahābandhaḥ | pārṣṇiṁ vāmasya
pādasya yonisthāne niyojayet | vāmorūpari saṁsthāpya
dakṣiṇaṁ caraṇaṁ tathā ||19||
III.19. Mahābandha:
colocar el talón izquierdo contra el perineo y el pie derecho sobre el muslo
pūrayitvā
tato vāyuṁ hṛdaye cibukaṁ dṛḍham | niṣpīḍya
vāyumākuñcya manomadhye niyojayet ||20 ||1
III.20. Después de la inspiración,
apretando firmemente la barbilla contra el pecho (en jālandharabandha),
contraer el esfínter anal y concentrar la atención en suṣumṇā.
dhārayitvā
yathāśakti recayedanilaṁ śanaiḥ | savyāṅge
tu samabhyasya dakṣāṅge punarabhyaset ||21||
III.21. Tras contener la respiración
el mayor tiempo posible, hay que espirar lentamente; después de haber
practicado por el lado izquierdo, hay que repetir por el derecho.
matamatra tu
keṣāñcitkaṇṭhabandhaṁ vivarjayet |
rājadantasthajihvāyāṁ bandhaḥ śasto bhavediti
||22||
III.22. Según otras versiones, no es
necesario contraer la garganta (jālandharabandha); en su lugar,
debe apretarse la lengua firmemente contra la raíz de los dientes superiores (jihvābandha).
ayaṁ tu
sarvanāḍīnāmūrdhvaṁ gatinirodhakaḥ | ayaṁ
khalu mahābandho mahāsiddhipradāyakaḥ ||23||
III.23. A través de esta versión (de mahābandha
con jihvābandha) que ayuda a conseguir grandes siddhis,
detiene el flujo ascendente de prāṇa por todos los nāḍīs
(a excepción de suṣumṇā).
kālapāśamahābandhavimocanavicakṣaṇaḥ |
triveṇīsaṅgamaṁ dhatte kedāraṁ prāpayenmanaḥ
||24||
III.24. Esta técnica permite liberarse
de la gran trampa de Yama, consigue la unión de las tres corrientes (iḍā,
piṅgalā y suṣumṇā) y posibilita que
la mente permanezca concentrada en el Kedāra.
rūpalāvaṇyasampannā
yathā strī puruṣaṁ vinā |
mahāmudrāmahābandhau niṣphalau vedhavarjitau ||25||
III.25. Igual que la belleza y el
encanto no le sirven de nada a una mujer si no está junto a un hombre, mahāmudrā
y mahābandha carecen de utilidad sin mahāvedha.
Mahāvedha.
atha
mahāvedhaḥ | mahābandhasthito yogī kṛtvā
pūrakamekadhīḥ | vāyūnāṁ gatimāvṛtya
nibhṛtaṁ kaṇṭhamudrayā ||26||
III.26. Mahāvedha: el
yogui, sentado en mahābandha, debe inspirar con la mente
concentrada y detener a continuación el flujo de prāṇa tanto hacia
arriba como hacia abajo, por medio de jālandharabandha.
samahastayugo
bhūmau sphicau santāḍayecchanaiḥ | puṭadvayamatikramya
vāyuḥ sphurati madhyagaḥ ||27||
III.27. Con las palmas de las manos
apoyadas en el suelo, el yogui debe elevar su cuerpo en el aire para dejarse
caer suavemente sobre sus nalgas varias veces; así, el prāṇa
abandona los nāḍīs (iḍā y piṅgalā)
y se introduce en suṣumṇā.
somasūryāgnisambandho
jāyate cāmṛtāya vai | mṛtāvasthā
samutpannā tato vāyuṁ virecayet ||28||
III.28. De esta forma tiene lugar la
unión de luna, sol y fuego (iḍā, piṅgalā y suṣumṇā),
que conduce a la inmortalidad; cuando el cuerpo adopte un aspecto cadavérico,
el yogui ha de espirar (lentamente).
mahāvedho'yamabhyāsānmahāsiddhipradāyakaḥ |
valīpalitavepaghnaḥ sevyate sādhakottamaiḥ ||29||
III.29. Con la práctica de mahāvedha
se consiguen grandes siddhis; hace desaparecer las arrugas y las canas,
combatiendo el movimiento tembloroso (propio todo ello de la vejez), y por lo
tanto es practicado por los mejores maestros.
Efectos.
etattrayaṁ
mahāguhyaṁ jarāmṛtyuvināśanam | vahnivṛddhikaraṁ
caiva hyaṇimādiguṇapradam ||30||
III.30. Éstas son las tres (prácticas)
que deben mantenerse secretas y que protegen contra la muerte y la vejez,
aumentan el fuego gástrico y proporcionando siddhis, tales como aṇimā
y otros.
aṣṭadhā
kriyate caiva yāme yāme dine dine | puṇyasambhārasandhāyi
pāpaughabhiduraṁ sadā | samyakśikṣāvatāmevaṁ
svalpaṁ prathamasādhanam ||31||
III.31. Deben practicarse las tres ocho
veces al día, cada tres horas; esto aumenta los efectos beneficiosos de las
acciones y elimina los dañinos; quien reciba la instrucción adecuado (por parte
del guru) lo practicará gradualmente.
atha
khecarī | kapālakuhare jihvā praviṣṭā
viparītagā | bhruvorantargatā dṛṣṭirmudrā
bhavati khecarī ||32||
III.32. Khecarī: con la lengua doblada hacia
atrás se tapona el orificio de conexión del paladar con las fosas nasales y se
fija la mirada entre las cejas.
chedanacālanadohaiḥ
kalāṁ krameṇātha vardhayettāvat | sā
yāvadbhrūmadhyaṁ spṛśati tadā
khecarīsiddhiḥ ||33||
III.33. La lengua debe alargarse gradualmente, cortando (el
frenillo), agitándola y estirándola, hasta que pueda tocar el entrecejo;
entonces se consigue realizar propiamente khecarīmudrā.
(Para agitar la lengua hay que cogerla con los dedos y
moverla de derecha a izquierda; para estirarla hay que agarrarla y ordeñarla
como las ubres de una vaca)
snuhīpatranibhaṁ
śastraṁ sutīkṣṇaṁ snigdhanirmalam |
samādāya tatastena romamātraṁ samucchinet ||34||
III.34. Con un cuchillo limpio y muy afilado, en forma de
hoja de cactus, se practica un corte en el frenillo del espesor de un cabello.
tataḥ
saindhavapathyābhyāṁ cūrṇitābhyāṁ
pragharṣayet | punaḥ saptadine prāpte romamātraṁ
samucchinet ||35||
III.35. Luego se frota la zona con una mezcla de sal de
roca y mirobalán amarillo (polvo de cúrcuma); .
Después de siete días cortar nuevamente el espesor de un pelo.
(Se debe frotar la lengua con la mezcla dos veces al día)
evaṁ
krameṇa ṣaṇmāsaṁ nityaṁ yuktaḥ
samācaret | Ṣaṇmāsādrasanāmūlasirābandhaḥ
praṇaśyati ||36||
III.36. Continuar haciendo lo mismo durante seis meses, con
cuidado y de forma gradual; entonces el frenillo de la lengua quedará
completamente cortado.
kalāṁ
parāṅmukhī kṛtvā tripathe pariyojayet | sā
bhavetkhecarī mudrā vyomacakraṁ taducyate ||37||
III.37. Cuando el yogui dobla su lengua hacia arriba y
atrás puede cerrar el punto en que se cruzan los tres nāḍīs,
denominado vyomacakra; esto es khecarīmudrā.
Khecarī: efectos.
rasanāmūrdhvagāṁ kṛtvā
kṣaṇārdhamapi tiṣṭhati | viṣairvimucyate
yogī vyādhimṛtyujarādibhiḥ ||38||
III.38. El yogui que permanece siquiera medio kṣaṇa
(24 minutos) con la lengua dada vuelta, se libera de envenenamientos,
enfermedad, vejez y muerte.
na
rogo maraṇaṁ tandrā na nidrā na kṣudhā tṛṣā
| na ca mūrcchā bhavettasya yo mudrāṁ vetti khecarīm
||39||
III.39. Quien domine khecarīmudrā no se
verá afectado por la enfermedad, la muerte, la decadencia mental, el sueño, el
hambre, la sed o la falta de lucidez intelectual.
pīḍyate na
sa rogeṇa lipyate na ca karmaṇā | bādhyate na sa
kālena yo mudrāṁ vetti khecarīm ||40||
III.40. Quien domine khecarīmudrā quedará
libre de (las leyes del) karma y del tiempo.
cittaṁ
carati khe yasmājjihvā carati khe gatā | tenaiṣā
khecarī nāma mudrā siddhairnirūpitā ||41||
III.41. Los siddhas llaman khecarī a
este mudrā porque mientras dura la práctica la mente y la lengua
permanecen el espacio vacío.
khecaryā
mudritaṁ yena vivaraṁ lambikordhvataḥ | na tasya kṣarate
binduḥ kāminyā āśleṣitasya ca ||42 ||
III.42. Una vez taponado el orificio en la parte
superior-trasera del paladar por medio de la khecarīmudrā, el
yogui puede controlar la eyaculación incluso en el abrazo más pasional con una
mujer.
calito'pi
yadā binduḥ samprāpto yonimaṇḍalam |
vrajatyūrdhvaṁ hṛtaḥ śaktyā nibaddho
yonimudrayā ||43||
III.43. Incluso aunque sobrevenga la eyaculación, el bindu
es forzado hacia arriba, por medio de yonimudrā.
Néctar.
ūrdhvajihvaḥ
sthiro bhūtvā somapānaṁ karoti yaḥ |
māsārdhena na sandeho mṛtyuṁ jayati yogavit ||44||
III.44. Quien domine los secretos del yoga puede vencer a
la muerte en quince días, manteniendo la lengua doblada hacia atrás, con la
mente concentrada y bebiendo somarasa (fluido vital, néctar).
nityaṁ
somakalāpūrṇaṁ śarīraṁ yasya yoginaḥ
| tatkṣakeṇāpi daṣṭasya viṣaṁ tasya na
sarpati ||45||
III.45. El yogui que inunda su cuerpo diariamente con el
néctar que fluye de la “luna” (somarasa) es inmune al veneno, aunque le
muerda takṣaka.
indhanāni
yathā vahnistailavarttiṁ ca dīpakaḥ | tathā somakalāpūrṇaṁ
dehī dehaṁ na muñcati ||46||
III.46. De la misma forma que el fuego arde mientras hay
combustible y la lámpara luce mientras quedan aceite y mecha, el alma permanece
en el cuerpo mientras hay néctar que brota del soma.
gomāṁsaṁ
bhakṣayennityaṁ pibedamaravāruṇīm | kulīnaṁ
tamahaṁ manya itare kulaghātakāḥ ||47 ||1
III.47. Quien coma gomansa y beba amaravāruṇi
diariamente, será considerado como una persona distinguida; en otro caso,
desprestigiará a su familia.
gośabdenoditā
jihvā tatpraveśo hi tāluni | gomāṁsabhakṣaṇaṁ
tattu mahāpātakanāśanam ||48||
III.48. La palabra go alude a la lengua; “comerla” (gomansabhaksna)
equivale a meter la lengua en la cavidad del paladar; esto destruye todos los
pecados.
jihvāpraveśasambhūtavahninotpāditaḥ
khalu | candrātsravati yaḥ sāraḥ sā
syādamaravāruṇī ||49||
III.49. Cuando la lengua da la vuelta y penetra en la
garganta el cuerpo se calienta mucho y fluye somarasa; a esto se le
llama amaravāruṇi.
cumbantī
yadi lambikāgramaniśaṁ jihvārasasyandinī sakṣārā
kaṭukāmladugdhasadṛśī madhvājyatulyā
tathā | vyādhīnāṁ haraṇaṁ
jarāntakaraṇaṁ śastrāgamodīraṇaṁ
tasya syādamaratvamaṣṭaguṇitaṁ siddhāṅganākarṣaṇam
||50||
III.50. Si la lengua permanece apretada contra el orificio
del paladar haciendo fluir somarasa, que tiene un sabor salado, ácido y
picante, pero que también parece leche, miel y guee, entonces se
eliminan todas las enfermedades y la vejez, se vuelve invulnerable a los
ataques armados, alcanza la inmortalidad y los ocho siddhis y se vuelve
irresistible ante las mujeres siddhas.
mūrdhnaḥ ṣoḍaśapatrapadmagalitaṁ
prāṇādavāptaṁ haṭhādūrdhvāsyo
rasanāṁ niyamya vivare śaktiṁ parāṁ cintayan |
utkallolakalājalaṁ ca vimalaṁ dhārāmayaṁ yaḥ
pibennirvyādhiḥ sa mṛṇālakomalavapuryogī ciraṁ
jīvati ||51||
III.51. El que, con la mirada dirigida hacia arriba y la
lengua cerrando el orificio del paladar, medita sobre paraśakti y
bebe de la clara corriente del somarasa, desde la cabeza hasta el loto
de dieciséis pétalos (viśuddhacakra), por medio del control del prāṇa,
se libera de toda enfermedad y vive mucho tiempo con un hermoso cuerpo,
delicado como un tallo de loto.
yatprāleyaprahitasuṣiraṁ
merumūrdhāntarasthaṁ tasmiṁstattvaṁ pravadati
sudhīstanmukhaṁ nimnagānām | candrātsāraḥ
sravati vapuṣastena mṛtyurnarāṇāṁ
tadbadhnīyātsukaraṇamato nānyathā kāyasiddhiḥ
||52||
III.52. El que posee una mente pura (de la naturaleza de sattva,
no ensombrecida por rajas ni tamas) reconoce la Verdad (su propio
ātma) en el néctar segregado desde la cavidad de donde surgen los nāḍīs,
dentro de la parte superior del monte Meru; de la “luna” surge el
néctar, la esencia corporal y, de su pérdida, la destrucción física; por
consiguiente, se ha de practicar el beneficioso khecarīmudrā
(para detener la pérdida); de lo contrario no se conseguirá obtener la
perfección física (caracterizada por belleza, gracia, fuerza y autocontrol).
suṣiraṁ
jñānajanakaṁ pañcasrotaḥsamanvitam | tiṣṭhate
khecarī mudrā tasmiñchūnye nirañjane ||53||
III.53. Dicha cavidad en la abertura superior de suṣumṇā,
es el lugar de confluencia de los cinco ríos (nāḍīs) y
proporciona conocimiento divino; en el vacío de la abertura, libre de la
influencia de la ignorancia (avidyā), el dolor y las ilusiones, khecarīmudrā
alcanza la perfección.
Conclusión.
ekaṁ sṛṣṭimayaṁ
bījamekā mudrā ca khecarī | eko devo nirālamba
ekāvasthā manonmanī ||54||
III.54. Existe solo un germen de evolución, que es om;
existe un solo mudrā, khecarī; un solo deber, llegar a
ser independiente de todo; y un solo estado espiritual, manomanī
avasthā.
Uḍḍiyānabandha.
athoḍḍīyānabandhaḥ |
baddho yena suṣumṇāyāṁ prāṇastūḍḍīyate
yataḥ | tasmāduḍḍīyanākhyo'yaṁ yogibhiḥ
samudāhṛtaḥ ||55||
III.55. Uḍḍiyānabandha: se llama
así entre los yoguis porque con su práctica el prāṇa vuela
por suṣumṇā.
uḍḍīnaṁ
kurute yasmādaviśrāntaṁ mahākhagaḥ | uḍḍīyānaṁ
tadeva syāttatra bandho'bhidhīyate ||56||
III.56. Gracias a esta bandha, el gran pájaro prāṇa
vuela incesantemente a través de suṣumṇā; a
continuación se explica uḍḍiyānabandha.
udare
paścimaṁ tānaṁ nābherūrdhvaṁ ca kārayet
| uḍḍīyāno hyasau bandho mṛtyumātaṅgakesarī
||57||
III.57. Se llama uḍḍiyānabandha a
la retracción del abdomen por encima del ombligo (de tal forma que se empuje
hacia la espalda y hacia el diafragma); es el león que vence al elefante, la
muerte.
uḍḍīyānaṁ tu
sahajaṁ guruṇā kathitaṁ sadā | abhyasetsatataṁ
yastu vṛddho'pi taruṇāyate ||58||
III.58. El que practica con frecuencia uḍḍiyānabandha
tal como le enseña su guru, hasta que se produce de forma natural,
rejuvenece por viejo que sea.
nābherūrdhvamadhaścāpi
tānaṁ kuryātprayatnataḥ | Ṣaṇmāsamabhyasenmṛtyuṁ
jayatyeva na saṁśayaḥ ||59||
III.59. Se debe contraer el abdomen con fuerza por encima
del ombligo y hacia atrás, y en el plazo de seis meses se vencerá a la muerte,
sin lugar a dudas.
sarveṣāmeva
bandhānāmuttamo hyuḍḍiyānakaḥ | uḍḍiyāne
dṛḍhe bandhe muktiḥ svābhāvikī bhavet ||60||
III.60. Entre todas las bandhas, uḍḍiyāna
es la mejor. Cuando se consigue dominarla, la liberación se produce
espontáneamente.
Mūlabandha.
atha
mūlabandhaḥ | pārṣṇibhāgena sampīḍya
yonimākuñcayedgudam | apānamūrdhvamākṛṣya
mūlabandho'bhidhīyate ||61||
III.61. Mūlabandha: presionar el perineo con el
talón y contraer el (esfínter del) ano para hacer subir apāna.
adhogatimapānaṁ
vā ūrdhvagaṁ kurute balāt | ākuñcanena taṁ prāhurmūlabandhaṁ
hi yoginaḥ ||62||
III.62. Por medio de la contracción de mūlādhāra,
la corriente de prāṇa, que normalmente fluye hacia abajo, es
forzada a subir (por suṣumṇā); los yoguis llaman a este
ejercicio mūlabandha.
gudaṁ
pārṣṇyā tu sampīḍya vāyumākuñcayedbalāt
| vāraṁ vāraṁ yathā cordhvaṁ
samāyāti samīraṇaḥ ||63||
III.63. Apretando el talón contra el perineo presionar
fuertemente sobre apāna hasta que inicie el movimiento ascendente.
prāṇāpānau
nādabindū mūlabandhena caikatām | gatvā yogasya saṁsiddhiṁ
yacchato nātra saṁśayaḥ ||64||
III.64. A través de mūlabandha, tanto prāṇa
y apāna como nāda y bindu, se unen y
proporcionan el éxito en el yoga, sin la menor duda.
apānaprāṇayoraikyaṁ kṣayo
mūtrapurīṣayoḥ | yuvā bhavati vṛddho'pi satataṁ
mūlabandhanāt ||65||
III.65. Con la práctica constante de mūlabandha
se alcanza la unión de prāṇa y apāna, se reducen
considerablemente las secreciones (de orina y excrementos) e incluso los más
viejos rejuvenecen.
apāna
ūrdhvage jāte prayāte vahnimaṇḍalam |
tadānalaśikhā dīrghā jāyate
vāyunāhatā ||66||
III.66. Cuando apāna se eleva y alcanza la zona
del fuego (maṇipūracakra), alimenta e intensifica la llama
(del fuego interior).
tato
yāto vahnyapānau prāṇamuṣṇasvarūpakam |
tenātyantapradīptastu jvalano dehajastathā ||67||
III.67. Cuando apāna y el fuego se unen a prāṇa,
caliente por naturaleza, el fuego corporal se intensifica especialmente.
tena kuṇḍalinī
suptā santaptā samprabudhyate | daṇḍāhatā bhujaṅgīva
niśvasya ṛjutāṁ vrajet ||68||
III.68. Gracias al intenso calor generado, la durmiente kuṇḍalinī
percibe la fuerte energía y despierta de su sueño como una serpiente golpeada
por un palo, que silba y se endereza.
bilaṁ
praviṣṭeva tato brahmanāḍyantaraṁ vrajet |
tasmānnityaṁ mūlabandhaḥ kartavyo yogibhiḥ
sadā ||69||
III.69. Entonces penetra en suṣumṇā,
como una serpiente que se mete en su agujero; por consiguiente, el yogui ha de
practicar siempre mūlabandha.
Jālandharabandha.
atha
jālandharabandhaḥ | kaṇṭhamākuñcya hṛdaye
sthāpayeccibukaṁ dṛḍham | bandho
jālandharākhyo'yaṁ jarāmṛtyuvināśakaḥ
||70||
III.70. Jālandharabandha: contraer la garganta
y mantener la barbilla apretada contra el pecho (hueco del esternón); jālandharabandha
destruye la vejez y la muerte.
badhnāti hi
sirājālamadhogāmi nabhojalam | tato jālandharo bandhaḥ
kaṇṭhaduḥkhaughanāśanaḥ ||71||
III.71. Esta bandha se llama jālandhara
porque contrae los nāḍīs y detiene el flujo descendente
del néctar que baja desde soma a través de la cavidad en el paladar;
elimina todas las afecciones de garganta.
jālandhare kṛte
bandhe kaṇṭhasaṅkocalakṣaṇe | na pīyūṣaṁ
patatyagnau na ca vāyuḥ prakupyati ||72||
III.72. Cuando se ejecuta jālandharabandha con
la garganta contraída, el néctar no puede caer al fuego de la vida (maṇipūracakra),
y prāṇa no resulta agitado (siguiendo un camino equivocado).
kaṇṭhasaṅkocanenaiva dve
nāḍyau stambhayeddṛḍham | madhyacakramidaṁ jñeyaṁ
ṣoḍaśādhārabandhanam ||73||
III.73. Cuando la garganta está firmemente contraída los
dos nāḍīs (iḍā y piṅgalā)
quedan como muertos; en la garganta se encuentra el cakra del medio, viśuddha,
donde se unen firmemente los (nāḍīs que conectan los)
dieciséis puntos vitales.
(Los puntos vitales son: pulgares, tobillos, rodillas,
muslos, perineo, pene o clítoris, ombligo, corazón, nuca, garganta, lengua,
nariz, entrecejo, frente, cabeza y brahmarandhra)
mūlasthānaṁ
samākuñcya uḍḍiyānaṁ tu kārayet | iḍāṁ
ca piṅgalāṁ baddhvā vāhayetpaścime pathi ||74||
III.74. Practicando (simultáneamente) uḍḍiyānabandha,
mūlabandha y jālandharabandha, se hacer subir prāṇa
por suṣumṇā.
anenaiva
vidhānena prayāti pavano layam | tato na jāyate mṛtyurjarārogādikaṁ
tathā ||75||
III.75. De esta forma prāṇa queda inmóvil
en suṣumṇā y se vence a la vejez, la enfermedad y la
muerte.
bandhatrayamidaṁ
śreṣṭhaṁ mahāsiddhaiśca sevitam | sarveṣāṁ
haṭhatantrāṇāṁ sādhanaṁ yogino viduḥ
||76||
III.76. El yogui conoce estas tres bandhas que
practicaban los grandes siddhas, como medios fundamentales a través de
las cuales se consigue el éxito en haṭhayoga.
Viparītakaraṇīmudrā.
yatkiñcitsravate
candrādamṛtaṁ divyarūpiṇaḥ | tatsarvaṁ
grasate sūryastena piṇḍo jarāyutaḥ ||77||
III.77. Viparītakaraṇī: todo el
néctar que produce la luna celestial (somarasa) acaba siendo devorado
por el sol; así envejece el cuerpo.
atha
viparītakaraṇī mudrā | tatrāsti karaṇaṁ
divyaṁ sūryasya mukhavañcanam | gurūpadeśato jñeyaṁ
na tu śāstrārthakoṭibhiḥ ||78||
III.78. Existe una excelente práctica por medio de la cual
se consigue burlar al sol, pero sólo la podemos aprender del guru, y no
por el estudio teórico de los śāstras.
ūrdhvanābheradhastālorūrdhvaṁ
bhānuradhaḥ śaśī | karaṇī
viparītākhyā guruvākyena labhyate ||79||
III.79. Se trata de viparītakaraṇī,
que sitúa el sol, en el plexo solar, por encima de la luna, sobre el paladar;
esto ha de aprenderse siguiendo las instrucciones del guru.
nityamabhyāsayuktasya jaṭharāgnivivardhinī
| āhāro bahulastasya sampādyaḥ sādhakasya ca ||80||
III.80. En el que practica cada día incrementa el fuego
gástrico y ha de tener siempre comida abundante.
alpāhāro
yadi bhavedagnirdahati tatkṣaṇāt | adhaḥśirāścordhvapādaḥ
kṣaṇaṁ syātprathame dine ||81||
III.81. Si reduce su alimentación, el fuego consumirá
rápidamente su cuerpo. El primer día debe permanecer (sólo) por poco tiempo
apoyado sobre la cabeza, con los pies en alto.
kṣaṇācca kiṅcidadhikamabhyasecca
dine dine | valilaṁ palitaṁ caiva ṣaṇmāsordhvaṁ
na dṛśyate | yāmamātraṁ tu yo nityamabhyaset sa tu
kālajit ||82||
III.82. Aumentar la duración de la práctica de forma
gradual, día a día; al cabo de seis meses desaparecen las canas y las arrugas;
practicando tres horas al día se vence a la muerte.
Vajrolīmudrā.
atha
vajrolī | svecchayā vartamāno'pi yogoktairniyamairvinā |
vajrolīṁ yo vijānāti sa yogī siddhibhājanam
||83||
III.83. Vajrolīmudrā: incluso los que
llevan una vida desordenada sin observar las disciplinas proclamadas por el
yoga, pueden alcanzar el triunfo dominando vajrolīmudrā.
tatra
vastudvayaṁ vakṣye durlabhaṁ yasya kasyacit | kṣīraṁ
caikaṁ dvitīyaṁ tu nārī ca vaśavartinī
||84||
III.84. Para esta práctica se necesitan dos cosas difíciles
de obtener para la gente común: leche (en el momento preciso) y una mujer que
se comporte del modo deseado.
mehanena
śanaiḥ samyagūrdhvākuñcanamabhyaset | puruṣo'pyathavā
nārī vajrolīsiddhimāpnuyāt ||85||
III.85. Aspirando el bindu que se eyacula durante la
relación sexual, sea el sujeto hombre o mujer, se obtiene éxito en la práctica
de vajrolī.
yatnataḥ
śastanālena phūtkāraṁ vajrakandare | śanaiḥ
śanaiḥ prakurvīta vāyusañcārakāraṇāt
||86||
III.86. Con cuidado, soplar con fuerza en el interior del
pene con ayuda de un tubo (insertado en la uretra), a fin de permitir el paso
del aire (hacia el interior).
(Hay que conseguir primero un tubo de plomo -catéter- muy
fino, de catorce dedos de largo e insertarlo en la uretra, profundizando la
inserción el ancho de un dedo cada día, hasta que se introducen doce dedos y
queda fuera una longitud de dos dedos que se dobla hacia arriba; a
continuación, se inserta un tubo más fino en el anterior y se sopla con
suavidad para limpiar el pasaje de impurezas; después se continúa absorbiendo
agua a través del tubo -y progresivamente líquidos cada vez más densos- y,
finalmente, absorbiendo semen -primero con la sonda colocada y luego sin ella-;
solo se tendrá éxito si la respiración se mantiene controlada y se domina
khecarīmudrā)
nārībhage
patadbindumabhyāsenordhvamāharet | calitaṁ ca nijaṁ
bindumūrdhvamākṛṣya rakṣayet ||87||
III.87. El bindu que está a punto de ser eyaculado
en la vagina de una mujer debe aspirarse con la ayuda de vajrolīmudrā;
si la eyaculación ya ha tenido lugar se debe aspirar el propio bindu
junto con los fluidos vaginales a fin de preservarlo.
(Durante la eyaculación, recorren la uretra contracciones
espasmódicas, reflejas e irreprimibles que expulsan el esperma; vajrolī
reduce el riesgo de eyaculación desensibilizando las terminaciones nerviosas de
la uretra, lo que embota el reflejo eyaculatorio sin disminuir la voluptuosidad
sexual)
evaṁ saṁrakṣayedbinduṁ
mṛtyuṁ jayati yogavit | maraṇaṁ bindupātena
jīvanaṁ bindudhāraṇāt ||88||
III.88. De esta forma, el yogui preserva su bindu y
vence a la muerte; cuando se malgasta bindu, la muerte sobreviene a su
debido tiempo, pero quien lo preserva, vive una larga vida.
sugandho
yogino dehe jāyate bindudhāraṇāt | yāvadbinduḥ
sthiro dehe tāvatkālabhayaṁ kutaḥ ||89||
III.89. Reteniendo bindu con ayuda de vajrolīmudrā,
el cuerpo del yogui emana un agradable olor; no hay que temer la muerte
mientras bindu este retenido en el cuerpo.
(Vajrolī afirma los testículos y tonifica
las gónadas, lo que aumenta el vigor y la virilidad mientras la producción
incrementada de hormonas masculinas rejuvenece el organismo)
cittāyattaṁ nṛṇāṁ
śukraṁ śukrāyattaṁ ca jīvitam |
tasmācchukraṁ manaścaiva rakṣaṇīyaṁ
prayatnataḥ ||90||
III.90. El bindu de los hombres está bajo el control
de la mente, y la vida depende del bindu. Por lo tanto, la mente y el bindu
deben ser protegidos por todos los medios.
ṛtumatyā
rajo'pyevaṁ nijaṁ binduṁ ca rakṣayet | meḍhreṇākarṣayedūrdhvaṁ
samyagabhyāsayogavit ||91||
III.91. Quien domine esta práctica debe aspirar
completamente el semen, junto con los fluidos vaginales de la mujer con quien
tiene relación sexual, a través del pene.
(Este śloka puede ser una interpolación posterior al
texto)
atha
sahajoliḥ | sahajoliścāmarolirvajrolyā bheda ekataḥ
| jaleṣu bhasma nikṣipya dagdhagomayasambhavam ||92||
III.92. Sahajolīmudrā:
sahajolī y amarolī son distintas variaciones de vajrolī,
dependiendo del resultado que se obtenga. Hay que mezclar cenizas de estiércol
quemado con agua.
vajrolīmaithunādūrdhvaṁ
strīpuṁsoḥ svaṅgalepanam | āsīnayoḥ
sukhenaiva muktavyāpārayoḥ kṣaṇāt ||93||
III.93. Tras la práctica de vajrolī
durante la relación sexual, una vez finalizada toda actividad, el hombre y la
mujer sentados cómodamente, deben frotar las partes más notables de su cuerpo (cabeza,
frente, ojos, corazón, hombros y brazos) con esta mezcla.
(Según unas versiones, la
mezcla utilizada se compone de cenizas de estiércol de vaca con agua; según
otras, se debe utilizar la mezcla del semen eyaculado, bindu, con los fluidos
vaginales, rājas. Otras escuelas especifican que sahajolī consiste en
cerrar el yoni hasta que éste apriete el liṅgam como una mano, abriéndolo
y cerrándolo a su gusto, como la mano de una gopī que ordeña la vaca)
sahajoliriyaṁ
proktā śraddheyā yogibhiḥ sadā | ayaṁ
śubhakaro yogo bhogayukto'pi muktidaḥ ||94||
III.94. Esto se denomina sahajolī
y debe ser estimado por los yoguis, pues es un proceso benéfico que proporciona la liberación a través de la
experiencia sensual.
ayaṁ
yogaḥ puṇyavatāṁ dhīrāṇāṁ
tattvadarśinām | nirmatsarāṇāṁ vai sidhyeta na
tu matsaraśālinām ||95||
III.95. Esta técnica solo es dominada
por personas virtuosas y valientes, que conocen la verdad y no son en absoluto
envidiosas.
athāmarolī |
pittolbaṇatvātprathamāmbudhārāṁ vihāya niḥsāratayāntyadhārām
| niṣevyate śītalamadhyadhārā kāpālike khaṇḍamate'marolī
||96||
III.96. Amarolīmudrā:
según la doctrina secreta de los Kāpālika, amarolī
consiste en beber la propia orina (amarī) una vez enfriada,
desechando la primera orina de la mañana, por poseer un exceso de bilis, y la
última del día, por ser muy ligera.
amarīṁ yaḥ
pibennityaṁ nasyaṁ kurvandine dine |
vajrolīmabhyasetsamyaksāmarolīti kathyate ||97||
III.97. Quien bebe amarī,
lo huele y practica vajrolī diariamente, recibe el nombre de
practicante de amarolī.
Vajrolī para la yoguini
abhyāsānniḥsṛtāṁ
cāndrīṁ vibhūtyā saha miśrayet |
dhārayeduttamāṅgeṣu divyadṛṣṭiḥ
prajāyate ||98||
III.98. Hay que mezclar cenizas con bindu
tras la práctica de vajrolī y frotar con esta mezcla las partes
nobles del cuerpo, obteniendo así visión divina.
puṁso
binduṁ samākuñcya samyagabhyāsapāṭavāt | yadi
nārī rajo rakṣedvajrolyā sāpi yoginī ||99||
III.99. Si una mujer practica lo
suficiente como para volverse una experta y es capaz de absorber el bindu
de un hombre (eyaculado en su interior) y retenerlo dentro, por medio de la
técnica vajrolī, se convertirá en una yoguini.
tasyāḥ
kiñcidrajo nāśaṁ na gacchati na saṁśayaḥ |
tasyāḥ śarīre nādaśca bindutāmeva gacchati
||100||
III.100. (Así) sin duda, no se pierde
ni la más mínima cantidad de semen y en el cuerpo (de la yoguini) nāda
se transforma en bindu.
sa
bindustadrajaścaiva ekībhūya svadehagau | vajrolyabhyāsayogena
sarvasiddhiṁ prayacchataḥ ||101||
III.101. Si bindu y rājas
permanecen unidos en el interior del cuerpo mediante vajrolī, se
consigue todo tipo de siddhis.
rakṣedākuñcanādūrdhvaṁ
yā rajaḥ sā hi yoginī | atītānāgataṁ
vetti khecarī ca bhaveddhruvam ||102||
III.102. La yoguini que preserva su rājas
mediante una contracción hacia arriba, puede conocer el pasado y el futuro, y
alcanzar la perfección en khecarī.
Conclusión.
dehasiddhiṁ ca
labhate vajrolyabhyāsayogataḥ | ayaṁ puṇyakaro yogo bhoge
bhukte'pi muktidaḥ ||103||
III.103. Mediante la práctica del yoga
de vajrolī, se obtiene la perfección del cuerpo (belleza, gracia y
fuerza); este tipo de yoga proporciona mérito (puṇya) y, aunque
coexiste con la experiencia sensual, conduce hacia la liberación.
Kuṇḍalinī.
atha
śakticālanam | kuṭilāṅgī kuṇḍalinī
bhujaṅgī śaktirīśvarī | kuṇdalyarundhatī
caite śabdāḥ paryāyavācakāḥ ||104||
III.104. Kutilangi, kuṇḍalinī,
bhujaṅgī, śakti, īśvarī, kuṇḍalī,
arundhatī: todas estas palabras son sinónimas.
udghāṭayetkapāṭaṁ tu
yathā kuñcikayā haṭhāt | kuṇḍalinyā
tathā yogī mokṣadvāraṁ vibhedayet ||105||
III.105. Igual que la puerta se abre con la llave, el yogui
debe abrir la puerta de la liberación mediante el haṭhayoga y el
poder de kuṇḍalinī.
yena
mārgeṇa gantavyaṁ brahmasthānaṁ nirāmayam |
mukhenācchādya taddvāraṁ prasuptā
parameśvarī ||106||
III.106. La gran diosa (kuṇḍalinī)
duerme cerrando con su boca el pasaje a través del cual se puede ascender al brahmarandhra
(asiento de Brahma), el lugar en donde no existe dolor ni sufrimiento.
kandordhve kuṇḍalī
śaktiḥ suptā mokṣāya yoginām | bandhanāya
ca mūḍhānāṁ yastāṁ vetti sa yogavit
||107||
III.107. Kuṇḍalinīśakti, que
duerme sobre el bulbo kanda (donde convergen todos los nāḍīs),
proporciona liberación al yogui y esclavitud al necio; el que conoce a kuṇḍalinī
conoce el yoga.
kuṇḍalī kuṭilākārā
sarpavatparikīrtitā | sā śaktiścālitā yena
sa mukto nātra saṁśayaḥ ||108||
III.108. Kuṇḍalinī se describe
enroscada como una serpiente; quien pueda hacer que śakti se mueva
(de mūlādhāra hacia arriba) quedará liberado, sin duda.
gaṅgāyamunayormadhye
bālaraṇḍāṁ tapasvinīm | balātkāreṇa
gṛhṇīyāttadviṣṇoḥ paramaṁ padam
||109||
III.109. Entre el Gaṅgā y el Yamunā
está sentada una joven viuda practicando tapas; hay que poseerla por la
fuerza, pues esto conduce a la sede suprema de Viṣṇu (su
esposo en sahasrāra).
iḍā
bhagavatī gaṅgā piṅgalā yamunā nadī | iḍāpiṅgalayormadhye
bālaraṇḍā ca kuṇḍalī ||110||
III.110. El sagrado Gaṅgā es iḍā
y el Yamunā es piṅgalā; entre iḍā
y piṅgalā está la joven viuda kuṇḍalinī.
Śakticālanamudrā.
pucche
pragṛhya bhujagīṁ suptāmudbodhayecca tām |
nidrāṁ vihāya sā śaktirūrdhvamuttiṣṭhate
haṭhāt ||111||
III.111. Śakticālanakriyā: se debe
despertar a la serpiente dormida (kuṇḍalinī)
agarrándole la cola; entonces, śakti abandona su sueño y se levanta
con fuerza.
avasthitā
caiva phaṇāvatī sā prātaśca sayaṁ
praharārdhamātram | prapūrya
sūryātparidhānayuktyā pragṛhya nityaṁ
paricālanīyā ||112||
III.112. Después de inspirar por piṅgalā,
la adormecida serpiente debe ser manejada mediante la técnica paridhāna,
a fin de moverla diariamente durante hora y media, tanto al amanecer como al
atardecer.
(La técnica paridhāna es similar a naulī, pues
consiste en mover los músculos abdominales de izquierda a derecha, de derecha a
izquierda y en espiral)
ūrdhvaṁ
vitastimātraṁ tu vistāraṁ caturaṅgulam | mṛdulaṁ
dhavalaṁ proktaṁ veṣṭitāmbaralakṣaṇam
||113||
III.113. El kanda tiene una
extensión igual al ancho de doce dedos, se encuentra situado encima del ano a
una distancia de cuatro dedos y tiene un aspecto delicado, de color blanco,
como cubierto por un trozo de paño blanco.
(El centro del cuerpo se halla
en un punto situado dos dedos por encima del ano y dos dedos por debajo de la
raíz del pene; el kanda se halla a nueve dedos del centro del cuerpo y parece
un huevo cubierto por una serie de capas membranosas; los animales lo tienen
situado en el centro del abdomen)
sati
vajrāsane pādau karābhyāṁ dhārayeddṛḍham
| gulphadeśasamīpe ca kandaṁ tatra prapīḍayet
||114||
III.114. Sentado en la postura vajrāsana,
coger los pies cerca de los tobillos y presionar (con los talones) sobre el kanda.
vajrāsane
sthito yogī cālayitvā ca kuṇḍalīm |
kuryādanantaraṁ bhastrāṁ kuṇḍalīmāśu
bodhayet ||115||
III.115. En la postura de vajrāsana, después de
mover kuṇḍalinī, el yogui ha de practicar bhastrikākumbhaka,
a fin de despertarla rápidamente.
bhānorākuñcanaṁ
kuryātkuṇḍalīṁ cālayettataḥ | mṛtyuvaktragatasyāpi
tasya mṛtyubhayaṁ kutaḥ ||116||
III.116. Luego ha de contraer el sol para obligar a kuṇḍalinī a ascender;
aunque se sienta llegar a las puertas de la muerte, el yogui no tiene nada que
temer.
(El sol, sūrya, es la región del abdomen, cerca del
ombligo, que se contrae por medio de uḍḍiyānabandha)
muhūrtadvayaparyantaṁ
nirbhayaṁ cālanādasau | ūrdhvamākṛṣyate
kiñcitsuṣumṇāyāṁ samudgatā ||117||
III.117. Cuando se mueve kuṇḍalinī
sin temor alrededor de hora y media, ésta entra y sube un poco por suṣumṇā.
tena kuṇḍalinī
tasyāḥ suṣumṇāyā mukhaṁ dhruvam | jahāti
tasmātprāṇo'yaṁ suṣumṇāṁ vrajati
svataḥ ||118||
III.118. De esta forma, kuṇḍalinī
deja libre la entrada de suṣumṇā, que es arrastrada sin
esfuerzo hacia arriba por la corriente de prāṇa.
tasmātsañcālayennityaṁ
sukhasuptāmarundhatīm | tasyāḥ sañcālanenaiva
yogī rogaiḥ pramucyate ||119||
III.119. Por lo tanto, se ha de mover
todos los dias esta arundhatī, que duerme cómodamente, pues así el
yogui se verá libre de enfermedades.
yena
sañcālitā śaktiḥ sa yogī siddhibhājanam |
kimatra bahunoktena kālaṁ jayati līlayā ||120||
III.120. El yogui que mueve śakti
consigue los siddhis, ¿qué más puede decirse?; se vence al tiempo como
si se tratase de una simple representación.
brahmacaryaratasyaiva
nityaṁ hitamitāśinaḥ | maṇḍalāddṛśyate
siddhiḥ kuṇḍalyabhyāsayoginaḥ ||121||
III.121. Sólo el yogui que lleva una
vida de brahmacarya, observa una dieta moderada y saludable, y practica
yoga estimulando correctamente a kuṇḍalinī, alcanzará siddhis
en el plazo de 40 días.
kuṇḍalīṁ
cālayitvā tu bhastrāṁ kuryādviśeṣataḥ
| evamabhyasyato nityaṁ yamino yamabhīḥ kutaḥ ||122||
III.122. Una vez se ha puesto en
movimiento a kuṇḍalinī se ha de practicar especialmente
bhastrikākumbhaka; ¿de dónde puede surgir el miedo a la muerte en
un yogui que se autocontrola y practica siempre según lo indicado?
dvāsaptatisahasrāṇāṁ
nāḍīnāṁ malaśodhane | kutaḥ prakṣālanopāyaḥ
kuṇḍalyabhyasanādṛte ||123||
III.123. Aparte de la práctica de śakticālana,
que hace moverse a kuṇḍalinī, ¿qué otras técnicas hay
para eliminar las impurezas de los 72.000 nāḍīs?
iyaṁ tu
madhyamā nāḍī dṛḍhābhyāsena
yoginām | āsanaprāṇasaṁyāmamudrābhiḥ
saralā bhavet ||124||
III.124. Suṣumṇā se endereza (para
facilitar el paso de prāṇa) por medio de la práctica de āsanas,
prāṇāyāmas y mudrās.
abhyāse tu vinidrāṇāṁ
mano dhṛtvā samādhinā | rudrāṇī vā
parā mudrā bhadrāṁ siddhiṁ prayacchati ||125||
III.125. Quien permanezca atento a la práctica (liberado de
la pereza) y concentrado en samādhi, obtendrá grandes beneficios
tanto de śāmbhavī como de otros mudrās.
rājayogaṁ
vinā pṛthvī rājayogaṁ vinā niśā |
rājayogaṁ vinā mudrā vicitrāpi na śobhate
||126||
III.126. Sin rājayoga no hay pṛthivī;
sin rājayoga no hay noche; sin rājayoga son inútiles
todos los mudrās.
mārutasya
vidhiṁ sarvaṁ manoyuktaṁ samabhyaset | itaratra na
kartavyā manovṛttirmanīṣiṇā ||127||
III.127. Todas las técnicas de prāṇāyāma
han de realizarse con la mente concentrada; el sabio no debe permitir que su
mente ande vagando (mientras practica los ejercicios).
iti mudrā
daśa proktā ādināthena śambhunā | ekaikā
tāsu yamināṁ mahāsiddhipradāyinī ||128||
III.128. El primer Señor, Śiva, ha descrito de
esta forma las diez mudrās; cada una de ellas otorgará grandes siddhis
a quien permanezca autocontrolado (yamin).
upadeśaṁ hi
mudrāṇāṁ yo datte sāmpradāyikam | sa eva
śrīguruḥ svāmī sākṣādīśvara
eva saḥ ||129||
III.129. El que imparte las enseñanzas sobre estos mudrās,
recibidas a su vez tal como se trasmiten tradicionalmente, de guru a guru,
él mismo es verdaderamente un guru, y se le puede llamar maestro, Dios (pṛthivī)
en forma humana.
tasya
vākyaparo bhūtvā mudrābhyāse samāhitaḥ | aṇimādiguṇaiḥ
sārdhaṁ labhate kālavañcanam ||130||
III.130. Quien siga cuidadosamente sus enseñanzas,
concentrado en la práctica de los mudrās, será capaz de vencer a la
muerte y conseguirá siddhis, como aṇimām (y otros).
(los ocho siddhis clásicos son: aṇimām,
laghiman, prāpti, prākāmyam, mahiman, īśitvaṃ,
vaśitvaṃ, kāmāvasāyitvaṃ)
iti haṭha-pradīpikāyāṃ
tṝtīyopadeśaḥ |
Fin de la
tercera parte del Haṭha Yoga Pradīpikā
© Yogadarshana – Yoga y
Meditación